El fabricante sueco Saab estima que los próximos pueden ser favorables para la industria de la defensa. El aumento de las tensiones geopolíticas y amenazas a la seguridad de los países son dos factores que influirán en las decisiones de los Gobiernos para adquirir más material de defensa o renovarlos.
El constructor del caza Gripen señala que la guerra en Ucrania y la tensión entre Rusia y los países de Occidente, principalmente aquellos miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) están llegando a niveles que no se ven desde la Guerra Fría. En una conferencia de prensa, señalan que el escenario se está manifestando en Europa con muchos países luchando por aumentar el gasto en defensa y asegurar contratos militares.
Según el CEO de Saab, Micael Johansson, la proyección favorable para la industria de la defensa se estima al menos hasta 2030. Si bien Europa es una de las regiones con más crecimiento inmediato, también ven oportunidades en otras partes del mundo.
Como ejemplo de lo anterior, mencionan el caso de Suecia que está en proceso de aumentar de manera importante el gasto en defensa. La solicitud de unión del país a la OTAN obliga a actualizar equipos para igualar los estándares de la organización multilateral lo que crea oportunidades para lograr nuevos contratos. Suecia es el principal cliente de Saab.
Algo similar podría ocurrir con otros países que han solicitado unirse a la OTAN. Tal es el caso de Finlandia y Ucrania. A esto, se agregan las necesidades de renovación de flota en otros países del mundo. En América Latina, Saab tiene las esperanzas de que Colombia escoja al Gripen E para renovar a los antiguos Kfir, lo que está asociado al proyecto que tiene en Brasil.
Para atender un escenario de incremento de pedidos, Saab está añadiendo personal e invirtiendo en aumentar la capacidad productiva. La intención es disponer de un nivel suficiente para competir en igualdad de condiciones con Lockheed Martin o Dassault, entre otros fabricantes.
Fotografía portada – Saab