Tras un largo proceso de más de 12 años, el gobierno de Gustavo Petro confirma que el fabricante Dassault Aviation es el fabricante seleccionado para liderar las negociaciones que buscan proveer de la nueva aeronave de combate de la Fuerza Aérea Colombia (FAC). La decisión constituye un giro inesperado a favor del Rafale y un golpe fuerte para Saab que por años viene negociando con Colombia la venta de sus JAS39 Gripen E.
La decisión presidencial es una pre-selección para comprar 16 cazas Rafale a Dassault Aviation. Con estas aeronaves se reemplazarán a los actuales Kfir, después de 30 años de operación. Colombia es uno los pocos países que opera este caza que ya no está en producción, por lo que su mantención es costosa para una plataforma anticuada que no satisface las necesidades de defensa. El país mantiene alrededor de 10 unidades operativas.
Para la renovación de la flota de cazas de la FAC, Colombia considera tres propuestas. La más avanzada es la de Suecia con los Saab Gripen E. La segunda es una ofrecida por los Estados Unidos por Lockheed Martin F-16 como resultado de la histórica relación que mantiene con el país. La tercera corresponde a Francia a través de Dassault Aviation con los Rafale, siendo esta la vencedora.
De acuerdo con distintas fuentes de prensa, la decisión se toma por la relación precio, eficiencia y operatividad. Sin embargo, no se descarta que relaciones políticas bilaterales con Francia influyan y sean determinantes en la decisión. La compra tendía un costo estimado de US$3,1 mil millones que Colombia pagaría en cinco años.
Además, se menciona que Francia decide eliminar ciertas restricciones a la venta para que Dassault sea el vencedor en el concurso colombiano. Se habría acordado ofrecer la integración del misil Meteor, las bombas Derby, Phyton 5 y Spice. De esta manera, capacidad de armamento aumenta de manera significativa en comparación con las otras ofertas.
Francia también se habría comprometido a entregar las aeronaves en el plazo de un año. Así, Colombia podría reemplazar en casi en forma inmediata los Kfir considerando que su vida útil no pasa más allá de 2023.
La venta de los Rafale a Colombia se suma al buen momento que experimenta Dassault Aviation en su área de defensa. En los últimos años, el fabricante francés consigue fructíferas negociaciones y contratos con distintos países como Egipto, Grecia, India, Qatar y Croacia.
No se descarta que Colombia pueda ser la puerta de entrada del Rafale a otros países de la región. Uno de estos es sin duda el Perú que en los próximos años debiera discutir la renovación de su flota de combate de Mirage 2000 u otras aeronaves que posee y que están fuera de vuelo.
Giro en 180º
En 2021, Petro se opone al reemplazo de los Kfir por el excesivo gasto que implica para Colombia, siendo una de las voces críticas a este proceso durante el gobierno de Iván Duque. Por lo tanto, la decisión recién tomada representa un giro de 180º en su discurso y actuar, aunque satisface una necesidad pendiente de la defensa colombiana.
“La compra de aviones en medio de una crisis como la que vivimos, es el máximo grado de irresponsabilidad de un gobernante”, dice el actual Mandatario respecto a las intenciones de Duque de comprar F-16 u otro caza.
Para algunos, la decisión del actual Presidente no es nueva y responde a la moderación o realismo que los candidatos adoptan cuando son electos y deben tomar decisiones claves del país. Sin embargo, ahora enfrenta la obligación de justificar la compra ante su electorado.
Ante los cuestionamientos, Petro señala que la compra de aviones caza no afectará la política social de su administración.
Fotografía portada – Aero-Naves