Por segunda vez, el Estado de Chile quita oportunidades al aeropuerto de Santiago de disponer de una conectividad terrestre eficiente a través del ferrocarril entre Santiago, Viña del Mar y Valparaíso. El reciente anuncio del Presidente Gabriel Boric de revivir la antigua idea de un tren entre ambas ciudades privilegia el antiguo trazado por el Norte, pese a que plantea dudas en términos de ahorros de tiempo y competencia.
Sin especificar el tipo de tren a utilizar, el anuncio gubernamental afirma que el tiempo de viaje será de 1 hora y 30 minutos en ambas ciudades. Se trata del mismo tiempo que el viaje actual por carretera en ausencia de tráfico. El recorrido de la propuesta ferroviaria inicia en Santiago en la comuna de Quinta Normal para seguir rumbo Norte paralelo a la carretera panamericana (ruta 5) hasta La Calera y luego virar al sur oeste hasta Viña del Mar. El proyecto considera los actuales trazados de la vía férrea. El aeropuerto no aparece en el proyecto.
No es la primera vez que el Estado de Chile privilegia proyectos por separado en lugar de propiciar la intermodalidad de transporte entre los medios aéreos y terrestres. Durante la administración de Sebastián Piñera, los dos estudios presentados para un tren rápido entre Santiago y Valparaíso por una vía nueva no consideran el paso por el aeropuerto Arturo Merino Benítez. Sin embargo, una revisión de la propuesta de Agunsa, FCC y Talgo se abre a la posibilidad de estudiar una detención de su vía ferroviaria en el terminal aéreo capitalino.
Tren para que Valparaíso y Viña del Mar suban al avión
Si bien la conectividad terrestre de las ciudades de la V región con Santiago y el aeropuerto es buena por la infraestructura existente, la posibilidad de disponer de un tren que brinda enlaces rápidos sigue siendo una alternativa pendiente que el país se niega a explorar. El transporte ferroviario es también una solución para brindar soluciones de conectividad aérea para Valparaíso y Viña del Mar que por su realidad son difíciles de materializar.
El primer factor que explica la ausencia de vuelos comerciales regulares a Viña del Mar es la cercanía. La ciudad junto con Valparaíso con la que forman una conurbanización se encuentran a 120 kilómetros de Santiago y a una distancia menor del aeropuerto Arturo Merino Benítez.
En segundo término, si bien Valparaíso y Viña del Mar son destinos de turismo y punto intercambio de pasajeros de cruceros, muchos de los viajeros que arriban al país las consideran como parte de un circuito que combina la capital y otras localidades como San Pedro de Atacama o Torres del Paine y hasta Isla de Pascua. Todas gestionadas a través de Santiago como punto de origen. Por lo tanto, la demanda de viajeros no necesariamente es exclusiva de Valparaíso y Viña del Mar.
En tercer factor es la realidad demográfica y económica histórica del país. Chile cuenta con una población reducida y concentrada en la zona central, al igual que gran parte de la actividad económica, lo que lo implica que el país carece de centros generadores de tráfico. Esto, explica que gran parte de los servicios aéreos comerciales tengan como origen-destino la capital y los servicios interregionales tengan desafíos en su mantención en el tiempo.
Adicionalmente, está el factor de rentabilidad de la operación aérea. Por su dependencia y cercanía con Santiago, Valparaíso y Viña del Mar probablemente no dispongan de las condiciones por si solas para sostener la operación y fuercen a las líneas aéreas a privilegiar una operación a través de ciudades con mejores oportunidades de retorno, en este caso, Santiago. Si bien la aparición de nuevos modelos de negocios como el punto a punto con las líneas aéreas de bajo podría ayudar a dar una solución, siempre y cuando, exista la infraestructura y equipamiento aeroportuario adecuado, no existe seguridad de que esta se mantenga.
Por la combinación de factores mencionados, el transporte intermodal aparece como la mejor y más inmediata forma de ofrecer conectividad aérea a Valparaíso y Viña del Mar. Como ocurre en otros países, no siempre es necesario contar con un servicio aéreo para brindar soluciones de conectividad, especialmente, si las condiciones no están dadas para su sustento en el tiempo.
Mejoramiento de la conectividad aeropuerto-ciudad siguen pendientes
Hasta ahora, las posibles soluciones para un mejoramiento de la conectividad aeropuerto-ciudad en Santiago son aquellas dependientes de una posible -y dilatada- extensión del sistema de Metro o la construcción de un tren ligero desde el sector occidente de la capital, pero ninguna consigue avanzar y menos materializarse. Como resultado, el problema se agrava a medida que los servicios aéreos son más demandados, la población y radio urbano crece. La última solución presentada con un servicio de buses urbano tampoco representa un aporte significativo.
En 2017, Nuevo Pudahuel pide al Estado de Chile para agilizar la construcción de un metro o tren ligero como parte de las medidas adicionales que acompañen el crecimiento del tráfico aéreo, el aumento de la demanda y la reducción de la dependencia de los actuales servicios, mismos que por ejemplo, generan congestión en los estacionamientos del terminal aéreo.
“Tiene que haber un crecimiento transversal y en ese sentido, la llegada de una línea de metro o un tren ligero va a ayudar a que más personas accedan al aeropuerto”, dice en ese año Nuevo Pudahuel.
Desde el Estado la respuesta siempre es tardía y los últimos anuncios confirman que así seguirá por los próximos años. Cabe recordar que bajo la primera administración de Sebastián Piñera no se considera un metro o tren al aeropuerto hasta 2045. De haber prosperado la última alternativa presentada, la idea de una conectividad ferroviaria del aeropuerto podría adelantarse en 15 años, pero ahora no llegará a concretarse.
En varias oportunidades, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) señala a través de la prensa que la garantía de ingresos mínimos es una herramienta que permite disminuir riesgos por una posible variabilidad de la demanda en el futuro, aunque reconocen que no se hacen los estudios suficientes para tener más detalles.
Fotografía portada - Nuevo Pudahuel