En medio de la transición que vive la aviación con la introducción de nuevas aeronaves personales, despega por última vez -y para siempre- uno de sus pioneros. A los 92 años, el 12 de noviembre de 2022, da su último aliento Frank Robinson, fundador de Robinson Helicopters.
Sin duda, Frank Robinson es una leyenda. Por la concepción que hace del helicóptero como medio de transporte, forma parte de los cientos de hombres y mujeres que, con visión y esfuerzo, cambian la industria aérea.
La pasión por los helicópteros cambia por completo y para siempre este segmento como toda la aviación general. Así, Robinson pasa a la historia por diseñar y construir los R22, R44 y R66. Todos conocidos por su sencillez y fiabilidad, pero por sobre todo por acercar estos aparatos a más personas en todo el mundo.
De la fotografía al papel y al cielo
Frank Robinson nace en Carbonado, Washington en 1930. Es hijo de la llamada “Gran Depresión”, del periodo entre Guerras y también de los albores de la aviación. Cuentan las historias que a los 9 años, ve en una fotografía por primera vez un helicóptero. Se dice que lo marca para siempre.
La foto está en el Seattle Post Intelligencer en la que aparece Igor Sikorsky, otro pionero de la aviación, sobrevolando el prototipo VS300. Ver en una imagen que una máquina pudiese quedar en vuelo estacionario por mucho tiempo fascina a Frank. En la universidad, su educación gira en torno al diseño de los helicópteros. En 1957, obtiene un título de BSME de la Universidad de Washington y luego asiste a la escuela de postgrado en la Universidad de Wichita.
Carrera aeronáutica
La carrera aeronáutica comienza el mismo año de término de sus estudios universitarios. Ingresa a Cessna Aircraft Company para trabajar en el helicóptero CH-1 Skyhook. Después de tres años y medio en esa empresa, pasa un año en Umbaugh trabajando en la certificación de su autogiro y para luego seguir en McCulloch Motor Company haciendo estudios de diseño de helicópteros económicos.
Posteriormente, se cambia a Kaman Aircraft. Ahí, continúa su labor trabajando en giroaviones del tipo girodino. Después, pasa a Bell Helicopter, lugar donde obtiene la experiencia en todo lo que respecta a rotores de cola. En 1969, en Hughers Helicopter Company, se dedica a una serie de proyectos de investigación. El más interesante es el desarrollo de un rotor de cola para helicóptero nuevo (Hughes 500) y un programa de helicópteros silenciosos.
Sus pasos por distintos fabricantes le permiten acumular experiencia y reunir lo mejor de cada uno para aplicarlo en el futuro en su sueño: hacer del helicóptero un medio más asequible.
Hacia el helicóptero económico
Como muchos pioneros, investigadores y científicos, no siempre sus ideas son bien recibidas. El caso de Frank Robinson no es la excepción. En todas las empresas en las que trabaja, su concepción de disponer de un helicóptero pequeño y de bajo costo para el mercado civil no agarra vuelo.
Después de intentar por años, decide emprender. Renuncia a Hughes Helicopter para crear en junio de 1973 su propia empresa: Robinson Helicopter Company (RHC). Como muchos emprendimientos, la sede está en su casa, ubicada en Palos Verdes, Los Ángeles, California. Ahí, diseña y construye el primer prototipo del R22 en un hangar de hojalata en el aeródromo de Torrance, cercano a su hogar.
En agosto de 1975, Robinson vuela por primera vez el R22. En 1979, después de más de tres años de pruebas y análisis técnicos, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) le entrega la certificación tipo.
Desde su anuncio, el R22 es un éxito en el mercado. Precisamente, su bajo costo de adquisición, diseño simple y operación cautiva a muchas personas de disponer su propio aparato aéreo. En esa época, los helicópteros están orientados principalmente a la defensa o a vuelos corporativos. Pronto el R22 es el aparato más vendido logrando ostentar récords mundiales en su categoría de peso, velocidad y altitud.
Con el primer modelo en el mercado, a mediados de la década de 1980, Robinson comienza a desarrollar el R44 de cuatro asientos. Este helicóptero realiza su primer vuelo en marzo de 1990 y es certificado en 1992 para comenzar las entregas al año siguiente.
La fama del R22 impulsa al R44 y su línea de productos. Una de estas es la versión policial y en 2002, el Raven II, un R44 con motor de inyección de combustible. Como el modelo anterior también es récord en ventas. De acuerdo con datos del fabricante, en 2010 se entregan más de 5.000 unidades en todo el mundo.
Repitiendo la historia, en paralelo al R44 comienzan los estudios para una nueva versión: el R66. Pero es en 2005 cuando el proyecto comienza en serio después de que el propio Robinson llega a un acuerdo con Rolls Royce para desarrollar el motor de turbina RR300. En octubre 2010, el motor obtiene la certificación permitiendo iniciar las entregas en noviembre de ese año. En un mes, la cartera de pedidos de este modelo crece en 100 unidades.
Legado
La historia y los logros de Frank Robinson han sido reconocidos con numerosos premios y honores. En 2013, por ejemplo, recibe la prestigiosa Medalla Daniel Guggenheim “por su concepción, diseño y fabricación de helicópteros silenciosos, asequibles, fiables y versátiles”. Robinson también es miembro de la Academia Nacional de Ingeniería de los Estados Unidos, profesor de Cierva, miembro de pleno derecho de la Sociedad de Pilotos de Pruebas Experimentales y miembro de la Sociedad Estadounidense de Helicópteros.
También contribuye a la educación con donaciones a la Universidad de Washington para un fondo de becas para estudiantes con problemas financieros que se gradúan de South Whidbey High School, donde crece, y para estudiantes que se especializan en ingeniería. También aporta a la cultura aeronáutica con donaciones por US$1 millón al Museo Smithsoniano del Aire y del Espacio y a otro similar al Museo del Helicóptero de Americano en Westchester, Pensilvania.
Frank Robinson se jubila a los 80 años. Coincidiendo con la entrada del R66, renuncia como presidente y director de la empresa que crea. Pese a ello, su determinación lo hace ganarse el respeto tanto de sus colegas como de sus competidores. Es llamado cariñosamente la “estrella del rock” en ciertos círculos de la aviación.
Fotografía portada – Robinson Helicopter