Sigue acá la ceremonia de entrega del último Boeing 747
Tras salir del proceso de ensamblaje en diciembre y completar los respectivos ensayos de vuelo, hoy Boeing entrega el último B747 en servicio comercial. Se trata de un B747-8F a la compañía carguera Atlas Air con el cual oficialmente se cierra de la producción de una de las aeronaves más emblemáticas de la historia.
“Durante más de medio siglo, decenas de miles de colaboradores dedicados de Boeing han diseñado y construido este magnífico avión que verdaderamente ha cambiado el mundo. Estamos orgullosos de que este avión continuará volando por todo el mundo en los próximos años”, expresa Kim Smith, vicepresidente y gerente general de Boeing para los Programas 747 y 767.
Atlas Air es el último operador de los B747-8F. Durante los meses anteriores, viene recibiendo los ejemplares con los que cierra la línea de producción que comienza hace 53 años con los primeros equipos construidos para Pan Am. Todavía queda en producción otras dos aeronaves especiales (basadas en el B747-8) destinadas a reemplazar el avión presidencial de los Estados Unidos.
Boeing 747-8
El B747-8/-8F es la aeronave para el servicio comercial de pasajeros y carga de mayor longitud en servicio con 76,2 metros de largo. Se trata de la última variante construida por Boeing con el objetivo de proyectar a la emblemática aeronave frente a la competencia desde el otro lado del Atlántico con Airbus y el A380.
Si bien el fabricante estadounidense siempre considera que el futuro de los viajes estaría marcado por aeronaves de menor capacidad y prestaciones para volar más lejos, lo que favorece el desarrollo de rutas punto a punto, la presión mediática que genera la competencia europea lleva a desarrollar una actualización del entonces B747-400/-400ER.
En ese entonces, Boeing considera que si Airbus consigue vender el A380 en varias líneas aéreas, se puede seguir vendiendo el B747 considerando la mayor cantidad de operadores que lo utiliza. Si bien la decisión está, supone un riesgo considerando que el fabricante ya viene ofreciendo alternativas más económicas al mercado, especialmente con el B777-300ER y B777F.
El desarrollo de la última variante del “Jumbo Jet” comienza el 14 de noviembre de 2005 cuando se lanza el programa B747-8/-8F con 18 unidades encargadas. Como reflejo de los cambios de la aviación comercial, por primera vez, es el sector de carga aérea la que impulsa los pedidos comenzando por NCA (Nippon Cargo Airlines) y Cargolux. Las únicas líneas aéreas de pasajeros que operan el B747-8 son Lufthansa y Korean Air.
El B747-8F sale de la planta de Everett en 2011. Las primeras unidades son entregadas ese mismo año y, al año siguiente, la variante de pasajeros. Si bien Boeing espera que la aeronave pueda atender mercados de alta densidad, conectando los grandes hubs, no tiene el éxito esperado. Sólo piden 138 ejemplares de los cuales 50 son para la variante de pasajeros y 88 para la de carga.
El fin del B747: consecuencia de la propia Boeing
En 2016, cuando se dan a conocer los resultados financieros para el segundo trimestre, Boeing informa que se considera poner término a la producción del B747. La decisión se toma por una reducción de pedidos ya que la aeronave no responde a las tendencias del mercado. Gradualmente, la producción se reduce a partir de septiembre de ese año a un avión cada dos meses hasta 2019. Sólo un pedido adicional de Atlas Air permite extender la producción hasta hoy.
En la industria, el fin del B747 es una realidad previsible tras el descenso significativo de pedidos a partir de la segunda mitad de la década de 1990 y que se acentúan más a partir del 2000. Con los ciclos económicos adversos cada vez más frecuentes, las líneas aéreas demandan aeronaves más eficientes y con prestaciones que permitan reducir el creciente aumento de costos, principalmente el combustible.
En términos generales, la eficiencia operativa que brindan los dos motores y la capacidad de carga de pago a mayor alcance de nuevos aviones son los que sentencian a la “Reina de los Cielos” como se la denomina. Sin embargo, su verdugo no viene de la competencia, sino de la misma empresa.
El desarrollo de Boeing del B777 y sus distintas variantes desde mediados de la década de 1990 es el que sentencia a una lenta muerte al B747 (en esos años dominado por la variante -400). Si bien también está la puesta en servicio de otros modelos como el A340-600 y más adelante, el A350-900 y el B787-9/-10, su incidencia es menor.
El B777-300ER es el modelo clave que eclipsa al B747-400 y B747-8 en la versión pasajeros y el B777F para la carga. Con capacidad para transportar hasta 425 pasajeros en vuelos sin escalas de hasta 17 horas o incluso más, brinda a los operadores más posibilidades a mayor economía.
Hacia mediados de la década pasada, el B777 domina el 55% de los pedidos y acapara el 71% del mercado en su categoría. La aparición de las B777-8, con capacidad para transportar a 350 pasajeros en rutas de 9.300 millas náuticas (17.220 Km), y B777-9 para 400 pasajeros en tramos de 8.200 mn. (15.185 KM), sólo acentúan la entonces presente “crisis del Jumbo”.
Por esos años, Boeing sigue defendiendo a su producto señalando que “existe espacio para aviones de esas características”, pese a que la respuesta de los clientes no acompaña. En su argumento, apela a la industria de carga, pero la desprogramación de los B747 de muchas flotas de las líneas aéreas destruye las proyecciones del fabricante.
Pese a la reticencia, el fabricante estadounidense reconoce que es difícil sostener la producción. “Si no somos capaces de obtener suficientes pedidos y/o mercados para mantener la producción y otros riesgos que no pueden ser mitigados, podríamos registrar pérdidas adicionales que pueden ser significativos y es razonablemente posible que pudiéramos decidir poner fin a la producción del B747”, señala en el documento 10-Q del segundo trimestre de 2016.
Aporte
El B747 fue la materialización de los deseos de una industria que buscaba hacer del avión una herramienta de transporte masivo. Su diseño comienza hacia 1965 cuando Boeing define las líneas generales de avión para 500 pasajeros. Un año más tarde, con el impulso de Pan American (PanAm) con una orden 25 unidades se da inicio al programa. Desde 1970 se han desarrollan más de cinco variantes y cuatro subvariantes sólo para la aviación comercial.
Desde su puesta en servicio a partir del 22 de enero de 1970 con el primer vuelo comercial realizado por Pan Am entre Nueva York (JFK) y Londres (LHR), el B747 permite que las líneas aéreas puedan transportar gran cantidad de personas y carga en vuelos sin escalas. Como resultados pueden expandir sus horizontes hacia nuevos destinos que hasta ese entonces no pueden alcanzar, especialmente con el B747-400 de mayor capacidad a partir de la década de 1990.
Por el tamaño, la capacidad y prestaciones, el B747 no deja indiferente a cualquiera, incluso hasta épocas actuales cuando los grandes aviones son algo común en los distintos aeropuertos. Su impacto hace se bautice como el “Jumbo Jet” -por su semejanza a la elefante- o “The Queen of the Skies” (“La Reina de los Cielos”), títulos que por excelencia ostenta hasta la actualidad.
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Fotografía portada – Boeing