KLM presenta plan de mitigación de ruido en el aeropuerto de Ámsterdam

Demostrando el compromiso de la industria aérea por operaciones más sostenibles y de colaboración con la comunidad, KLM presenta al Ministerio de Agua e Infraestructuras un plan para reducir en un 20% el ruido de las operaciones aéreas durante el día y un 15% durante la noche. La línea aérea holandesa espera así contrarrestar las adversas medidas políticas que se quieren imponer en temas de capacidad en el aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam por presiones locales.

KLM señala que los temas medioambientales requieren la cooperación de todas las partes. Tal como se señala en la Asamblea General de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) en Estambul, cada actor debe aportar su cuota si se quieren cumplir las metas fijadas, para lo cual implica un trabajo conjunto.

El sector aéreo es uno de los líderes en iniciativas medioambientales con compromisos autoimpuestos por sobre cualquier otra industria. Sin embargo, sus decisiones parecen no ser valoradas del todo por los Gobiernos, aun cuando sean estos, quienes firman los acuerdos.

KLM como IATA y otras líneas son críticas de la decisión política tomada por las autoridades. Señalan que la forma no sólo no procede, sino que también atenta contra los acuerdos adoptados globalmente a nivel de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

Desde la línea aérea señalan que el plan propuesto -de reducir de 500.000 a 440.000 operacionales aéreas anuales- en Schiphol tiene muchos inconvenientes comenzando por la ausencia de ideas de renovación y menos en la mejora.

“No se hace distinción entre los aviones más nuevos y los más antiguos, que son menos limpios (con el medioambiente) y silenciosos. El plan tampoco considera que los recortes drásticos en los vuelos tendrán un impacto en los activos nacionales”, sentencian desde la empresa.

Propuesta de KLM

A pesar del compromiso adoptado como empresa y como industria, KLM agrega nuevas medidas con el fin de evitar un recorte en la capacidad en el aeropuerto de Schiphol. De proceder una medida como la propuesta el Ministerio de Agua e Infraestructura, sería perjudicial para el crecimiento de las operaciones en los próximos años, afectando no sólo a la empresa sino que al propio país.

Para atender las preocupaciones, la principal línea aérea holandesa propone un plan de mitigación en tres ejes:

  • Inversión en nuevos aviones con nueva tecnología más silenciosos: KLM invertirá hasta €7 millones en aeronaves de última generación en los próximos años permitiendo acelerar la renovación de la flota actual.
  • Investigar nuevos procedimientos para realizar operaciones aéreas más silenciosas: Se consideran para ello, nuevos procedimientos de ascenso y aproximación, con un menor tiempo de sobrevuelo a bajas altitudes. A través de un trabajo conjunto con el control de tránsito aéreo, se puede invitar a otras líneas aéreas a participar del programa de reducción de ruido lo que generaría una mayor contribución.
  • Ajustes en los itinerarios: Si las medidas anteriores no son suficientes, KLM plantea la posibilidad de operar aviones más silenciosos (referidos a los Boeing 787-9/-10) en los vuelos que operan en horario nocturno desde Schiphol. La idea podría estar alineada con el primer punto lo que puede suponer en la adquisición de más aviones de nueva generación para reemplazar a los que actualmente están en operación.

Objetivos alcanzables

KLM señala que estas medidas se pueden aplicar a partir de 2024 con resultados en un plazo a tres años. En ese periodo de tiempo, las comunidades supuestamente afectadas por el ruido en Schiphol podrían verse beneficiadas por la reducción de los decibeles sin comprometer la conectividad que supone una reducción de capacidad.

“Es una elección entre descartar vuelos como una solución a corto plazo o apuntar a una mejora inteligente”, puntualiza la empresa. Las estimaciones calculadas establecen que para 2026 se podrán conseguir una reducción de 20% en molestias por ruido.

Apelación junto a IATA y otras líneas aéreas

El próximo 21 de junio, KLM junto a la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y otras líneas aéreas participarán de la audiencia de apelación en la que esperan que se ratifique el fallo en abril. Califican que la medida no procede y es un ejemplo de cómo las autoridades políticas no siguen los estándares globalmente acordados o no se implementan.

“Una industria centrada en la seguridad no puede aceptar la politización de las discusiones técnicas. Ignorar el orden basado en reglas establecido por los estándares globales es un pendiente deriva hacia la confusión que las líneas aéreas no pueden permitir y que nuestros clientes no tolerarán”, señala Willie Walsh, director general de IATA, en Estambul.

IATA considera que si el gobierno de los Países Bajos gana la disputa judicial no sólo sienta un mal precedente sino que también afectará las oportunidades de crecimiento tanto para KLM como para otras líneas aéreas. Si eso ocurre, el impacto es negativo para la economía local, los empleos y el desarrollo de las personas.

Fotografía portada – KLM

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