La venta del Boeing 787-8 de México ha sido anunciada recientemente, y ha sido comprado por el Gobierno de Tayikistán tras una extensa polémica política. La aeronave, adquirida en 2012 por US$139 millones, se vende por US$92 millones, pese a que los costos de almacenamiento y mantenimiento de los últimos cuatro años elevan el valor a más del doble. A pesar del logro político que el Presidente Andrés Manuel López Obrador pueda festejar, la venta supone una fuerte pérdida para el Gobierno de México.
El avión corresponde B787-8 comprado por la administración de Felipe Calderón para uso presidencial. Se trata de uno de los primeros aviones de este modelo construidos para ensayos del programa Dreamliner. Como consecuencia, tiene prestaciones diferentes a los B787 que utilizan las líneas aéreas y sus características dificulta la venta.
Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, se informa del alto costo de la aeronave. En su campaña para la presidencia, López Obrador promete que venderá el avión como una medida enteramente populista. Para ello, organiza distintas iniciativas como una rifa nacional o añadiéndolo a la flota de Mexicana de Aviación, cuya marca es vendida al Gobierno en febrero de 2023.
Durante los últimos cuatro años, el avión queda almacenado en diferentes lugares como Victorville en los Estados Unidos y en Ciudad de México (MEX). Durante este tiempo, se invita a posibles compradores sin conseguir los resultados.
Con su compra, el Gobierno de Tayikistán suma un avión de última generación a su flota de transporte. Probablemente, el B787-8 reemplace al Tupolev Tu-134 que utiliza en la actualidad.
Fotografías – Gobierno Mexicano