A pesar de la recuperación de los viajes aéreos en América Latina y el Caribe, el presente año continúa enfrentando desafíos. Ahora, no son las adversas restricciones colocadas hace tres años que afortunadamente están en el pasado, sino las condiciones internas en los países y la incertidumbre económica.
En este último punto aparece el fantasma de la inflación que está presente después de la crisis de 2020. En muchos países, el precio de los productos aumenta así como el deterioro de la calidad de vida lo que impacta en las prioridades. Para los menos afortunados, quienes más se han beneficiado con los nuevos modelos de negocios de las líneas aéreas a través de la estipulación de la demanda a través del precio.
En su último informe, la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), la inflación en los países de la región está generando un aumento importante en los precios de los alimentos. Por lo tanto, se espera un impacto en el transporte aéreo por la prioridad que realizan los ciudadanos en el consumo de bienes y servicios, limitando otras compras como los viajes y el turismo. En Latinoamérica y el Caribe, el 25% de la canasta básica corresponde al consumo de alimentos.
Además, la inflación no sólo tiene impacto en los ingresos familiares. También influye en los precios de los servicios aéreos, aeronáuticos y también en los cobros de impuestos (tasas) que se realizan a los pasajeros. Esto, incluye el aumento del precio final de los pasajes.
Impulsado por el llamado “turismo de venganza”, fenómeno aparecido después del levantamiento de restricciones colocadas en marzo 2020, el factor de la inflación todavía no se manifiesta del todo dado que las personas continúan viajando, pese a los precios altos. Sin embargo, algunos mercados comienzan a mostrar mayor sensibilidad como es el caso de Chile o Colombia, por ejemplo. En ambos ya se manifiesta un menor dinamismo de la demanda. También está el caso de Argentina por su alta inflación.
Sin embargo, algunos países podrían compensar el impacto de la inflación con el tráfico internacional receptivo. Argentina es el más claro ejemplo con un aumento en la oferta de asientos para los próximos meses por parte de líneas aéreas estadounidenses como American Airlines y United, además del incremento de capacidad de Aerolíneas Argentinas.
“Las más recientes estimaciones de crecimiento económico del Fondo Monetario Internacional (FMI), publicadas a finales de abril de 2023, muestran que la región crecerá 1,6% este año, cifra que representa una desaceleración de 0,2 puntos, frente a sus previsiones de enero”, destaca José Ricardo Botelho, director ejecutivo de ALTA.
La inflación regional promedio está estimada en alrededor del 13,0%, según datos a abril del FMI, siempre y cuando, no existan otras condiciones que la aumenten. Por lo tanto, la variable continuará condicionando la demanda de viajes, especialmente, cuando la población reduzca la capacidad de resistencia a las alzas de los servicios.
Para mantener alta la demanda de viajes, las líneas aéreas incrementan sus acciones comerciales. Más que un fenómeno nuevo, se trata de una continuidad de políticas aplicadas en los últimos años como consecuencia de una dinámica competitiva tras la presencia fuerte del segmento de bajo costo (LCC/ULCC, por sus siglas en inglés).
Otro problema que se presenta es el bajo crecimiento económico de los países. La mayoría de los países de la región crecerá bajo el 3,0% de acuerdo con el FMI. Destaca que sólo Chile será el país con crecimiento negativo. El crecimiento económico es fundamental para asegurar la demanda aérea, más allá de los estímulos que se puedan realizar.
En ALTA, señalan que aunque las monedas locales tienen una revalorización en los últimos meses siguen mostrando una devaluación en comparación con 2019. Por lo tanto, la situación no tiende a ser favorable y sigue siendo una fuerte preocupación. “En general, las tasas de cambio afectan negativamente a las aerolíneas debido a que el 75% de su estructura de costos está dolarizada”, señala Botelho.
Además de la inflación, el precio de combustible, los problemas en la cadena de suministro y el aumento de costos en general siguen preocupando al sector aéreo. Ante un año complejo, la industria aérea espera una mayor cooperación y entendimiento de parte de los Gobiernos para trabajar en conjunto considerando el rol catalizador que tiene la aviación, además de atender los factores macroeconómicos que se presentan para sortear la situación económica más dificil para la población.
Tráfico aéreo en América Latina y el Caribe
Según datos de ALTA, en marzo 2023 las líneas aéreas de la región transportan 30,9 millones de pasajeros en Latinoamérica y el Caribe. Se trata de un aumento de 0,6% por encima del número de los pasajeros transportados en marzo de 2019.
Pese a ser tercera vez que la región supera los indicadores de ese año, está superada por África que reporta un aumento de 101,7% (es decir 0,7% respecto a 2019). Le sigue de cerca el Medio Oriente con una recuperación de 100,5%. Dichas cifras serían una muestra de la desaceleración de América Latina y el Caribe ante el panorama económico.
Otras regiones continúan mostrando recuperación en distintos. Norteamérica alcanza el 95,0%, el Sudeste Asiático llega 86,0%. En marzo, la región con una recuperación más rezagada es Europa con 85,5%.
Fotografía portada – Simón Blaise O.