Como reflejo de su delicada situación financiera, Ultra Air arriesga la confiscación de gran parte de su flota por no pago de los arriendos correspondientes. En los últimos días, distintos arrendadores (lessors, como se los denomina en la industria aérea) están exigiendo el retorno de sus aeronaves por no pago de las cuotas desde hace varios meses.
De acuerdo con Portafolio (21/03/2022), Avolon, ALAFCO, Carlyle Aviation Partners y Dubai Aerospace (DAE Capital), están exigiendo los aviones. De concretarse, la situación pone en riesgo la continuidad inmediata de las operaciones.
Actualmente, la flota de Ultra Air está conformada por seis Airbus A320. Avolon cuenta con dos aeronaves (registro HK-5393 y HK-5395), ALAFCO con otros (HK-5394 y HK-5396), mientras Carlyle Aviation Partners y DAE Capital, ambas con una (HK-5402 y HK-5413).
El diario “El Tiempo” agrega que algunas aeronaves están con notificación de detención en tierra. Por lo tanto, no pueden ser utilizados por la línea aérea. Dicha situación permitiría explicar los problemas operacionales que Ultra Air enfrenta. En su publicación “Portafolio” señala que desde el lunes la línea aérea enfrenta inconvenientes para cumplir con sus itinerarios.
Durante las semanas anteriores, rumores en el mercado aéreo colombiano señalan que Ultra Air está próxima a suspender sus operaciones por los problemas financieros. Si bien su CEO, William Shaw, niega esta posibilidad, si reconoce la situación de crisis. “Estamos hablando con los diferentes actores del gobierno colombiano para ayudar en la crisis que está viviendo el sector de aviación nacional. Reiteramos que continuamos con nuestras operaciones, seguridad y precios justos para seguir contribuyendo al desarrollo del sector turístico colombiano”, dice.
Escenario podría favorecer a JetSMART
En paralelo, se conoce el acuerdo mediante el cual JetSMART compraría a Ultra Air. Ambas firman confirman que darán inicio al proceso de due dilligence con el fin de llegar a un acuerdo definitivo que será sometido a las aprobaciones gubernamentales respectivas.
Considerando la crisis generada por Viva Air al suspender voluntaria y unilateralmente sus operaciones, el Gobierno de Colombia enfrenta la posibilidad de ver la paralización de otra línea aérea con las consiguientes afecciones para los usuarios. En ese sentido, la compleja situación por la que atraviesa Ultra Air podría acelerar el proceso de compra propuesto por JetSMART y con ello su ingreso al mercado aéreo colombiano.
Sin embargo, el escenario pone en alerta también a las empresas ante posibles cuestionamientos que se puedan dar, tanto por parte de la opinión pública como de las instituciones del Estado y otros organismos. Por el momento, las dos firmas tienen una ventaja dado que una no está presente en el mercado aéreo colombiano.
Cabe recordar que la firma de ultra bajo costo (ULCC) de Indigo Partners tiene autorizado su ingreso a Colombia por parte de la Aeronáutica Civil (Aerocivil). La autoridad aeronáutica colombiana entrega su aprobación tras adelantar los respectivos análisis relacionados con la capacidad administrativa, técnica y financiera de la línea aérea de Indigo Partners.
JetSMART está autorizada para proseguir con el proceso de aprobaciones que le permitirá incursionar con su servicio en los aeropuertos de Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Medellín (MDE), Cúcuta, Montería, Pereira, Pasto, San Andrés y Santa Marta. Estas ciudades son claves en la operación futura ya que desde cada una de estas prevé ofrecer servicios punto a punto.
En el caso de que se autorice la compra de Ultra Air, JetSMART puede comenzar con una cuota de mercado doméstico de alrededor entre el 4,4% y 8,0%. Si bien el porcentaje es menor al aspiraba con la intención de adquirir Viva Air, es una cuota relevante para iniciar operaciones y crecer. Cabe recordar que el plan de la ULCC de Indigo Partners es colocar 12 A320neo en un plazo de tres años que incluso podría reducirse.
Fotografía portada – Ultra Air