Por estos días, Avianca estrena una nueva librea en uno de sus aviones Airbus A320. Se trata de un esquema especial de TACA, la línea aérea emblema de El Salvador y una de las más importantes de América.
Realizar un homenaje a TACA es justo y necesario. No sólo para Avianca, por ser su principal aportante, sino para toda Latinoamérica al continuar con el “espíritu y visión” de Lowell Yerex, aquel piloto neozelandés que llega a Centroamérica en 1931 y ve en la aviación el futuro de la conectividad de las Américas. Su idea queda plasmada con la creación de Transportes Aéreos del Continente Americano (TACA, como se la conoce posteriormente) y todas sus filiales.
Son varios los motivos por el cual Avianca reconoce a TACA. En estricto rigor, probablemente, necesite más que una aeronave y una librea para dar crédito a lo que representa la gran línea aérea salvadoreña que en su máxima expansión conecta desde Canadá, por el Norte, hasta Chile, por el sur.
La visión de Lowell Yerex
La primera razón del homenaje a TACA está en su visión. Yerex concibe a TACA como una compañía con varias filiales en distintos países. A través de estas líneas aéreas pretende establecer una red aérea latinoamericana totalmente interconectada.
Su idea no es única. Por esos años, Pan American (Pan Am) también pretende realizar algo similar y al igual que en las décadas siguientes. Sin ir más lejos, está el mismo caso de LAN que con el establecimiento de filiales en distintos países logra conformar una red interconectada en Sudamérica. La visión de TACA es probablemente, algo más ambiciosa.
No todas las compañías creadas por Yerex tienen éxito. Sin embargo, su idea tiene frutos claros en la década de 1990 cuando junto con Aviateca, Nica y más tarde LACSA, establecen el Grupo TACA. Por sus características, es quizás el primer conglomerado aeronáutico como tal. El resto de las compañías aéreas latinoamericanas prácticamente sigue de manera individual. Incluso, LAN está lejos de ser el “Latin American Network”, manteniendo su identidad chilena como LAN Chile.
La creación de TACA Perú, con base y hub en Lima, da pie a la expansión sudamericana. Con la unión de Avianca y TACA en 2009, más la completa unificación de marca e imagen, se da paso al hub de Avianca en Lima. De esta manera, gracias a la visión de TACA, la red de Avianca pasa de ser algo estrictamente colombiano a tener un horizonte continental gestionado por tres centros importantes como San Salvador, Bogotá y Lima. Hoy, producto de la reestructuración sólo los dos primeros quedan, pero ello no impide mantener la ideal vivo de la conectividad latinoamericana.
Los Kriete
La segunda razón está en sus directivos. Hablar de TACA es hablar de la familia Kriete. Si Lowell Yerex es el fundador, Ricardo Kriete es el salvador de la empresa y continuador del ideal.
En la década de 1950, TACA se encuentra al borde de la quiebra. La instancia es aprovechada por Ricardo Kriete, un estadounidense nacionalizado en El Salvador, quien adquiere el 30% de la compañía evitando su cierre.
Kriete está involucrado en la industria del café, algodón y caña de azúcar, además de explotar la minería y el turismo con su hotel Nuevo Mundo en San Salvador. De aviación conoce poco, pero si administración, algo fundamental para cualquier empresa. Prácticamente, la pasión por su trabajo y el compromiso por el éxito lo lleva a convertir a su nueva empresa en una línea de calidad.
El arribo de Kriete a TACA significa grandes cambios para la compañía. Uno de estos es la modernización de la flota pasando de los Douglas DC-4 a hélice a la era del jet. Posteriormente, la eficiencia y modernidad de la flota, se plasma con la incorporación de la familia Airbus A320 a partir de la década de 1990 con un aporte directo de la costarricense LACSA.
La nueva flota trae consigo la expansión. De Centroamérica se crece hacia el Caribe, México y los Estados Unidos. También TACA comienza a ser reconocida como una importante línea aérea de carga.
Ricardo Kriete fallece en 1969. La empresa pasa a su hijo del mismo nombre. Sin embargo, su inclinación está más en los campos que en el cielo. Pese a ello y a no tener formación académica formal logra mantener la operación. En 1977, la dirección de la empresa está en Francisco Balzareti, esposo de Lilian, otra hija de Ricardo Kriete.
Tres años después, Roberto Kriete con sólo 27 años se incorpora a TACA. La combinación de la juventud y audacia más la experiencia de Borgo Bustamente entregan una seriedad a la línea aérea para enfrentar los nuevos tiempos y la fuerte competencia. El respaldo también lo recibe de la junta directiva a la que pertenece Federico Bloch, otro de los hombres pioneros del transporte aéreo latinoamericano.
La nueva administración planea una estrategia más audaz, experimentando cambios radicales como el aumento de la flota y la inversión en otras compañías centroamericanas como Aviateca de Guatemala y SAHSA de Honduras. Además para impulsar su desarrollo, TACA toma la decisión de reducir tarifas hacia México y Centroamérica, estrategia que permite sumar nuevos pasajeros hasta un 35%.
Todos estos aportes contribuyen gradualmente a la conformación de lo que es Avianca hoy.
Excelencia operacional
Pese a su crisis y desafíos, si hay algo que por siempre destaca TACA es por su excelencia operacional. Uno de los baluartes más destacados y que hasta sus últimos momentos como empresa independiente se mantienen.
Algunos ejemplos son su excelencia en puntualidad que en varias ocasiones alcanza el 99,19% de OTP (On Time Performance), la operación coordinada de sus hubs y conexiones y la operación con lo último en tecnología. Sin duda, la incorporación de la familia A320 es un sello que se mantiene hasta la actualidad y que replica la actual Avianca al tener a estas aeronaves como caballito de batalla de sus operaciones.
A lo anterior, se suman también sus certificados de Auditoría de Seguridad Operacional (IOSA) de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y el reconocimiento internacional de sus servicios de mantenimiento (Aeroman) que llega a atender a líneas aéreas estadounidenses como US Airways o JetBlue, además de ser uno de los pocos centros de mantenimiento en su época recomendados por Airbus. Sin duda, todo un logro para cualquier empresa latina.
TACA en Avianca
En Avianca, sentir a TACA en su historia es todo un orgullo. Por ello, plasmar una de sus imágenes emblema los hace mirar hacia sus orígenes para apostar por el futuro fortaleciendo la conectividad de las Américas.
“Nosotros reconocemos nuestros orígenes y raíces y queremos honrar ese legado, porque es lo que nos permite hoy estar más fuertes y orgullosos que siempre para seguir construyendo una Avianca para Todos. Arrancamos este proyecto cuando celebramos nuestros 100 años con el livery de la Avianca de los años 50 y ahora conmemoramos a TACA”, comenta Adrián Neuhauser, CEO de Avianca.
Para las bases de TACA, Avianca cuenta hoy con una red que une a seis países de Centroamérica y El Caribe entre sí, y a esa región con el resto del continente con una sólida operación de más de 400 frecuencias semanales. A la fecha, 2.000 de los 12.000 colaboradores que tiene la línea aérea vienen de TACA. Y, en lo que va del año, más de 4 millones de pasajeros han salido o entrado desde El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua.
El A320 con la librea especial de la empresa salvadoreña comienza a volar en Colombia. Para 2023, se espera que sea asignado al hub en San Salvador. Un símbolo que marca el retorno a la fundación, a los orígenes, a esa visión de una latinoamericana unida, tal como se la imagina Yerex en 1931.
Fotografía portada - Avianca