Pese a que el tráfico aéreo se recupera en la región por sobre otras zonas geográficas del mundo, en términos financieros las líneas aéreas de América Latina y el Caribe serán las últimas en recuperarse. La razón los altos costos y el levantamiento tardío de las restricciones impuestas por los Gobiernos bajo justificación del COVID-19.
Después de dos años, la evidencia empírica sigue demostrando que ninguna de las medidas impuestas bajo justificación del COVID-19 resulta beneficiosa para detener una enfermedad endémica. Hoy, son más los costos para la población que beneficios lo que pone en duda el actuar protector de las autoridades. Al igual que la población, la aviación se ve seriamente afectada, arrastrando con ello a toda la cadena asociada, incluyendo los empleos directos e indirectos que genera.
Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), indica que América Latina (Caribe, incluido), África y Asia-Pacífico serán el último grupo en salir de la crisis provocada por los Gobiernos desde 2020. En el caso de las compañías latinoamericanas, en términos generales recién están viendo un mayor dinamismo luego de que las restricciones se eliminan desde mediados de año. Chile está entre los últimos países.
En su último reporta financiero, IATA espera que las líneas aéreas latinoamericanas pierdan alrededor de US$2.000 millones en 2022. Para 2023, la pérdida se reduce en torno a los US$795 millones, mientras que la demanda de pasajeros crezca en torno al 9,3% superando el crecimiento de la capacidad para 6,3%.
Para fin de año, la recuperación de la demanda se espera que llegue al 95,6% en América Latina y el Caribe. Sin embargo, ya hay países como Colombia o México que están desde hace meses en crecimiento. La capacidad, medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK, por sus siglas en inglés) estará en torno al 94,2%. Ambas cifras porcentuales respecto a 2019.
Norteamérica es la única región rentable en 2022
Se espera que las líneas aéreas de Norteamérica logren US$9,9 mil millones en 2022 y US$11,4 mil millones en 2023. Para el próximo año, las estimaciones consideran que el crecimiento de la demanda de pasajeros sea del 6,4% y supere el ASK por 5,5%.
En 2022, las compañías aéreas norteamericanas cierran con una demanda al 97,2% y un ASK al 98,9%, ambos en comparación con los niveles de 2019. Los operadores cosechan los beneficios de haber tenido menos restricciones de viaje y de menor duración que otros países. Como resultado, hay un impulso del mercado doméstico de los Estados Unidos y algunos vuelos intercontinentales, especialmente hacia Europa y Medio Oriente.
Europa y Medio Oriente se recuperarán en la primera mitad de 2023
IATA espera que las líneas aéreas europeas experimenten una pérdida de US$3,1 mil millones en 2022 y una ganancia de US$621 millones en 2023. Durante el año, se espera que la región atienda el 88,7% de los niveles de demanda previos a la crisis con un ASK al 89,1%. Para 2023, el crecimiento de la demanda de pasajeros estará en torno al 8,9% y el ASK en 6,1%.
Europa se está viendo afectada por la guerra en Ucrania y las sanciones impuestas por los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y sus socios estratégicos contra Rusia. Como consecuencia, se están incurriendo en mayores costos operacionales.
Las líneas aéreas también se ven afectadas por los problemas en los aeropuertos hub en el continente y por disturbios laborales en varios lugares.
En el Medio Oriente, las líneas aéreas perderán US$1,1 mil millones y una ganancia de US$268 millones en 2023. La región se está beneficiando del bloqueo del espacio aéreo de Rusia y de la guerra en Ucrania para canalizar el tráfico a través de sus países. Además, esta región tiene una demanda de viajes acumulada como resultado de los viajes postergados y por disponer varias líneas aéreas con alcance global.
Actualmente, las líneas aéreas del Medio Oriente operan con una demanda al 97,8% y un ASK al 94,5%. Para 2023, se espera un crecimiento de la demanda del 23,5% y un aumento de ASK en 21,2%.
Asia-Pacífico y África en últimos puestos
Como consecuencia de las cuestionadas políticas “cero COVID” de China, Asia Pacífico será una de las últimas regiones en salir de la crisis. Sin embargo, el tamaño de sus mercados puede influir en una rápida recuperación cuando las restricciones se levanten.
Para 2022, las líneas aéreas de Asia-Pacífico registrarán una pérdida de US$10 mil millones en 2022, mientras que en 2023 reducirán la pérdida a US$6,6 mil millones. Para el próximo año, se espera que un crecimiento de la demanda de pasajeros en torno al 59,8% superior al crecimiento de ASK que estará en torno al 47,8 %. Durante el año, se espera que la región atienda el 70,8% de los niveles de demanda previos a la crisis con el 75,5% de ASK.
IATA señala que las líneas aéreas chinas se están viendo afectadas por las políticas de su gobierno. Se espera que para la segunda mitad de 2023 exista una flexibilización de las “medidas COVID” y eso impulse la demanda. No obstante, el desempeño de la región continúa beneficiándose de la carga aérea.
Finalmente, las líneas aéreas africanas tendrán pérdidas por US$638 millones en 2022 la que se reducirá a US$213 en 2023. Se espera que el crecimiento de la demanda de pasajeros sea del 27,4% supere el crecimiento de ASK del 21,9%.
Durante el año, se espera que África atienda el 86,3% de los niveles de demanda previos a la crisis con el 83,9% de ASK previo a la crisis.
Fotografía portada – Simón Blaise O.