Virgin Orbit enfrenta desafíos tras falla del despliegue de satélites británicos

El pasado 09 de enero, Virgin Orbit y el Reino Unido confían conseguir un progreso significativo en la carrera espacial con el lanzamiento de los primeros satélites desde Europa Occidental. Sin embargo, una falla en el cohete que lleva a los equipos impide que este alcance la órbita requerida frustrando las expectativas del país y colocando desafíos a la empresa controlada parcialmente por sir Richard Branson.

El inconveniente es el segundo que experimenta Virgin Orbit en su historia. Hasta la fecha, la empresa reporta cuatro lanzamientos exitosos. Si bien todavía está bajo investigación, el problema presentado puede representar desafíos a futuro, especialmente, ante el interés que otros países muestran por el sistema de lanzamiento horizontal.

Para Virgin Orbit encontrar las causas y buscar soluciones a corto plazo es esencial para continuar potenciando sus servicios con distintos países y empresas. Mientras ello, no ocurra sus perspectivas de negocios podrían verse frustradas y amenazan con perder la “ventana de oportunidades” de los tiempos actuales.

Cabe recordar que con la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas por algunos países de occidente a Rusia, muchos países están en búsqueda de alternativas para las misiones espaciales. La opción desarrollada por la empresa controlada parcialmente por sir Richard Branson es considerada por Luxemburgo (país con el cual tiene un contrato ya firmado), la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Australia y Japón.

En la fracasada misión, se consideran lanzar nueve microsatélites. Dan Hart, CEO de Virgin Orbit, comenta a la prensa que planean regresar al Reino Unido antes de que finalice 2023.

Según la Agencia Espacial del Reino Unido, el cohete logra alcanzar el espacio, pero no la órbita asignada al satélite. La razón responde en una anomalía técnica que está bajo investigación por parte por la Autoridad de Investigación de Accidentes Espaciales del Reino Unido (SAIA) y la Administración Federal de Aviación (FAA) por los Estados Unidos y Virgin Orbit.

“El objetivo (de la investigación) será garantizar que se aprendan las lecciones de seguridad relevantes”, dice el Gobierno británico tras la falla. De acuerdo con el video oficial de la misión, se ve un segundo motor apagado tres pasos antes del despliegue del satélite unas dos horas después del despegue.

Fotografía - Virgin Orbit

No es un fracaso completo

A pesar de que la colocación de satélites en órbita no se concreta, para el Reino Unido la misión no es un fracaso completo. La operación del Boeing 747-400 desde el puerto espacial de Cornwall en Newquay y el lanzamiento exitoso del cohete demuestran que el país si tiene una capacidad de lanzamiento.

“Aunque el cohete llegó al espacio, no alcanzó la órbita requerida para permitirle entregar con éxito sus cargas útiles. Sin embargo, demostró la creciente capacidad de lanzamiento de satélites del Reino Unido”, dice la Agencia Espacial del Reino Unido.

La industria aeroespacial del Reino Unido emplea a 47.000 personas y está en constante crecimiento. Como ejemplo mencionan que en Glasgow se construyen más satélites que en cualquier otro lugar fuera de los Estados Unidos.

El país espera lanzar estos equipos en un futuro próximo desde su propio territorio. Todas las operaciones y servicios asociados a los lanzamientos de satélites están valorados en 38.000 millones de libras esterlinas en los próximos 10 años.

El desarrollo progresivo de la industria de los satélites implicará nuevas capacidades, un mejoramiento de la cadena de suministro y servicios asociados, lo que se traduce en empleos calificados y oportunidades comerciales en todo el país. Sólo el puerto espacial de Cornwall y el Centro de Tecnologías Espaciales esperan crear 150 puestos de trabajo.

En un intento por mostrar ventajas y resaltar sus capacidades, la Agencia Espacial señala que el Reino Unido está más al Norte que otros sitios de lanzamiento, lo que es altamente conveniente para enviar satélites que monitorean la Tierra, especialmente, para las telecomunicaciones.

“El Reino Unido ofrece una variedad de ubicaciones adecuadas para lanzar cohetes de forma segura sobre el mar, lejos de los asentamientos y las personas”, resaltan.

Finalmente, la Agencia Espacial británica expresa que las regulaciones progresivas para lanzamientos hacen que estos sean seguros para el público y para el medio ambiente, al mismo tiempo que permiten el uso de nuevas tecnologías a medida que se desarrollan. En ese sentido, defienden que pese a que el lanzamiento de cohetes libera CO2 y otros subproductos a la atmósfera, sus beneficios son mayores por todos los datos que entregan los satélites para monitorear el cambio climático, por ejemplo.

Fotografía portada - Virgin Orbit

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