Después de días de incertidumbre, Rusia logra enviar la cápsula Soyuz MS-23 a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) con el fin de asegurar el retorno de los dos cosmonautas rusos y al astronauta estadounidense. El 23 de febrero, el cohete con la cápsula logra despegar desde el sitio de lanzamiento en Baikonour en Kazajistán y acoplarse satisfactoriamente en la ISS.
Inicialmente, una nueva fuga en la nave de carga MS-21 Progress supone un retraso del envío de la cápsula MS-23 hasta principios de marzo, según informan medios de prensa occidentales. Sin embargo, desde Rusia aseguran durante la semana que están en condiciones de enviar la cápsula de manera anticipada, siempre y cuando, se disponga de todas las aprobaciones correspondientes. La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) termina aceptando la propuesta rusa.
La llegada de la MS-23 a la ISS ocurre el sábado 25 de febrero. Por ser una cápsula de rescate, el viaje de esta aeronave se realiza sin tripulación, pero con 429 kilogramos de carga adicional a la estación lo que permitirá extender la misión de la tripulación hasta septiembre, según informan las agencias rusas. El envío incluye suministros y equipos médicos, instrumentos científicos, agua, alimentos y artículos de limpieza.
Si bien se suele hablar de un “atrapamiento” de los tripulantes en la ISS, lo que correcto es que corresponde a una falta de medios para asegurar un retorno inmediato en caso de emergencia por la falla de la MS-22. Por esta razón se envía a la MS-23 y se estudian alternativas como recurrir a SpaceX como recurso inmediato.
Retorno de la MS-22
Con la MS-23 atracada en la ISS, se encuentra asegurado el transporte de la tripulación en caso de emergencia hasta septiembre. Ahora, Rusia se prepara para iniciar el regreso a la Tierra de la MS-22 dañada.
Según la agencia espacial rusa, Roscosmos, la MS-22 es dañada por un micrometeoro que la golpea a una gran velocidad lo que provoca la fuga. También se cree que es la causa de la fuga que se produce en la MS-21 el 11 de febrero, aunque todavía se trata de una investigación en curso.
Roscosmos asegura que comparte toda la información con la NASA. El trabajo en la ISS es uno de los pocos sectores en los que Rusia y los Estados Unidos cooperan desde que se inicia la guerra en Ucrania.
Debido a las investigaciones que se están llevando en los daños de la MS-21 y MS-22, las agencias espaciales de ambos países han reorganizado los horarios y pospuesto las caminatas espaciales planificadas.
La MS-22 debiera regresar a la Tierra sin tripulación en marzo para realizar la evaluación final de los daños.
Fotografía portada – NASA