Aprovechando la realización reciente de un vuelo de carga sostenible, LATAM Cargo junto a Kuehne+Nagel y Elite Flower compran más de 25.000 litros de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés). La cantidad equivale al total de emisiones generadas por un vuelo de carga en aviones Boeing 767-300F entre Miami y Bogotá.
La compra se enmarca en la estrategia de sostenibilidad definida por LATAM. El SAF adquirido proviene de materias primas alternativas de segunda generación como residuos, grasas y aceites. Por lo tanto, no afecta la cadena alimenticia de seres humanos o animales. Por las restricciones de la autoridad, la utilización del SAF sólo puede ocuparse hasta el momento en una mezcla con combustible tradicional al 50%.
LATAM Cargo señala que teniendo en cuenta que el SAF cuenta con un factor de reducción atribuido de alrededor del 80% del CO2 en su ciclo de vida en comparación al convencional, las compañías compraron una cantidad necesaria de SAF que permitiría la reducción equivalente al total de las emisiones emitidas por un vuelo en la ruta anunciada.
“Esta iniciativa marca otro hito más para el grupo LATAM en nuestros esfuerzos contra el cambio climático. Queremos hacer un aporte significativo al desarrollo sostenible de la región, y para ello nos hemos comprometido, entre otras cosas, a ser carbono neutral en 2050”, señala Andrés Bianchi, CEO de LATAM Cargo. “Esta compra está alineada con eso ya que nos permite seguir avanzando en nuestra agenda de SAF, siendo además, un reflejo de la importancia que tiene la colaboración a lo largo de toda la cadena logística para conseguir grandes cambios”.
Dificultades para el comprar SAF
La compra conjunta evidencia los desafíos que existen para acceder a los SAF en todo el mundo, principalmente por su alto valor y escasa producción. Para la industria aérea, es fundamental acelerar los trabajos conjuntos para disminuir los precios y facilitar las adquisiciones de este tipo de combustible si la agenda política de los Gobiernos quiere disminuir las emisiones de CO2 en los próximos años.
Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), el uso de SAF puede marcar una gran diferencia en la descarbonización de la industria aérea. Sin embargo las cantidades de SAF disponibles a nivel mundial son limitadas, debido principalmente a la falta de condiciones necesarias para su investigación, desarrollo y producción.
En sus objetivos de sostenibilidad, LATAM insiste en el potencial de Sudamérica como región productora de SAF. No obstante, pide a los Gobiernos un trabajo colaborativo intersectorial para hacer que ese anhelo sea una realidad.
“En esa línea, esperamos que ejemplos como este ayuden a capitalizar el potencial de Sudamérica en la generación SAF”, añade Bianchi.
“Esta alianza que hemos logrado junto a Elite Flower y LATAM Cargo, refleja que la colaboración entre empresas es el mejor camino para llevar a cabo acciones concretas, cada uno aportando desde su experiencia y sus conocimientos especializados para colaborar bajo una meta común, que nos mueve a todos”, añade Ingo Goldhammer, presidente de Kuehne+Nagel para América del Sur y Central.
SAF en LATAM
En su estrategia de sostenibilidad, el Grupo LATAM tiene como objetivo utilizar SAF en el 5% de todas sus operaciones aéreas hacia 2030. Si bien el porcentaje es reducido por las dificultades que existen para el mercado del SAF, en el holding aeronáutico aseguran que va en línea con el compromiso de reducir el 50% de las emisiones de CO2 de vuelos domésticos en 2030 y ser carbono neutral para 2050.
Desde su anuncio, LATAM todavía no explica como asignará la distribución del uso del 5% de SAF. Tal como se señala en Aero-Naves en 2021, si bien el enfoque de la reducción de emisiones de CO2 para 2030 está en los vuelos domésticos lo que puede suponer una aplicación en la flota de la familia Airbus A320, la ubicación de los centros de almacenamiento y de producción en el mundo, sugieren que la flota de larga distancia conformada principalmente por Boeing 787 y ahora los vuelos de carga sea la que utilice este tipo de energía.
Hacia 2030, la línea aérea espera consumir cerca de 80 millones de galones de SAF. La cantidad permitiría evitar la generación de 580 mil toneladas de CO2.
Fotografía portada – LATAM Cargo