Reafirmando sus compromisos en sostenibilidad, Air France – KLM Group firma un acuerdo con dos empresas para la compra de 1,6 millones toneladas de combustibles sostenibles de aviación (SAF). Las entregas están previstas a partir de 2023 y forman parte del compromiso autoimpuesto a 2030 de tener un 10% de las operaciones con este nuevo tipo de combustible.
Según el holding franco-holandés, los acuerdos permitirán reducir 4,7 millones de toneladas de CO2 en su utilización en las actuales aeronaves. La reducción considera las certificaciones actualmente vigentes, es decir, operar los SAF a un 50% mezclado con combustible tradicional Jet A-1.
“La descarbonización es el mayor desafío que ha enfrentado la industria de la aviación. Air France – KLM está activando todas las palancas disponibles para reducir su impacto ambiental: renovación de la flota, ecopilotaje y mayor uso de combustibles de aviación sostenibles certificados”, dice Benjamin Smith, CEO de Air France – KLM. “Los contratos que hemos firmado reflejan nuestro compromiso a largo plazo con el desarrollo de las capacidades de producción de SAF en todo el mundo, en beneficio de la industria en su conjunto”.
Los acuerdos firmados son con Neste y DG Fuels. Neste se encargará del suministro de 1 millón de toneladas entre 2023 y 2030. Por su parte, DG Fuels proveerá 600.000 toneladas en el periodo comprendido entre 2027 a 2036.
Air France – KLM señala que se están llevando a cabo conversaciones para agregar nuevos proveedores. La intención es establecer gradualmente una red diversificada capaz de satisfacer las necesidades de suministro.
Reducción del 30% de emisiones para 2030
Air France – KLM Group tiene asumido el compromiso de reducir en un 30% las emisiones de CO2 por pasajero-kilómetro para 2030 en comparación con los niveles de 2019. Para ello, considera utilizar SAF para cubrir el 10% de sus operaciones.
Los contratos con Neste y DG Fuels permitirán cubrir sólo el 3% de la meta. Por lo tanto, la incorporación de nuevos proveedores se vuelve una prioridad.
“Esperamos trabajar con Neste y DG Fuels, con quienes hemos establecido alianzas sólidas que allanarán el camino para la creación de una red global de proveedores capaces de satisfacer nuestras necesidades futuras”, agrega Smith.
Con el fin de cumplir con la legislación francesa vigente desde enero 2022, Air France – KLM está incorporando hasta un 1% de SAF por año para sus vuelos desde Francia y los Países Bajos. Con las compras realizadas y otras por cerrar, esperan aumentar las provisiones de este nuevo tipo de combustible.
Para complementar los esfuerzos en descarbonización, también se recurrirán a otros mecanismos. Entre ellos, destacan la captura de CO2 a través de un acuerdo firmado con Airbus y otras líneas aéreas.
Industria en pañales
A pesar del potencial que tienen los SAF para reducir las emisiones de CO2, Air France – KLM considera que es una industria que todavía está en pañales. En 2021, la producción de SAF representa apenas del 0,01% del combustible para aeronaves de líneas aéreas en todo el mundo.
Las razones que explican esto son su alto precio en el mercado y la accesibilidad. Estos problemas son considerados por la industria aérea en su conjunto como los principales desafíos para conseguir que más operadores adquieran este tipo de combustible. Por lo mismo, enfatizan en establecer una agenda colaborativa con los Gobiernos y que estos trabajen en políticas públicas con la industria aérea, pero que no representen más costos para el sector y para los usuarios.
“El objetivo global de cero emisiones netas para 2050 sólo se puede lograr si todas las partes públicas y privadas trabajan juntas para que esta transición sea un éxito. Esto podría implicar mecanismos de incentivos, como los que ya existen en los Estados Unidos y, en particular, en el estado de California”, señalan en Air France – KLM Group.
Uno de los objetivos del holding aeronáutico es impulsar la escala producción comercial de SAF para 2030. Las inversiones en compras son mecanismos en esa línea. En su política, establece que sólo adquirirán SAF que no compitan con el suministro de alimentos para las personas y animales, además de que no deriven del aceite de palma. Estos nuevos combustibles deben contar con la certificación RSB o ISCC+.
Fotografía portada - Air France