Resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania podría impulsar a la carga aérea

En un año altamente desafiante para la carga aérea, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) expresa que en medio de este periodo de enfriamiento del sector, podrían darse algunos catalizadores que reviertan el escenario. En ese sentido, aseguran que los ingresos del sector todavía están un 50% por encima de 2023 lo que brinda una especie de blindaje a todo el rubro de asociado al transporte de mercancías.

“A menudo nos centramos en los riesgos a la baja, pero no debemos olvidar también los riesgos al alza para el pronóstico”, comentan desde IATA durante el último simposio realizado en diciembre en Ginebra.

Uno de los puntos que pueden revertir el escenario es una resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania. Si bien esto aún no se manifiesta, podría generarse en el transcurso de los próximos meses si las partes encuentran una salida política al conflicto.

Desde el gremio que representa a las líneas aéreas, agregan que en caso de que ocurra la confianza empresarial y de los consumidores podría recuperarse de manera significativa. Como resultado, se podría ver una solución a muchos problemas que hoy afectan al transporte aéreo desde temas operativos, como el sobrevuelo por el espacio aéreo ruso, hasta temas económicos por el reimpulso a la actividad, mayor gasto, inversión y comercio internacional.

“Todo esto sería una noticia positiva para los volúmenes de carga”, sentencian.

Además, cabe recordar que los operadores rusos y de Asia Central tienen un rol importante en el transporte de carga global. Por las aeronaves que utilizan, su contribución es significativa en la carga aérea de grandes dimensiones.

Por otro lado, la interrupción continua de la cadena de suministro, si bien afecta a la carga aérea, puede representar oportunidades. La razón es la necesidad imperiosa de las empresas para busca soluciones oportunas para abordar cualquier problema asociado a la cadena de suministro.

Desafíos

Por el momento, el escenario inmediato sigue entregando incertidumbres para el sector de carga aérea. Entre los factores que están condicionando están la velocidad de reapertura de los mercados de viajes aéreos en China, y determinar si las restricciones impuestas por el COVID-19 realmente implican un cambio de conducta en la población que favorece a los envíos.

Con la imposición por parte de los Gobiernos de restricciones más políticas que sanitarias impuestas bajo justificación del COVID-19, muchas personas forzadamente cambian sus hábitos de consumo en algunos aspectos acelerando la penetración del comercio electrónico y todo lo asociado a esta cadena. Con el regreso de la normalidad, es necesario ver cómo funciona el equilibrio entre capacidad y demanda.

Proyecciones

IATA prevé que los ingresos por carga alcance a los US$149 mil millones en 2023. La cifra representa una caída muy significativa de más de US$2.000 mil millones de 2020 y 2021, sin embargo, se ubicará un 50% por encima de 2019.

En 2019, la carga aérea representa el 12% del total de los ingresos de las líneas aéreas. En 2021, el transporte de mercancías llega al 40%, para luego caer a un 28% en 2022. Para 2023, las perspectivas indican que los ingresos por carga aérea representarían alrededor del 19%.

Fotografía portada - Air Bridge Cargo (referencial)

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