Administración Biden propone compensación a los pasajeros por vuelos retrasados o cancelados

El gobierno del Presidente Joe Biden busca imponer nuevos cargos a la industria aérea al proponer una compensación a los pasajeros por retrasos de vuelos y cancelaciones “controlables”, es decir atribuibles al operador. La medida levanta controversia porque no sólo representa un aumento de los costos al sector, sino que también a los usuarios, quienes podrían experimentar un alza en los pasajes.

Todavía no existe una propuesta clara y menos fecha de implementación. Sin embargo, se adelanta que la compensación que la administración Biden busca colocar considera indemnización a los viajeros cubriendo gastos de comidas, hoteles y cambios en la reserva. El Departamento de Transporte (DOT) considera esta propuesta como “una prioridad”.

Líneas aéreas culpan a la falta de personal y la meteorología

A través del gremio Airlines For America (A4A), las líneas aéreas estadounidenses critican la propuesta. Desde su perspectiva, la imposición de nuevos cargos a la industria aérea es una forma errónea de ver el problema ya que no distinguen las verdaderas causas de los retrasos o cancelaciones.

Para una línea aérea, no tiene sentido cancelar o retrasar un vuelo, dado que atenta contra el propósito del negocio: brindar transporte a las personas. La única razón para que se produzca una cancelación atribuible al operador es cuando un vuelo tiene muy ocupación reducida y en ninguna circunstancia sea factible operarlo. Sin embargo, en ese caso operan los mecanismos de compensación ya establecidos. Adicionalmente, las líneas aéreas en función de su negocio establecen mecanismos para asegurar que cada vuelo programado se realice según itinerario.

“Los transportistas han asumido la responsabilidad de los desafíos que están bajo su control y continúan trabajando diligentemente para mejorar la confiabilidad operativa”, señalan desde A4A. “Esto incluye campañas de contratación agresivas y exitosas para todos los puestos (de trabajo) en el sector y la reducción de vuelos programados, especialmente en el noreste, en respuesta a la escasez de personal de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés)”.

Al respecto agregan que en 2022, las líneas aéreas estadounidenses reducen la cantidad de vuelos programados en aproximadamente 15% para aliviar la presión sobre el espacio aéreo estadounidense. Para la presente temporada, la demanda se está asegurando con una capacidad un 10% inferior que en 2019 para reducir la presión sobre el sistema.

Para A4A, el principal motivo de retrasos y cancelaciones de vuelos es la meteorología adversa. Entre agosto 2022 y febrero 2023, el 66% de las cancelaciones se atribuyen al clima (58,0%) y a problemas relacionados con la gestión del espacio aéreo (8,0%). Sólo el 33,7% de las cancelaciones se atribuyen al operador y 0,3% a razones de seguridad.

“Uno de los mayores impactos en las operaciones de vuelo es el clima. En 2022, más de la mitad de las cancelaciones de vuelos se debieron a condiciones climáticas extremas. En lo que va de 2023, la mayoría de las cancelaciones de vuelos se han debido a condiciones meteorológicas adversas, además de interrupciones en el ATC y escasez de personal durante y después de incidentes meteorológicos”, sentencian.

IATA dice que imponer cobros no solucionará los retrasos

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) critica al DOT y a la administración Biden por proponer un aumento de los costos de los viajes aéreos. Desde su perspectiva, idea de colocar una compensación no procede porque ya las líneas aéreas ofrecen compensaciones a los clientes cuando hay demoras prolongadas.

IATA expone que el cuadro de indicadores de cancelaciones y demoras del DOT muestra que las 10 de las líneas aéreas más grandes de los Estados Unidos ya ofrecen comidas o cupones de efectivo a los clientes durante demoras prolongadas. Además, nueve de estas también ofrecen alojamiento de hotel de cortesía para los pasajeros afectados por una cancelación nocturna.

“Las líneas aéreas trabajan arduamente para llevar a sus pasajeros a sus destinos a tiempo y hacen todo lo posible para minimizar los impactos de cualquier retraso”, sentencia Willie Walsh, director general de IATA. “La gestión de retrasos y cancelaciones es muy costosa para las líneas aéreas y los pasajeros pueden llevar su lealtad a otros transportistas si no están satisfechos con los niveles de servicio”.

Para IATA la evidencia mata el relato. Considerando la experiencia europea, establecer compensaciones a los usuarios no disminuye la posibilidad de que se sigan produciendo retrasos. Entre 2011 y 2018, las cancelaciones de vuelos aumentan de 67.000 a 131.700, al igual que los retrasos que pasan de 60.762 a 109.396. El informe de la Comisión Europea atribuye el aumento a las demoras calificadas como “circunstancias extraordinarias” como demoras en el control de tráfico aéreo.

El DOT refuta a IATA al señalar que ninguna línea aérea garantiza compensación en efectivo cuando hay un problema de la línea aérea que causa demora o cancelación significativa. Al colocar una medida de compensación, las empresas estarán más presionadas para asegurar que sus vuelos operen a tiempo.

IATA apunta a la FAA

Contrarrestando la ofensiva del DOT, IATA apunta a la falta de controladores aéreos de la FAA. En 2022, este factor es causante de varios de los retrasos y cancelaciones y se prevé que también lo hace en 2023, pese a que los operadores están reduciendo la programación de vuelos como ocurre en el área de Nueva York.

“La aviación es una actividad altamente integrada que involucra a varios actores-socios diferentes, cada uno de los cuales tiene un papel esencial para garantizar el buen funcionamiento del sistema de transporte aéreo. En lugar de señalar a las líneas aéreas como lo hace con seguridad esta propuesta, la administración Biden debería trabajar para garantizar una FAA totalmente financiada, una fuerza de trabajo de controladores con todo el personal y completar el lanzamiento del programa de modernización del control de tráfico aéreo NextGen de la FAA retrasado por décadas”, puntualiza Walsh.

Usuarios pagarán los costos

Como en cualquier actividad económica, un aumento de los costos impacta en el valor final de los servicios. De aplicarse un esquema de compensación, no se descarta que las líneas aéreas trasladen los cobros a los usuarios quienes verán pasajes más caros dado que buscarán generar los fondos para disponer de los pagos cuando correspondan.

“Probablemente tenga un impacto en los precios de los boletos”, dice el director de IATA. Dado que se añade una capa más de costos, los dineros que se destinen para esos fines tienen que recuperarse.

El gremio de las líneas aéreas señala que de aplicarse esta regulación, se pueden generar expectativas poco realistas entre los viajeros que no necesariamente se cumplan. Dado que la mayoría de las situaciones la meteorología adversa es causante de los retrasos y cancelaciones de vuelos, muchos viajeros podrían confundirse al exigir compensaciones que no corresponden produciendo frustración.

Fotografía portada - Chicago O'Hare Airport

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