En su Asamblea General que se celebra en Estambul, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) presenta la hoja de ruta del transporte aéreo para alcanzar las cero emisiones netas de carbono hacia 2050. La estrategia aborda distintos pasos que comprometen a toda la industria aérea, la fabricación de nuevas aeronaves, la transición energética, aspectos operacionales y financieros. Un punto importante es la necesidad de contar con políticas públicas lo que implica una responsabilidad directa de los Gobiernos.
En 2022, en la 41va Asamblea General de la Organización de Aviación Civil (OACI) fija las metas aspiracionales a largo plazo (LTAG) en temas medioambientales que comparten los objetivos fijados por la industria aérea para 2050. Para IATA, se trata de un primer paso porque comprometen a los Gobiernos a trabajar alineados por el desarrollo de un transporte aéreo sostenible. Cabe recordar que OACI es conformada por los países miembros de la Organización de Naciones Unidas por lo que cada Estado tiene un representante ante esa entidad.
Para la industria aérea, las políticas públicas son fundamentales. Sin esta, no hay posibilidad de desarrollar muchas de las innovaciones y acciones necesarias. IATA señala que la adopción de la hoja de ruta es una referencia importante para quienes toman las decisiones en cada uno de los países.
“Las hojas de ruta son la primera evaluación detallada de los pasos necesarios para acelerar la transición hacia el cero neto para 2050”, dice Willie Walsh, director general de IATA. “Muestran una dirección clara y evolucionarán a medida que profundicemos para establecer hitos intermedios en el camino hacia el cero neto”.
En Estambul, IATA explica que la hoja de ruta no es algo construido de manera aislada. Considera modelos y revisiones entre distintos sectores de la industria complementado con una herramienta para calcular las reducciones de emisiones que proporciona el Laboratorio de Sistemas de Transporte Aéreo del University College London (UCL).
“Los Gobiernos, proveedores y financistas no pueden ser espectadores en el viaje de descarbonización de la aviación. Las hojas de ruta son un llamado a la acción para que todas las partes interesadas entreguen las herramientas necesarias para que esta transformación fundamental de la aviación sea un éxito con políticas y productos aptos para un mundo de cero emisiones netas”, puntualiza Walsh.
Cinco hojas de rutas por sector
La hoja de ruta que propone IATA aborda cinco puntos. Cada uno cuenta con su propia hoja de ruta, las que combinadas permitirá a la aviación conseguir su ambiciosa meta de las cero emisiones.
Tecnología: Aborda el desarrollo de aeronaves y motores más eficientes. Se trata de puntos importantes para permitir la transición energética, comenzando con los combustibles sostenibles de aviación (SAF) y a futuro con el hidrógeno verde o las baterías eléctricas. Las nuevas tecnologías incluyen la fabricación de nuevos motores, aerodinámica, estructuras de aeronaves y sistemas de vuelo.
Infraestructura para la transición energética: Se necesita la construcción de nueva infraestructura para facilitar el uso de SAF e hidrógeno verde. Los aeropuertos en este ámbito tienen una contribución significativa ya que serán estos lugares donde se albergarán los nuevos combustibles para las aeronaves del futuro.
Operaciones: IATA plantea que hay una oportunidad inmediata de reducir las emisiones a través de eficiencias operacionales. Las mejoras en la gestión del espacio aéreo de cada país permitirán realizar vuelos más eficientes y con menor cantidad de emisiones de manera inmediata. Además, la automatización, la gestión de big data y la integración de nuevas tecnologías son factores clave para optimizar la gestión del tráfico aéreo y mejorar la eficiencia general del sistema.
Política: Los Gobiernos y encargados de tomar las decisiones juegan un rol clave en la descarbonización de la aviación. Deben proporcionar políticas alineadas a nivel global, según los compromisos adoptados en OACI, además de colaborar con distintos actores de la industria aérea para definir y establecer las decisiones correctas. Sin buena política no hay descarbonización.
Finanzas: IATA estima que se deben financiar alrededor de US$5 mil millones acumulativos para que la aviación alcance la meta de carbono neutral para 2050. La inversión incluye avances tecnológicos, desarrollos de infraestructura y mejoras operativas.
“Las hojas de ruta muestran dónde deben centrar sus esfuerzos todas las partes interesadas. Hay dos certezas. Para 2050, debemos estar en cero emisiones netas de carbono. Y los pasos para lograrlo que se describen en estas hojas de ruta evolucionarán a medida que crezca la experiencia de la industria”, agrega Marie Owens Thomsen, vicepresidenta Senior de Sostenibilidad y economista jefe de IATA.
Importancia de la política
La política es fundamental para normar el diario vivir de las personas en sociedad. Sin política no hay desarrollo, ni interacción. Por lo mismo, la industria aérea hace un especial llamado a las autoridades y tomadores de decisiones a involucrarse en temas aeronáuticos, entenderlos y trabajar con la industria aérea para lograr los objetivos medioambientales que quieren los Gobiernos.
“La política es particularmente importante desde el principio, ya que, en gran medida, prepara el escenario para que los inversores del sector privado se muevan. Con eso, el sector privado puede descarbonizarse a escala y con rapidez”, añade Owens Thomsen. “Sin los incentivos de política correctos y las inversiones audaces, muchas de las tecnologías e innovaciones simplemente no ocurrirán a gran escala. Todo está relacionado, por lo que tenemos las cinco hojas de ruta para unir todos los elementos paralelos y brindarles a nuestras partes interesadas, incluidos los Gobiernos, una comprensión completa de todo lo que debe suceder”.
Fotografía portada – Lufthansa (referencial)