NASA selecciona a Boeing para dirigir su nuevo avión demostrador de energías sostenibles

La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos selecciona a Boeing para dirigir el desarrollo y los vuelos de prueba de un nuevo avión de demostración. Denominado inicialmente como Transonic Truss-Braced Wing (TTBW), se trata de una aeronave de pasillo único y un nuevo diseño alar que podría reducir el consumo de combustible y emisiones contaminantes hasta un 30% con relación a aviones de pasillo único actuales.

Según Boeing y NASA, el proyecto forma parte de un programa de Demostrador de Vuelo Sostenible (SFD). Las tecnologías que se buscan probar permitirán informar los diseños futuros para conducir a avances innovadores aerodinámicos y los esperados ahorros de combustible.

“Nuestro objetivo es que la asociación de la NASA con Boeing para producir y probar un demostrador a gran escala ayudará a crear futuros aviones comerciales que sean más eficientes en combustible, con beneficios para el medio ambiente, la industria de la aviación comercial y para los pasajeros en todo el mundo. Si tenemos éxito, podemos ver estas tecnologías en aviones que el público llevará a los cielos en la década de 2030”, dice Bill Nelson, administrador de la NASA.

El programa SFD tiene como objetivo promover el compromiso de la industria de la aviación civil de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050. También está en línea con los objetivos establecidos en el Plan de Acción Climática de la Aviación de los Estados Unidos.

“El programa SFD tiene el potencial de hacer una contribución importante hacia un futuro sustentable”, señala Greg Hyslop, ingeniero jefe y vicepresidente ejecutivo de Ingeniería, Pruebas & Tecnología de Boeing. “Representa una oportunidad para diseñar, construir y volar un avión experimental a gran escala, mientras se resuelven nuevos problemas técnicos”.

“La NASA está trabajando hacia el objetivo ambicioso de desarrollar tecnologías innovadoras para reducir el uso de energía y las emisiones de la aviación en las próximas décadas hacia el objetivo de la comunidad de aviación de cero emisiones netas de carbono para 2050”, señala Bob Pearce, administrador asociado de la NASA en la Dirección de Misiones de Investigación para la Aeronáutica.

Bill Nelson, administrador de la NASA. Fotografía – NASA.

Diseño

A diferencia de otras propuestas innovadoras, el diseño preliminar de la aeronave TTBW considera varios aspectos de aeronaves anteriores y actualmente en servicio. El fuselaje angosto es similar al de un B737, mientras que el estabilizador vertical recuerda al B717.

Las novedades están en las alas altas ultradelgadas que están unidas a la parte superior fuselaje y reforzadas por puntales. El diseño alar está pensado para acomodar sistemas de propulsión avanzados. De esta manera, NASA y Boeing pretenden solucionar el problema de ubicación de nuevos motores por la falta de espacio de los actuales aviones de ala baja con el suelo.

En la construcción, Boeing utilizará elementos de aeronaves existentes y los integrará con componentes completamente nuevos. Se busca que el proyecto sea viable en el corto plazo para así desarrollar otros productos en los años siguientes.

“Transonic Truss-Braced Wing es el tipo de concepto transformador y la inversión que necesitaremos para enfrentar esos desafíos…”, agrega Pearce. “Las tecnologías demostradas en este proyecto tienen un camino claro y viable para informar a la próxima generación de aviones de pasillo único, beneficiando todos los que utilizan el sistema de transporte aéreo”.

Desde Boeing indican que el concepto de fuselaje del TTBW es el resultado de más de una década de desarrollo respaldado por la NASA, Boeing y las inversiones de la industria. Bajo programas anteriores de la NASA, incluido el programa Subsonic Ultra Green Aircraft Research de la agencia, Boeing realiza pruebas en túneles de viento y modelos digitales para avanzar en el diseño del TTBW. Los primeros estudios conceptuales comienzan bajo el programa “Aviación Ambientalmente Responsable” de la NASA.

La decisión de centrarse en aviones de pasillo único responde a que son los más utilizados por los operadores aéreas y representan casi la mitad de las emisiones de la aviación en todo el mundo. Cabe recordar que la industria aérea es responsable de apenas el 2% o 3% de emisiones contaminantes.

La NASA planea completar las pruebas del proyecto a fines de la presente década. De esta manera, se puedan informar decisiones a la industria para construir la próxima generación de aviones de pasillo único que entrarían en servicio a partir de la década de 2030 en adelante.

Financiamiento

A través del Acuerdo de la Ley Espacial SFD, el financiamiento de la NASA para este proyecto es de US$425 millones. El programa también aprovechará los US$725 millones en fondos de Boeing y socios de la industria para atender las necesidades y recursos que se presenten.

Boeing señala que de manera separada, las inversiones anteriores de Boeing para las fases recientes de investigación sostenible alcanzan a los US$110 millones.

Fotografía portada – Boeing

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