Ante los problemas presentados en los aeropuertos durante 2022 con una serie de retrasos, interrupciones en la programación y escasez de personal aeronáutico que impactan a todo el sistema, diversos actores de la industria aérea concuerdan en la necesidad de avanzar en la digitalización de las operaciones. El objetivo es agilizar todos los procesos asociados al transporte aéreo.
Según un informe de SITA, uno de los proveedores de tecnología líder en la industria con soluciones para líneas aéreas, aeropuertos, aeronaves y Gobiernos, la desestabilización provocada por la crisis del COVID-19 obliga a muchas empresas a establecer mecanismos para conseguir operaciones más ágiles y eficientes a través de la gestión de tecnologías de información. Esto, hace referencia al seguimiento y la administración de los sistemas de los sistemas de una organización como hardware, software y redes.
A futuro, las expectativas son altas para este tipo de soluciones . Desde 2020, están mostrando un crecimiento considerable de forma constante que se traduce en un avance en el marco de la digitalización de la industria.
“La recuperación de vuelos postpandemia ha sido más rápida de lo que expertos en el campo inicialmente esperaban, especialmente en Europa y los Estados Unidos. Si bien la recuperación es bienvenida, los aeropuertos y las aerolíneas han enfrentado otros desafíos: la falta de recursos humanos. lo que pone presión en operaciones, lo que se traduce en un mayor riesgo de hacinamiento, retrasos, cancelaciones y pérdida de equipaje”, dice David Lavorel, CEO de SITA. “La digitalización ha probado ser la solución a estas adversidades, brindando más escalabilidad y flexibilidad”.
En el informe, se detalla que el 96% de las líneas aéreas y el 93% de los aeropuertos planean que la inversión en tecnologías de información sea igual a 2022 o aumente durante 2023. Las estimaciones muestran montos por US$37 mil millones y US$6,8 mil millones para cada año.
Digitalización de servicios, una solución viable
Los aeropuertos están encaminando la digitalización de los servicios con herramientas de auto servicio. El enfoque está en dar soluciones de este tipo en check-in y entrega de equipaje automático (self check-in, self bag tag y self bag drop). Se espera que el 85% de las terminales aéreas tengan estos servicios para 2025.
De igual manera, se está trabajando en el concepto de token biométrico, lo cual significaría que los pasajeros con solo presentar su rostro en un lector pueden tener autorización de ingreso a algún punto de acceso como la sala de embarque. En palabras simples, el usuario sería capaz de utilizar su rostro a modo de tarjeta de embarque el cual sería único y seguro.
Según el estudio, esta tecnología presenta un aumento en su implementación pasando de un 3% en 2021 a un 39% en 2022. Es importante tener en consideración que más de la mitad de los aeropuertos pretende implementar dicha tecnología dentro de los próximos tres años, lo que podría significar un alza superior a la observada durante el año pasado.
De igual manera, se trabaja en la comunicación automatizada con los pasajeros mediante alertas preventivas autónomas en caso de la interrupción de un vuelo para 2025. Además, se busca en conjunto a la inteligencia empresarial el escalamiento de las operaciones con relación directa a la necesidad de cada caso en concreto.
En cuanto al equipaje, se sabe que la pérdida de las maletas facturadas es un tema que requiere acción correctiva. Por lo mismo, la industria trabaja en una gestión de equipaje eficaz mediante un sistema de información de seguimiento de este en tiempo real que se estima esté listo en 2025.
¿Por qué se habla de herramientas para consolidar la recuperación?
Después de los desafíos presentados en los aeropuertos por faltas de personal, retrasos o reprogramación, así como equipajes perdidos durante 2022, expertos en el sector concuerdan que este tipo de situaciones no pueden volver a repetirse. Para ello, la digitalización es clave. Se presume que la automatización reduce las probabilidades de errores y permite la entrega un servicio más adecuado al usuario.
Las soluciones modernas responden a un fuerte compromiso para lograr la ansiada experiencia de viaje más ágil y tecnológica. Los beneficios no apuntan sólo a los aeropuertos, sino que también a todas las fases del viaje, incluyendo la experiencia en vuelo.
Cabe recordar que cualquier problema en alguna etapa del viaje no sólo tiene consecuencias para los prestadores de servicios y el cliente. Además se genera una predisposición (principalmente negativa) de este último hacia los distintos procesos y servicios que recibe.
Al disponer de herramientas que faciliten los viajes, se espera un procesamiento más rápido de los pasajeros, se reducen errores y se aumenta una confiabilidad en el sistema.
Fotografía portada – SITA