En medio del desafío que tiene la industria aérea por lograr la carbono neutralidad en 2050, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) pide a los Estados en conjunto para avanzar en la reducción de emisiones contaminantes. Si bien los SAF son importantes y ocupan gran parte de la atención, también hay otras herramientas inmediatas que hacen su aporte.
En el seminario LTAG-SAF realizado en Chile el 10 de abril, el secretario general de OACI, Juan Carlos Salazar, señala que la aviación es responsable de sólo 2,0% de las emisiones contaminantes. Destacando las metas que se vienen, hace un llamado a los Estados a trabajar en conjunto con la industria aérea. Enfatiza que a través de la OACI los Gobiernos pueden encontrar apoyo para las políticas públicas que se buscan crear.
Salazar expone que hay cuatro áreas claves de trabajo. La primera y quizás más importante por el potencial inmediato que tiene son los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés). La segunda son las innovaciones en materia de propulsión y almacenamiento, referidas a las nuevas tecnologías de motores y almacenamiento de otros combustibles como el hidrógeno verde que estarán presentes en las próximas décadas.
Las otras áreas de trabajo también son inmediatas. Sin embargo, a veces pasan menos desapercibidas por los Gobiernos o autoridades aeronáuticas, pero que tienen un gran aporte con la tecnología aeronáutica ya disponible.
Según lo explicado por el secretario general de OACI, son las mayores eficiencias en la gestión del espacio para permitir vuelos más directos y reducir las demoras. Dentro de este punto también resalta la importancia de contar con un mejoramiento de la infraestructura de los aeropuertos y de las operaciones en tierra para reducir las esperas innecesarias y con esto las emisiones.
El otro aspecto fundamental es la adhesión de los Estados al Plan de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA). En octubre 2022, la Asamblea General de la OACI -es decir los Gobiernos- da su apoyo a CORSIA. Se trata de un punto importante ya que permite continuar con los compromisos adoptados en base a medidas de mercado para gestionar la huella de CO2 generada por la aviación.
Las palabras de Salazar respecto a CORSIA son importantes y llegan en momentos adversos para la industria aérea cuando muchos Gobiernos intentan colocar impuestos verdes o correctivos bajo la justificación de la contaminación. A la fecha, ninguno de estos impuestos hace que la gente deje de volar o disminuyan las operaciones aéreas, simplemente, porque la aviación es el medio más eficiente para conectar los lugares.
En distintas ocasiones, la industria aérea pide evitar las cargas tributarias porque sólo llevan a aumentar los costos sin que existan beneficios. En la práctica, muchos impuestos comienzan con buenas intenciones, pero terminan llenando las arcas fiscales para muchos ítems ajenos a los objetivos que el sector se plantean.
OACI pide generar confianza para los SAF
En su intervención en Santiago de Chile, el secretario general de OACI se refiere a la importancia con financiamiento público y privado para desarrollar la producción de SAF. Para ello, insta a generar la confianza para que los inversionistas pongan los recursos.
Salazar señala que en América Latina y el Caribe hay un gran potencial para producir SAF. Por la diversidad biológica que poseen los países, la región tiene una oportunidad para trabajar en estos tipos de combustibles.
“La región tiene un enorme potencial para el desarrollo de SAF a partir de la biomasa. Según los últimos informes, esperamos el anuncio de varios proyectos nuevos por miles de millones de dólares en nuestra región”, dice. Añade que en 2022 se anuncian 36 proyectos en todo el mundo que aportan 19 millones de litros de capacidad de producción en SAF.
El secretario general de OACI señala que los países “no están solos” en el tema de SAF. Sin embargo, es fundamental evaluar y abordar las económicas, jurídicas, financieras que obstaculizan el progreso en esta área a nivel local como regional.
“La OACI ha establecido un programa de asistencia en materia de combustibles sostenibles de aviación para los Estados en materia de desarrollo y despliegue y facilita la cooperación y los estudios de factibilidad, así como la certificación”, dice Salazar.
Actualmente, hay seis países sudamericanos adheridos a este programa. En la jornada del 10 de abril, Chile es el último país en incorporarse. La participación está en línea con el compromiso del Gobierno de Chile en materia de SAF y con la hoja de ruta en la cual se trabaja a través de la mesa público-privada dentro del programa Vuelo Limpio.
OACI agrega además que los Estados pueden realizar acciones para aportar a la reducción de la contaminación producida por la aviación mientras llegan los SAF. Además de insistir con la adhesión al CORSIA, pide elaborar planes nacionales concretos para reducir emisiones contaminantes y realizar inversiones en los aeropuertos y la navegación aérea.
Fotografía portada - Lufthansa (referencial)