Cinco años de revolución de los bondis aéreos

Bondi, la palabra coloquial en Argentina para referirse a los colectivos. Probablemente, no hay término más apropiado para nombrar a una línea aérea que busca masificación y cotidianeidad de los viajes aéreos. Heredera de la llamada “revolución de los aviones”, Flybondi celebra sus cinco años de crecimiento y con el hito ser la pionera en instalar el modelo de bajo costo en Argentina.

Tras el primer vuelo con un avión el 26 de enero de 2018, Flybondi ocupa hoy el 21% del mercado aéreo comercial argentino. Con una proyección de sumar más aviones para este año, apunta ser la línea aérea privada más grande de Argentina. Su acción, sumada a la dinámica competitiva generada con la entrada de JetSMART, hace que hoy cuatro de cada diez viajeros argentinos vuelen en una línea aérea de bajo costo (LCC, por sus siglas en inglés).

“Iniciamos operaciones hace 5 años con el propósito de dar la libertad de volar. El objetivo era ambicioso pero estábamos convencidos que sería posible, y así fue y hasta lo superamos”, sostiene Mauricio Sana, CEO de Flybondi. “Este aniversario nos permite renovar nuestro compromiso con el país porque somos una compañía que es fuente de trabajo, que invierte y que está decidida a continuar transformando el mercado aerocomercial de Argentina y la región”.

Después de una inteligente movida para sortear la crisis, en la cual devuelve los aviones durante los inefectivos cierres de fronteras, para luego adquirir otros a mejores condiciones, durante 2022 se convierte en la primera LCC de Argentina. En la empresa, lo atribuyen al éxito del Plan 2X que le permite ampliar flota, cantidad de conexiones, destinos y frecuencias.

Hoy, Flybondi vuela a 17 destinos en Argentina y tres en el extranjero. Con 12 aviones en su flota, opera 22 rutas distribuidas en 17 desde y hacia Buenos Aires (AEP/EZE), dos interregionales y tres internacionales. El equipo está conformado por 1.150 empleados en todo el país y su operación tiene un impacto en más de 18.500 empleos indirectos.

Orígenes

Hasta hace algunos años, pensar en una LCC en Argentina es sinónimo de lo imposible. Pese a que el país tiene condiciones más favorables que otros por el tamaño de su población y la geografía, su excesiva regulación, el factor político -con incluso prácticas desleales desde el propio Estado hacia la competencia- y precios altos, colocan una gran barrera de entrada.

Sin embargo, los fundadores de Flybondi creen que hay oportunidades en el país, pero es necesario hacer cambios. Con ese objetivo, comienzan un trabajo minucioso que se materializa en 2018 con el primer vuelo entre Córdoba y Puerto Iguazú.

“La génesis de Flybondi está en una necesidad que se detectó en el mercado. Los primeros papeles de la compañía son de 2014, cuando Argentina tenía un mercado doméstico que no superaba los 8 millones. Esto es 0,2 viajes por habitante y hay 40 millones de personas que tienen que viajar. Pero cuando se habla de esto se encuentra con una barrera de entrada muy fuerte, instalada por los precios. Entonces, necesitamos líneas aéreas, más capacidad a valores que permitan que los habitantes volar”, explica Sana en conversación con Aero-Naves.

Si bien no niega la presencia de restricciones que limitan el funcionamiento del transporte aéreo y los conflictos políticos que suceden -siendo el boicot estatal a LATAM Argentina el más importante-, destaca la voluntad por trabajar para cambiar las cosas en un país con oportunidades. El punto clave ocurre 2015 cuando el proyecto es escuchado por las autoridades.

Comité directivo de la empresa. Fotografía - Flybondi

Poniendo en marcha al bondi

“La oportunidad se presenta cuando se logra demostrar a los reguladores que hay un potencial y que hay la posibilidad de traer un nuevo modelo”, cuenta Mauricio Sana. Luego viene el cambio de gobierno y la llegada de Mauricio Macri que con un corte más liberal trae cambios importantes muy favorables para el mercado argentino.

La eliminación de las bandas tarifarias, la llegada de nuevos competidores y una política comercial más libre permite abrir la ventana y las puertas. En ese contexto, se inserta Flybondi como nueva línea aérea. Su ingreso ya de por si es una revolución al funcionar como una LCC en un mercado atípico.

En la empresa no ocultan que volver como LCC en Argentina es un desafío, principalmente, por el desconocimiento para el mercado y con la antesala de intentos fallidos en décadas pasadas con otros operadores y malas prácticas. Sin embargo, desde un comienzo aseguran operar de manera eficiente manteniendo lo más posible bajos los costos. Si bien la seguridad es la prioridad número uno, los primeros vuelos no están exentos de complicaciones, pero la mejora continua permite superar los obstáculos.

Primeros vuelos desde El Palomar. Fotografía - Simón Blaise

En 2022, las líneas aéreas en Argentina transportan 13,5 millones de pasajeros. Siguiendo su slogan de dar la “libertad de volar” a las personas, más de 6 millones de pasajeros vuela por Flybondi. El impacto en el país es positivo aportando turismo, negocios, generación de empleo y movimiento en la economía.

Desde la línea aérea también mencionan la inclusión con más accesibilidad, especialmente a personas que antes no pueden usar el avión. Según sus datos, consideran que alrededor del 20% de sus pasajeros viajan por primera vez en su vida.

