Francia limita los vuelos domésticos con alternativa ferroviaria

Una polémica medida entra en vigor bajo la justificación de luchar contra el cambio climático. Desde el 23 de mayo, Francia prohíbe los vuelos con duración inferior a 2 horas y 30 minutos en rutas en las que exista la alternativa al tren. La medida responde a la presión de grupos ecologistas en Europa que desde hace años vienen presionando a las autoridades para limitar ciertos medios de transportes.

La medida está incluida entre la “Ley del Clima” aprobada en agosto de 2021. Sin embargo, algunos sectores de la industria aérea como los aeropuertos franceses, el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) intentan colocar recursos de protección por afectar de sectores esenciales para el funcionamiento de protección. Sin embargo, ninguno de estos procede y en diciembre de 2022, la Comisión Europea da el visto bueno.

Como resultado, los vuelos de corta distancia dentro de Francia deberán reducirse. Como alternativa, los destinos que se vean afectados deben contar con servicios ferroviarios con varias frecuencias al día para no afectar la conectividad de los ciudadanos. Los trenes deben asegurar que el viajero esté en el destino en no más de 8 horas.

Si bien son varias las rutas dentro de Francia que están afectadas, la medida tiene poco impacto. No afecta a los vuelos que se justifiquen como parte de una operación orientada a atender los vuelos de conexión. Por lo tanto, frecuencias entre los hubs de París (CDG) y Lyon, por ejemplo continúan estando a la venta.

Medida política más simbólica que efectiva

Para muchos, la aplicación de la cuestionada “Ley del Clima” no tendrá un gran efecto. Desde ya se habla de una medida más bien simbólica destinada a satisfacer las demandas de ciertos grupos políticos para evitar una mayor presión sobre los gobiernos y la sociedad.

Desde la industria aérea mencionan que incluso la Comisión Europea, independiente de que aprueba la medida, señala que el impacto respecto al objetivo es casi nulo. “La Comisión Europea, en la evaluación que hace de la medida de prohibir los vuelos, reconoce que esta no tendrá consecuencias sobre los objetivos climáticos", dice Laurent Donceel, director de Airlines for Europe (A4E).

Golpe para la aviación

La aplicación de la Ley del Clima en la aviación además de ser simbólica es dañina para el sector y para la economía de los países. Con su entrada en vigor, se destruye los esfuerzos e inversiones que la industria aérea está realizando para descarbonizar la aviación como por ejemplo, la inversión en flotas modernas de última generación, la compra de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) y mayores eficiencias operacionales.

Con la prohibición, no se descarta que exista impactos en los empleos en las regiones de Francia por la reducción de operaciones aéreas, especialmente, si las líneas aéreas no consiguen nuevas rutas para reubicar los aviones que no puedan operar por la entrada en vigor de la Ley.

Algunas alternativas que pueden aparecer en lo inmediato son más operaciones internacionales desde distintos puntos de Francia. Sin embargo, su viabilidad depende de la demanda que exista para garantizar los vuelos.

Air France es una de las líneas aéreas más afectadas por la medida. Sin embargo, la reducción de capacidad por las inefectivas y dañinas restricciones de viaje impuestas desde marzo 2020 y la aceptación de condiciones para obtener las ayudas públicas para sortear la crisis, hacen que la compañía adapte su red con anticipación minimizando los efectos.

Durante los últimos años, Air France y su división Air France HOP! vienen trabajando en la modernización de la flota para reemplazar los aviones más antiguos y menos eficientes con equipos de última generación. En particular, destaca la incorporación del Airbus A220-300 y del Embraer E170. También Transavia está modernizando su flota con la llegada a partir de este año de los primeros Airbus de la familia A320neo. Además, Air France – KLM viene trabajando en la operación con SAF en ciertas rutas, entre otras acciones.

A nivel mundial, la aviación es una de las pocas industrias que tiene compromisos claros auto impuestos desde hace varios años en la reducción de emisiones contaminantes. Para 2050, espera conseguir las cero emisiones CO2, pero para alcanzar ese objetivo demanda la cooperación de los Gobiernos en la transición energética.

Fotografía portada - Air France

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