Después de tres años de paralización temporal de las entregas, Qantas vuelve a recibir sus Boeing 787-9 de fábrica. La primera unidad de un total de tres previstas para el presente año llega a Melbourne en vuelo sin escalas desde la fábrica en Everett, en las cercanías de Seattle.
Con la entrega, Qantas continúa recuperando la capacidad perdida por la crisis de marzo 2020. Junto con los Airbus A380, los tres B787-9 permiten reforzar las rutas internacionales de larga y ultra larga distancia. Para la línea aérea australiana, esta y las otras dos aeronaves previstas llegan oportunamente para aumentar frecuencias hacia Europa y los Estados Unidos, además de Santiago de Chile.
En el caso específico de Santiago, Qantas suma a partir de junio retoma una frecuencia para operar cuatro vuelos por semana. Si bien en cantidad de vuelos semanales puede representar una recuperación con respecto a 2019, en términos de capacidad continúa estando bajo.
Cabe recordar que antes de la crisis, opera la ruta Sydney – Santiago con B747-400ER con una oferta semanal de 2.912 asientos por semana. Para compensar la menor capacidad del B787-9 respecto a la aeronave que reemplaza, el plan es llevar a diario sus vuelos a capital chilena. Los extensos e inefectivos cierres de fronteras frustran los planes de la compañía.
Con las cuatro frecuencias semanales, la línea aérea australiana ofrece 1.888 plazas entre Sydney y Santiago en ambos sentidos. La reducción es importante considerando que con el B747-400ER se llegan a ofrecer 2.912 asientos por semana.
Según el último dato disponible de la Junta Aeronáutica Civil, Qantas transporta 6.383 pasajeros en su ruta a Chile (marzo 2023). En comparación con mismo mes de 2019, se mantiene una caída de 46,5%.
Conectar Australia con Francia
Si bien el nuevo B787-9 reforzará las actuales rutas de larga distancia, el crecimiento de la flota también abre nuevas oportunidades como ampliar sus operaciones en mercados clave. Uno de estos es retomar los vuelos a París (CDG), suspendidos hace varios años.
Para materializar los vuelos a París (CDG), Qantas replicaría la actual operación Sydney – Perth – Londres (LHR) por ser la más adecuada y económicamente viable hasta que se incorporen los A350-1000 escogidos para el “Proyecto Sunrise”. De esta manera, la ruta quedaría Sydney – Perth – París (CDG).
Según publica Australian Aviation (01/05/2023), todavía no hay una confirmación de la operación, si los planes. Una de las alternativas que se están evaluado es utilizar las cercanías con Air France para una operación conjunta. En ese caso, Air France actuaría como un distribuidor de pasajeros a través de su París (CDG).
Air France – KLM Group y Qantas Group tienen una alianza que se renueva en 2020 en lo que respecta a códigos compartidos y acuerdos en los respectivos programas de lealtad. Los acuerdos no sólo involucran a las líneas aéreas principales (Air France, KLM, Qantas) sino a las regionales o filiales como Air France HOP!, Transavia o JetStar, respectivamente.
En la operación a París (CDG) a través de Perth, no está claro el tramo que asumirá cada compañía. Sin embargo, es altamente probable que la ruta sea realiza por la firma australiana. Actualmente, Air France no opera en Australia.
La asociación entre Air France – KLM Group y Qantas Group es de larga data. El primer acuerdo se interrumpe en 2013, cuando la compañía australiana une fuerzas con Emirates para ofrecer vuelos a Europa a través de Dubái. Si bien esa asociación continúa, la recuperación de la alianza con Air France en 2018 se interpreta como una diversificación de la oferta, y un mejoramiento de esta, dado que la opción vía Dubái no habría dado los resultados esperados.
Para crecer en Europa, Qantas no descarta operaciones en otros países y posibles nuevas alianzas, tal como explora actualmente con Air France.
Fotografía portada – Qantas