Dinámica competitiva

Pese al contexto desafiante en materia económica de Argentina, la aviación busca sortear las dificultades. Afortunadamente, el tamaño del país, la población, el intercambio comercial y el tráfico turístico, ayudan a seguir adelante.

En Flybondi aseguran que el proyecto de la línea aérea va más allá del contexto actual. Se trata de una apuesta a largo plazo como toda LCC o como cualquier línea aérea. Ninguna compañía, por más exitosa que sea da resultados positivos en sus primeros años. Todo está asociado a una construcción de un proyecto.

“Las definiciones de una aerolínea tiene que ver con la información que extraemos del mercado. Es verdad que estamos en una crisis, saliendo de una pandemia, la inflación, el dólar, pero cuando vez los números están sobre el 90% de ocupación, algo te dice”, dice Sana. “Hay una crisis, pero también la gente tiene que moverse y el desarrollo de los países está en la movilidad. País que se cierra, país que se muere”.

La salida de LATAM Argentina y de Andes Líneas Aéreas más la rápida recuperación de la demanda tras el fin de las restricciones impuestas bajo justificación del COVID-19, representan oportunidades. Así, se pone en marcha el plan de crecimiento para traer más aviones lo que genera una capacidad que la competencia se ve obligada a reaccionar. La prueba está en la respuesta que da JetSMART, su competidor más directo, al sumar en paralelo más aviones y rutas.

“Nosotros fuimos los pioneros y hoy el mercado argentino low cost es gracias a Flybondi. El resto nos sigue”, dice su CEO.

Fotografía - Flybondi

Próximos pasos

Para 2023, Flybondi tiene contemplado terminar con 17 aviones. Al comunicar su aniversario, afirman ya están en búsqueda de los cinco aviones adicionales para el presente año. Por el momento, no está considerado renovar la flota, es decir, continuarán creciendo con base en el Boeing 737-800.

En lo que respecta a la operación, esperan que a futuro puedan concentrar la operación en un solo aeropuerto. Por su atractivo, sin duda que esperan que la opción sea en el Aeroparque de Buenos Aires.

Los planes para retomar una operación en El Palomar parecen estar descartados dado que no hay intenciones de seguir con su uso para la aviación comercial. En ese sentido, la compañía lamenta las oportunidades perdidas.

“El Palomar es una de las oportunidades más desaprovechadas de la política aerocomercial. El Palomar pasó en dos años a ser el aeropuerto más utilizado, llego a ser internacional y le dio conectividad real a personas que nunca viajaron en avión. Una lástima que no se haya mantenido en el tiempo. Fue un aeropuerto totalmente inclusivo, por el tipo de pasajero, por la cercanía con el tren”, sentencia Mauricio Sana.

En cuanto a rutas, el foco de la compañía está crecer en el ámbito doméstico ya que todavía hay oportunidades con destinos que aún no atienden. Los vuelos internacionales son el siguiente paso con Brasil a la cabeza por ser alto flujo de viajeros entre ambos países. También mencionan oportunidades en Paraguay y en el Perú. Chile no figura.

“Brasil es el principal socio económico de Argentina. Entonces, es natural que crezcamos hacia ese país. Hoy, no vemos a Chile en el corto plazo. La razón está porque ya tiene una capacidad instalada muy alta donde nuestra llegada no marcaría una gran diferencia”, añade.

Innovando en nuevas tecnologías

Uno de los proyectos más ambiciosos es la comercialización de pasajes aéreos a través de tokens y su evolución a NFTickets. A través de una alianza con TravelX, Flybondi es la primera compañía aérea en sumarse a la plataforma Travel.xyz. Permite que los usuarios compren pasajes “tokenizados” y que pueden ser adquiridos mediante Binance Pay.

“A nivel mundial somos la primera en vender por esta plataforma. Esto tiene que ver con dos cosas: somos una línea aérea abierta a la innovación. Nuestro modelo low cost no es rígido y estamos abiertos a probar nuevas formas como la distribución. Tenemos que fortalecer la distribución”, explica Sana.

Un NFTicket es la “tokenización” de un pasaje aéreo vía tecnología blockchain. Se trata de una evolución de la industria de los viajes a través de una nueva web que apunta a brindar experiencia de compra más flexible para los viajeros, nuevas fuentes de ingresos y reducción de costos por transacción para las líneas aéreas.

Para los pasajeros, los pasajes aéreos ofrecidos como NFTickets permitirán reasignar el nombre del pasajero una vez comprado. También posibilita que el pasaje pueda ser transferido o revendido a otra persona fácilmente hasta tres días antes de la fecha de salida del vuelo.

Desde la compañía explican que esta innovación en la industria permitirá una mayor flexibilidad para los viajeros. Uno de los beneficios es que podrán anticipar sus planes de viaje accediendo a mejores tarifas sin los riesgos asociados a las compras de pasajes con mucha antelación. En caso de cambiar de planes o no poder realizar el viaje, el pasajero puede transferirlo o revenderlo, recuperando el precio pagado o incluso ganando dinero si la tarifa aérea ha subido.

“NFT permite un upgrade de nuestro producto que me va a poder ampliar el poder de distribución que tengo. Con esta nueva modalidad, vas a entrar a esta plataforma el ticket va a ser tuyo con la posibilidad de ser transferible, entonces, el cliente se convierte en un nuevo punto de distribución”, agrega el directivo.

Fotografía - Flybondi

Fotografía portada - Flybondi

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