A través de una declaración, Delta Air Lines lamenta los sucesos delictuales ocurridos en el área restringida del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago. Resaltando que la seguridad es la prioridad número uno en la compañía, adelanta que trabajará con todas las partes interesadas para investigar los hechos.
“Nuestros corazones están con los seres queridos de aquellos afectados por los tristes eventos de hoy en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez y Delta trabajará de cerca con todas las partes interesadas de la aviación mientras se investigan estos eventos. Nada es más importante que la seguridad de nuestros clientes y nuestra gente”, señalan.
Ante los disparos en la plataforma de estacionamiento del aeropuerto y los registros recopilados, la línea aérea, señala que después de los peritajes correspondientes realizado por los organismos competentes del país, su aeronave (un Airbus A350-900, registro N574DZ) no presenta daños. Por lo tanto, logra operar el vuelo a Atlanta (DL146), según lo programado.
“La aeronave fue examinada exhaustivamente después del incidente y se confirmó que no presentaba daños”, declara. Agrega además que “no se reportaron lesiones a personas o clientes de Delta”.
Las primeras grabaciones muestran a la aeronave de Delta con posibles impactos de bala o de rebote de estas. Por la ubicación y registros, el fiscal Eduardo Baeza de la Fiscalía Occidente señala al mediodía del 08 de marzo que se deben periciar las aeronaves involucradas.
La nueva vulneración a la seguridad del aeropuerto de Santiago es la más grave que afecta al terminal aéreo desde 2014, cuando un grupo de delincuentes roba un camión de valores desde la plataforma de la terminal nacional y cruza una pista activa (17L/35R) sin autorización lo que pone en riesgo la seguridad operacional. En 2020, otro grupo de delincuentes ingresa armado a la terminal de carga con credenciales de DGAC. Además, en 2020 protestas de pasajeros por molestias respecto a la operación de sus vuelos termina con personas no autorizadas en la losa del aeropuerto.
Fotografía portada – Issan Valenzuela