Después de nueve meses de buscar la aprobación de las autoridades competentes, la Aeronáutica Civil (Aerocivil, como se la conoce en Colombia) ratifica el miércoles 26 de abril la autorización para que Avianca y Viva Air se integren. Los permisos se dan pese a los recursos de reposición presentados por distintas líneas aéreas partes, incluyendo las dos interesadas, siendo el punto central la cuestión de los slots en el aeropuerto El Dorado de Bogotá.
“La Dirección de Transporte Aéreo expidió la Resolución 00815 del 25 de abril de 2023, mediante la cual resuelve los recursos presentados por las aerolíneas Avianca, Viva, Wingo, Ultra Air y JetSMART, así como la solicitud de la Procuraduría General de la Nación, confirmando la aprobación condicionada de la operación de integración”, señala la Aerocivil.
El pasado 21 de marzo la Aerocivil da visto bueno a la integración de las dos líneas aéreas, pero sujeto a una serie de condicionamientos y compensación. En su fallo de ratificación, la autoridad aeronáutica de Colombia los ratifica por lo que no hay cambios significativos.
En su oportunidad, Avianca y Viva Air se limitan a señalar que estudiarán el fallo, pese a que de antemano les coloca una serie de condicionantes que las propias compañías dudan si pueden implementar. En paralelo, la decisión de la Aerocivil es vista como una oportunidad para el resto de los operadores de adquirir una mayor participación de mercado, especialmente, haciéndose cargo de slots en el Bogotá.
Respuesta y malestar de Avianca
Para Avianca, el escenario que da luz verde a su ansiado objetivo (Viva Air) es altamente costoso por la cantidad de condicionantes que se colocan. En ese sentido, si bien todavía no lo manifiesta, comienza a entregar luces de que es mejor mantener el estado actual de la empresa que avanzar hacia una integración.
Andrés Neuhauser, CEO de Avianca, confirma esa apreciación. “Los condicionamientos propuestos por la Aerocivil imposibilitan la recuperación de Viva”, dice.
Desde las oficinas corporativas de Avianca, agregan que los condicionamientos tomados por la Aerocivil hacen inviable la operación de Viva en el mediano plazo, condenándola al fracaso operacional y financiero. Ponen como ejemplo, la falta de slots que tendría por la cesión que se establece en la aprobación, además de la exigencia de mantener capacidad en rutas exclusivas a pesar de la falta de aviones y de slots y la otorgación de beneficios injustificados a terceros como pagar la certificación IOSA a SATENA.
Avianca da a entender de que hay malestar por la decisión tomada. Considerando las condicionantes, el escenario actual podría ser otro si desde un comienzo la voluntad es negar la integración.
Sin embargo, en todo este proceso, aparece una cierta responsabilidad de la propia Avianca. La estrategia comunicacional que acompaña toda la solicitud de integración, tanto de su parte como de su socia, casi funcionando anticipadamente como si se tratase de una empresa, no llega a ser del todo creíble ni para las autoridades ni las otras opiniones públicas. Prácticamente, sirven más para sembrar dudas que alimentar la necesidad de una consolidación superior, probablemente necesaria para asegurar un futuro sostenible ante ciclos negativos más frecuentes.
Una posible jugada política
Así como en su momento, las dudas están sobre si Avianca y Viva Air se integran anticipadamente, motivo por el cual hay investigaciones en curso, los cuestionamientos están en el lado de la Aerocivil. Ante la imposición y mantención de condicionantes, surge la interrogante si la decisión es precisamente el resultado de un juego político para dar a conocer un no sin decirlo.
Las siete condiciones colocadas en marzo y su reciente ratificación representan un alto costo para Avianca. De asumirlas, la integración pierde valor lo que lleva a desistir. Si bien para la principal compañía aérea de Colombia hay una pérdida de oportunidades (y financiera), esta es menor en comparación a la que sufre Viva Air que prácticamente sale del mercado.
Con numerosas deudas, la devolución de gran parte de su flota y, prácticamente, desarmada, Viva Air ya no está en el mercado colombiano. Si la decisión negativa de Aerocivil se toma con anterioridad, probablemente -y de haber querido sus directivos- la empresa podría buscar otras alternativas para mantener su operación.
Menos actores en Colombia
Con la salida de Viva Air, más la quiebra de Ultra Air, Colombia pierde dos operadores no menores. El caso más significativo es el de Viva Air por la cuota de mercado que ostenta, la capacidad de estimular la demanda y por las perspectivas de crecimiento inmediatas en comparación con su competidora hoy también ausente.
Prácticamente, el mercado aéreo doméstico colombiano viene funcionando sin Viva Air desde febrero cuando la crisis se hace más evidente y se decreta el cese de operaciones. La decisión de la Aerocivil sobre la integración o no con Avianca no cambia el escenario. Avianca incrementa flota y participación, al igual que LATAM que suma más aviones y Wingo que busca crecer.
En los próximos meses, se espera que la entrada de JetSMART llene el vacío de Viva Air y Ultra Air. Actualmente, la compañía de ultra bajo costo (ULCC, por sus siglas en inglés) de Indigo Partners está en proceso de conseguir su certificación y en la contratación de su personal operativo con miras a realizar los primeros vuelos en los meses siguientes.
La llegada de JetSMART es auspiciosa para Colombia actualmente. Los planes consideran un crecimiento rápido de la oferta con hasta 12 Airbus A320neo, número que dependiendo de la capacidad de entrega del fabricante podría anticiparse, especialmente, si existen condiciones apropiadas. Mientras para el mercado significa el reemplazo de las otras firmas para los pasajeros es la posibilidad de volver a ver la dinámica competitiva.
Con el proceso de integración prácticamente terminado, se cierra un capítulo controvertido para la aviación colombiana. Ahora, es el turno de las partes sobrevivientes y a la autoridad en continuar impulsando el transporte aéreo en un país -y región- que lo requiere.
Fotografía portada – Aero-Naves