Después de cuatro intentos fallidos provocados por la fuga de hidrógeno líquido que impulsa al cohete SLS, el miércoles 16 de noviembre despega finalmente desde el Centro Kennedy en Cabo Cañaveral la misión Artemis I. A las 1:47 horas (hora del Este), el cohete de 98 metros de altura y 4,1 millones de kilogramos de empuje se eleva por los cielos de Florida. De esta manera, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) inicia el retorno del ser humano a la Luna.
Artemis I forma parte de tres misiones. El programa lleva el nombre en honor a la diosa griega Artemisa, hermana de Apolo. De esta manera, se establece una continuidad simbólica con las misiones espaciales de las décadas de 1960 y 1970. La segunda misión (Artemis II) se espera que lleve astronautas a bordo a orbitar la Luna, mientras que la tercera llevará a los astronautas para pisar nuevamente el satélite natural.
El SLS propulsa a la cápsula Orion que está diseñada para transportar humanos. En Artemis I, la cápsula se equipa con maniquíes para recopilar y evaluar datos vitales claves para las siguientes misiones.
Tras dos horas después de la cápsula se separa y mediante dos motores encendidos durante la hora y media posterior al desprendimiento del SLS, se coloca en trayectoria hacia la Luna. Posteriormente, el viaje continúa con vuelo libre.
El recorrido de Orion es de aproximadamente 1.300 millones de millas náuticas (alrededor de 2 millones de kilómetros). Considerando la ruta seleccionada, será el viaje espacial más largo del ser humano.
El propósito de la misión es ver que todo funciona según lo previsto y si los equipos están listos para respaldar una misión con tripulación. Artemis II está prevista para 2024, mientras que Artemis III está fijada para 2025. Considerando los contratiempos siempre presentes, no se descarta que las fechas puedan modificarse como parte de un proceso natural.
Etapas de Artemis I
El viaje de Artemis I está dividido en tres etapas en un periodo de 42 días. La primera es la que corresponde al viaje de ida. Va desde el despegue hasta el día 9 cuando alcance la órbita lunar. La segunda etapa va entre los días 10 y 23 que corresponden a la órbita lunar, mientras que la etapa final entre el día 24 y el 42 son del viaje de vuelta.
Cada etapa está dividida en fases. La etapa 1 considera cinco fases: lanzamiento, separación, paso por la órbita terrestre, separación de la parte superior del cohete, ubicación a unos 100 kilómetro de la Luna. La etapa 2 es la inserción en la órbita lunar. Finalmente, la etapa 3 se divide en inicio del viaje de retorno, salida de la órbita lunar, separación de la cápsula, reingreso a la atmósfera terrestre y amarizaje.
Según NASA, la cápsula Orion debe amarizar en el océano Pacífico frente a las costas de San Diego el 11 de diciembre de 2022. Ese día, los equipos de recuperación serán los encargados de atender la llegada y transportar el vehículo espacial a un lugar seguro para dar curso a los estudios correspondientes.
Boeing destaca su aporte en la misión
Boeing es el fabricante de la sección central del cohete SLS. Para el fabricante, el lanzamiento exitoso de Artemis I marca el progreso y la recuperación de la industria espacial de los Estados Unidos
“Por primera vez en 50 años, los Estados Unidos tienen la capacidad de realizar lanzamientos superpesados”, comenta Jim Chilton, vicepresidente Senior de la División de Espacio y Lanzamiento Space and Launch de Boeing. “Este vuelo de prueba fue una demostración de nuestra innovación en ingeniería. Estamos listos para apoyar la NASA y sus socios internacionales en la reanudación de los humanos a la exploración del espacio profundo”.
Según el fabricante, durante la misión, la sección central logra probar varias funciones importantes, como llenar ambos tanques, activar el sistema hidráulico, el arranque de los motores, la ejecución de programas de control del vector de empuje durante el vuelo, el agotamiento de los tanques de combustible, el apagado de los motores y la realización exitosa de maniobras de separación y eliminación.
“Fue un lanzamiento absolutamente maravilloso – visual y técnicamente”, agrega John Shannon, vicepresidente y Gestor del Programa SLS de Boeing. “Este cohete controla fuerzas increíbles mientras se acelera por la atmósfera. Realizó la misión tal como lo diseñamos para realizar, y agradecemos a nuestro equipo y los socios por todo su arduo trabajo para hacer que este primer lanzamiento fuera un éxito”.
La sección central del cohete tiene casi 65 metros de altura y está compuesto por un tanque de oxígeno líquido de unos 740.000 litros, un tanque de hidrógeno líquido de más de 2 millones de litros, junto con una sección entre tanques que une los dos depósitos de combustible, un brazo superior delantero que se conecta a la etapa superior del cohete y una sección con cuatro motores RS-25 que juntos producen más de 990.000 kg de empuje. El equipo de Boeing responsable por el núcleo principal de SLS y trabaja dentro de la instalación Michoud de la NASA en Nueva Orleans.
Actualmente, Boeing está preparando las próximas etapas para sus respectivos vuelos. El Core Stage-2, o CS-2, lanzará la primera tripulación del programa Artemis y se encuentra en el área de ensamblaje final en Michoud. El CS-3 se manifiesta para lanzar el primer aterrizaje lunar tripulado desde Apolo. Esa etapa, así como la CS-4, ya están en producción en Michoud. Además, está fabricándose el artículo de prueba estructural de una etapa superior más nueva y potente conocida como Etapa Superior de Exploración.
Lockheed Martin celebra el viaje de la cápsula Orion
Mientras Boeing es el encargado de fabricar la sección central del SLS, Lockheed Martin es responsable de Orion. Para este fabricante, el éxito que lleva la misión marca el inicio de una etapa de exploración espacial más profunda.
“Estamos siendo testigos de la historia, ya que Artemis I nos acerca un paso significativo para hacer realidad la visión de la NASA para la exploración humana del espacio profundo”, comenta Robert Lightfoot, vicepresidente ejecutivo de Lockheed Martin Space.
“La mayoría de las personas de hoy no ha vivido en una época en la que una nave espacial calificada para humanos haya ido a la Luna o más allá”, comenta Lisa Callahan, vicepresidenta y gerente general de Commercial Civil Space en Lockheed Martin Space. “Con el lanzamiento, esa estadística ha cambiado y ahora todos somos miembros de la generación Artemisa”.
Fotografía portada – Boeing