Bell UH-1 en la Fuerza Aérea de Chile

El helicóptero UH-1, también conocido como “Huey”, es una aeronave icónica en la historia de la aviación militar tanto en Chile como el mundo. Desarrollado en la década de 1950 por la compañía estadounidense Bell Helicopter, este helicóptero fue utilizado principalmente durante la Guerra de Vietnam, donde adquiere una relevante fama. Hasta hoy en día, se lo puede ver operando en todo el mundo para una variedad de misiones militares y civiles.

A modo de comentario, escribir la historia del UH-1 en Chile amerita un libro, con un exhaustivo trabajo de investigación. Dicho lo anterior, repasamos hitos que escriben parte de la historia del UH-1 operando para la Fuerza Aérea de Chile (FACh).

En Chile, la historia del emblemático UH-1 empieza el 06 de julio de 1966, cuando se autoriza a la Fuerza Aérea de Chile (FACh) adquirir directamente al Gobierno de los Estados Unidos helicópteros modelo Bell UH-1D/H. Las primeras cuatro unidades en llegar corresponden a modelos UH-1D. A mediados de la década de 1970, la FACh ya opera 13 helicópteros en sus versiones H y D, entre las que se incluyen dos helicópteros UH-1D que habían pertenecido al Ejército de Chile.

Posteriormente, en 1993 se adquieren 10 helicópteros UH-1H más. Estos equipos cuentan con corta-cables y nuevos equipos de avio-electrónica. Con el tiempo, la FACh decide modernizar y estandarizar su flota de UH-1H para mejorar su capacidad operativa y seguridad en misiones militares y de apoyo a la paz. La decisión de ese entonces permite que se mantengan en vuelo hasta hoy.

Los UH-1H se incorporan rápidamente a las operaciones de la FACh. Desde un comienzo, demuestran su capacidad para operar en las condiciones más difíciles del territorio chileno, desde el árido desierto del norte, hasta operaciones antárticas. Durante su vida operativa, participan en misiones de apoyo a la población civil durante emergencias naturales, como terremotos e inundaciones. También realizan labores de evacuación de personal y misiones de búsqueda y rescate en la cordillera de los Andes y en zonas remotas del país.

Punto aparte, merece la activa participación durante el conflicto chileno-argentino del Canal Beagle a fines de la década de 1970. En esa ocasión, algunas unidades se equipan con lanzadores de cohetes Sura y artillería .50 para llevar a cabo tareas de apoyo cercano a tropas terrestres, traslado de las fuerzas especiales, rotación de observadores terrestres y mantener el apoyo logístico en el sector de Nueva, Picton y Lennox.

Rescate de los rugbistas uruguayos

Años antes, el 12 de octubre de 1972, ocurre uno de los accidentes aéreos más recordados en la historia aeronáutica en Chile. Un avión Fairchild FH-227D matriculado FAU 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) en ruta Montevideo – Santiago, se accidenta en la Cordillera de Los Andes. La trascendencia de este evento es por un milagroso desenlace que ocurre luego que de 72 días de búsqueda por parte de las autoridades y de supervivencia por parte de los accidentados, 16 de los 35 ocupantes del vuelo son rescatados con vida. El resto fallece en la caída o en los días posteriores. Pese a esto, es una de las historias de supervivencia más increíbles.

El evento guarda relación con el helicóptero UH-1H por ser el encargado de efectuar el rescate desde la alta montaña. Tras la toma conocimiento de los sobrevivientes Roberto Canessa y Fernando Parrado, al ser encontrados por el arriero Sergio Catalán, se activa el plan un rescate asignándose las aeronaves H-89, H90 y H-91 pertenecientes al Grupo de Aviación N°10 con base en Santiago.

Los helicópteros se trasladan hacia la localidad de San Fernando, desde donde operan hacia el lugar del accidente. Por su ubicación y altitud, la operación llevan a los UH-1H al límite de sus capacidades. Lo anterior, se suma a la complicada geografía cordillerana, que en ese momento, presenta condiciones de vuelo extremadamente difíciles para los pilotos, quienes con destreza enfrentan vientos impredecibles o arrachados que ponían dificultad a la misión.

Una vez que los helicópteros entran en contacto con los restos del avión comienza una operación de rescate que tardaría más de un día. El equipo compuesto por dos expertos de alta montaña del Cuerpo de Socorro Andino de Chile, con su equipo y alimentación para vivir un par de días, y un enfermero del Ejército se quedan con los sobrevivientes que serían rescatados al día siguiente. Sólo seis ocupantes se suben a los helicópteros en el primer contacto.

Misiones antárticas

Durante la década de 1980, algunos UH-1H se asignan al Grupo N°6 con base en Punta Arenas. Ahí, reciben “un mimetizaje” en todos verdes oscuros similar al usado por los A-37 Dragonfly. Luego de que la FACh, operara los modelos UH-12 “Raven” y Bell 212 en tareas antárticas, donde ambas aeronaves sufrieron accidentes, se designan dos helicópteros UH-1H del Grupo N°6.

Ambos helicópteros cambian de esquema para adoptar uno “más ad-hoc” a las misiones antárticas, destacando el color rojo en parte de su fuselaje. Estos aparatos sumados a un avión De Havilland Canada DHC-6 Twin Otter son los primeros en pertenecer al nuevo Grupo de Exploración Antártica.

Misiones de Paz

La primera misión de paz que involucra a los helicópteros UH-1H es la Misión de Observación de las Naciones Unidas (ONU) para Iraq y Kuwait posterior a la Guerra del Golfo de 1991. El organismo internacional quedaría a cargo de resguardar la paz en las regiones desmilitarizadas post-guerra, y solicita a Chile un equipo de personal y helicópteros para tareas de transporte y vigilancia en la zona conflictiva. Dicho despliegue fue denominado como “Tarea de Paz Chile I”

Posterior a la misión de 1991, La ONU vuelve a solicitar a Chile un grupo de helicópteros y personal, dada la experiencia adquirida anteriormente. Es así como se envían a Iraq 5 helicópteros UH-1H y más de 250 personas para realizar misiones de evacuación aérea y apoyar el trabajo logístico del organismo.

Otro de los despliegues importantes del UH-1H es en MINUSTAH. Se trata de una misión de apoyo de la ONU a Haití, cuando este país enfrenta una grave crisis política y social. Chile designa una agrupación de helicópteros que durante 13 años tuvo presencial en el país centroamericano con base en la capital Puerto Príncipe. Participan más de 1.300 efectivos que fueron parte de la misión, organizados en 25 agrupaciones. Los helicópteros chilenos realizan efectivos patrullajes y más de 35 evacuaciones aeromédicas al año sumando un total de 17 horas de vuelo.

Legado

A pesar de que la FACh incorpora otros modelos de helicópteros más modernos para complementar su capacidad operativa, los UH-1H son parte fundamental de su flota aérea. A la fecha, muchos se mantienen en servicio.

Su versatilidad, fiabilidad y capacidad de operar en las condiciones más adversas, hacen de este helicóptero un activo valioso para la Institución. Incluso también es utilizado para el combate y extinción de incendios.

Son miles de horas de vuelo, cientos de tripulaciones formadas y un gran número de misiones logísticas en pro del país y apoyo a la comunidad que transforman – al momento de escribir esta nota – al UH-1H en una leyenda viviente de la aviación nacional.

Fotografía de portada – Simón Blaise O.

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