Aumenta la presión ecopolítica sobre los vuelos privados en Europa

Como es de esperar, la aplicación de la “Ley del Clima” en Francia que limita los vuelos comerciales en aquellas rutas que tienen alternativa el transporte ferroviario, comienza a generar un efecto bola de nieve. Bajo el activismo político de grupos ecologistas justificado por la necesidad de lucha contra el cambio climático, aumenta la presión sobre la aviación. Ahora, sobre los vuelos privados.

Según publica Reuters (26/05/2023), Austria, Francia, Irlanda y los Países Bajos piden a la Unión Europea endurecer las leyes para frenar el impacto de los viajes aéreos en aviones privados por razones asociadas al cambio climático. Según estos países, la huella de carbono per cápita es “excesiva”. Por lo tanto, la Unión Europea debe actuar.

Para impulsar más restricciones, la organización Greenpace encarga un documento al Centro de Estudios Delft en los Países Bajos. De acuerdo con esto, los vuelos en aviones privados en Europa aumentan en un 64% en 2022 y emiten más de 5,3 millones de toneladas de CO2.

Crecimiento de la aviación privada

El crecimiento de los vuelos privados son una consecuencia de las adversas e inefectivas restricciones que los propios Gobiernos colocan bajo justificación del COVID-19. Con los cierres de fronteras y otras medidas, se produce la drástica reducción de capacidad de las líneas aéreas y por lo tanto, menos alternativas para viajar. Esto, obliga a un segmento más Premium a recurrir a la aviación privada.

Como consecuencia, la aviación privada muestra una recuperación en “V” ya en 2020, mucho más rápida que otros segmentos de la aviación. El crecimiento se da tanto por la compra de aviones nuevos como por la adquisición de equipos de segunda mano, además del uso del empty leg (venta por tramos) o bien arriendo por horas de servicios aéreos exclusivos. Durante los periodos más adversos de la crisis de 2020 y 2021, los vuelos privados permiten disponer de opciones de viaje a medida que las líneas aéreas -por la reducción forzada de capacidad- no pueden ofrecer.

A pesar de la rápida recuperación de la oferta aérea, la aviación privada no disminuye su actividad. Esto, supone que el sector se ve beneficiado por la llegada de nuevos usuarios o es capaz de retener a otros, por ejemplo, aquellos que son más asiduos al transporte de líneas aéreas.

Para los activistas ecológicos se deben adoptar medidas más duras contra la aviación. Sin embargo, la propia Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) señala que los vuelos realizados desde esos países siguen siendo una fracción de los 147 millones de toneladas de CO2 que se emiten en 2019.

Activismo en alza

En la segunda quincena de mayo, se realiza el evento EBACE 2023 orientado a la aviación corporativa y civil. Nuevamente, los nuevos pedidos demuestran que el sector sigue mostrando un alto dinamismo, pese a las amenazas políticas que no discriminan los esfuerzos que hace la industria aérea por tener aeronaves más modernas y eficientes.

La presión política de los ecologistas y partidos verdes crece. Aprovechando el evento, varios manifestantes interrumpen los vuelos en el aeropuerto Cointrin de Ginebra para exigir a los Gobiernos de sus respectivos países medidas más duras contra la aviación.

Se espera que el 1º de junio, los ministros de Transportes de los países de la Unión Europea discutan un documento referido al endurecimiento de restricciones a los vuelos climáticos para luchar contra el cambio climático.

La aviación privada está amenazada. Al igual que el sector de las líneas aéreas, se espera que el activismo contra el cambio climático se traduzca en mayores costos para el sector. Por lo tanto, obliga a redoblar los esfuerzos en aspectos como la renovación de flota, las operaciones más eficientes, el uso de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) y por sobre todo, en la comunicación y las relaciones con la comunidad.

Fotografía portada - Simón Blaise O.

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