La imagen de Chile como país seguro parece ser sólo un recuerdo. Por tercera ocasión, una nueva y grave vulneración a la seguridad en un área restringida del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, como es la plataforma de estacionamiento de aeronaves, pone en duda las medidas para salvaguardar la integridad de los pasajeros, las aeronaves y del personal aeroportuario.
Si bien la acción del personal de AVSEC de DGAC logra frustrar el atraco -con el resultado de un funcionario fallecido-, el intercambio de disparos con armas cortas y largas, más el involucramiento in situ de aeronaves, un Boeing 787-9 de LATAM (CC-BGA) -encargado de transportar la preciada carga objetivo de los delincuentes- y un Airbus A350-900 de Delta ubicado en el estacionamiento adyacente, representan el hecho más grave conocido hasta la fecha desde 2014.
El suceso
De acuerdo con los antecedentes preliminares aportados por la Fiscalía Occidente y la Policía de Investigaciones (PDI) al mediodía del 08 de marzo, el intento de robo al camión de valores se produce a eso de las 07:50 horas cuando tres a cuatro automóviles ingresan por uno de los accesos perimetrales al aeropuerto hasta llegar a la posición de contacto (puente de embarque) E5 donde se encuentra el B787-9 de LATAM procedente de Miami en proceso de descarga de la carga.
“Aproximadamente a las 07:50 horas se produjo un asalto al interior del aeropuerto, en el puente E5. Los sujetos habrían ingresado por el área perimetral del aeropuerto para dirigirse al puente mencionado a donde se encuentra un avión de LATAM procedente Miami. La aeronave dispone de una carga valorada que iba ser retirada por la empresa Brinks”, dice el fiscal Eduardo Baeza. “Alrededor de 10 sujetos irrumpen en el lugar y son repelidos por funcionarios de seguridad AVSEC de DGAC, frustrándose el hecho. Como resultado, un funcionario AVSEC fallece”.
Enfatizando de que por ahora sólo se trata de información preliminar, el fiscal indica que el ingreso se produce por el sector 7 del aeropuerto impactando las rejas. También señala que cuentan con uniforme del personal aeroportuario.
“Ingresaron colisionando la reja exterior del sector 7, impactaron las rejas. Tienen uniforme y armamento que los identifica como funcionarios del aeropuerto”, agrega. También indica que se van a periciar las aeronaves afectadas.
Los delincuentes organizados buscan robar alrededor CLP26 mil millones (US$32 millones) destinados a tres bancos chilenos.
Cuestionamientos a la seguridad
Con tres sucesos delictuales desde 2014 a la fecha en el principal aeropuerto de Chile. De estos, dos ocurren en el área restringida y uno implica el cruce de un vehículo no autorizado por una pista activa, la seguridad aeroportuaria está cuestionada. A estos, se agregan incidentes en el área terminal con pasajeros que logran ingresar a la plataforma.
El primer gran ataque delictual es el llamado “robo del siglo”. En 2014, delincuentes ingresan al área de movimiento para robar un camión de valores con CLP6 mil millones en cuya huida cruza la pista activa (17L/35R). El cruce de un vehículo no autorizado representa una grave falta a la seguridad aeroportuaria.
El segundo suceso tiene lugar el 10 de marzo de 2020 cuando alrededor de siete a diez sujetos utilizan una camioneta disfrazada de la empresa DHL para ingresar a las dependencias de Aerosan en el sector de carga del aeropuerto. Con credenciales falsificadas, logran estar en un área restringida para sustraer alrededor US$14 millones y €1 millón.
El tercer suceso es el que ocurre recientemente con una balacera en el área de movimiento. Es el único en el que hay aeronaves involucradas y el fallecimiento de una persona.
A estos se suman otros hechos de menor gravedad, pero no menos importantes. El 14 de abril de 2022, los pasajeros de un vuelo de SKY con destino a Bogotá logran descender a la plataforma en protesta porque el vuelo no puede despegar. El 26 de ese mes, casi 100 pasajeros transgreden el control de la puerta de embarque y acceden sin autorización a la plataforma por la demora de un vuelo de JetSMART.
En Chile, la seguridad de los aeropuertos se distribuye en dos partes. La primera y más importante es la que entrega la DGAC, entidad que controla y autoriza el ingreso de pasajeros, así como de todo personal que desempeña funciones o que ingresa a un área restringida de los aeropuertos. La otra es privada a cargo de los administradores aeroportuarios como puede ser una concesionaria. Su función sólo está delimitada al área pública de concesión y en algunos casos puede ingresar al área restringida como la sala de embarque, previo control de AVSEC. Ambas esferas son complementarias y colaborativas.
Después de los hechos de 2014, se le encarga a la Fuerza Aérea de Chile (FACh) y a la DGAC reforzar la seguridad en los aeropuertos del país. Sin embargo, ante la repetición de delitos e incidentes, los cuestionamientos crecen, especialmente, ante la escasa capacidad de prevención de amenazas.
A través de un comunicado, DGAC señala que ha reforzado los mecanismos de seguridad y ha dotado a sus funcionarios AVSEC de equipamiento y entrenamiento, lo que permite repeler este intento de robo. No obstante, indica que se ha dispuesto de un sumario administrativo con el fin de determinar el cumplimiento de los procedimientos de seguridad que son responsabilidad de este servicio.
Daños a la imagen de Chile
En casi 50 años, la seguridad aeronáutica de Chile no se ve cuestionado. Por el contrario, es objeto de admiración internacional por el continuo progreso y por brindar espacios seguros en cada uno de sus recintos.
Por lo mismo, la vulneración de la seguridad perimetral del aeropuerto de Santiago como desde sus terminales representa una falla significativa. Ni siquiera en aeropuertos ubicados en zonas de alto riesgos se suelen conocer sucesos de similar índole en periodos cortos de tiempo. Sin duda, eso refleja que hay prácticas o costumbres que se mantienen y que las medidas colocadas no representan obstáculos para concretar una amenaza.
La gravedad de los hechos en áreas estratégicas del aeropuerto con el involucramiento directo o indirecto de aeronaves de otros países sin duda trae consecuencias. Habitualmente, los operadores aéreos, agencias de seguridad y organismos del Estado realizan evaluaciones de riesgos donde se incluyen distintos grados de amenaza y la capacidad de respuesta que el país ofrece.
Ante la situación y las reiteradas vulneraciones a las que se ve objeto el sistema aeroportuario, cobra prioridad que los organismos del Estado como toda la comunidad aeronáutica. Esto, incluye a las líneas aéreas, aeropuertos, agentes de carga, operadores, proveedores e incluso a organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales de aviación, quienes deben trabajar en coordinación y cooperación no sólo para corregir las deficiencias presentes, sino para evitar que estas como otras amenazas a la seguridad tengan lugar, tanto en el aeropuerto de Santiago como en otras dependencias del país.
Fotografía portada - Simón Blaise O.