Tras la falla reportada por la cápsula Soyuz MS-22 en diciembre, Rusia adopta un plan de contingencia para el transporte de los tripulantes de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). De acuerdo con la agencia espacial rusa, Roscomos, si el tripulante estadounidense en la ISS debe evacuar en las próximas semanas lo podría hacer en una aeronave de Space X.
La decisión de Rusia responde a los tiempos que se manejan para el envío de una nueva cápsula (Soyuz MS-23) que será lanzada en febrero para traer a la tripulación de la ISS. Las estimaciones indican que recién hacia fines de ese mes se podría acoplar a la ISS.
En caso de una evacuación de emergencia de la ISS, el tripulante estadounidense lo hará en la cápsula Crew Dragon de SpaceX. Los dos cosmonautas lo harían en la Soyuz MS-22, pese a los daños. De esta manera, y antes de la decisión de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), Rusia reconoce la alternativa estadounidense como solución más inmediata.
Según explica Roscosmos, la falla de la cápsula no impide el viaje de personas en su interior. El problema de la MS-22 está en una de las tuberías que alimenta de refrigerantes al radiador externo de la aeronave que sirve para regular la temperatura interior. Rusia considera que al tener dos tripulantes en lugar de tres el ambiente será más adecuado considerando el problema presentado.
La misión actual en la ISS debe terminar en marzo, pero se extendería por varios meses. Si no hay contingencias, los tres miembros de la tripulación que deben regresar a la Tierra realizarían el viaje en la MS-23. A bordo de la ISS, se encuentran a bordo otros cuatro tripulantes: dos estadounidenses, un ruso y un japonés que llegan en octubre 2022 en la Crew Dragon.
Cabe recordar que pese a las diferencias entre los Estados Unidos y Rusia por la guerra en Ucrania y las sanciones establecidas, los dos países continúan colaborando en el programa espacial de la ISS. Sin embargo, Rusia considera abandonar el proyecto después de 2024 y lanzar su propia estación espacial en los años siguientes en una clara demostración de poder.
Fotografía portada – NASA