Para la temporada de verano 2022-2023, Chile contará con 63 aeronaves para el combate de incendios forestales. Utilizando recursos de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) más capacidades complementarias a través de licitaciones, esperan atender adecuadamente la temporada de mayor riesgo con un robusto y eficiente plan contra siniestros.
La presentación del plan contra incendios la realiza el Presidente Gabriel Boric desde la base aérea de CONAF en el aeródromo de Rodelillo en Valparaíso. Considera un presupuesto de CLP83 mil millones que permitirá tener la dotación de aeronaves y unos 3.000 brigadistas. La distribución de las capacidades será entre las regiones de Atacama y Magallanes. De acuerdo con lo anunciado, se conformarán brigadas convencionales, nocturnas, helitransportadas, interfaz urbano-rural, cisternas y mecanizadas.
“Nuestra realidad es que el 70% de nuestro territorio, más de 7 millones y medio de personas, son susceptibles de verse afectadas por alguno de estos tipos de desastres, hay varios que nos han marcado, hemos visto mega incendios durante los últimos años”, dice el Presidente Boric.
Desde CONAF, explican que las aeronaves estarán distribuidas hasta Punta Arenas. Sin embargo, la concentración de equipos se ubicará en las regiones donde se presenta mayor recurrencia de incendios forestales, principalmente, entre Valparaíso y la Araucanía.
La distribución de los recursos se realiza según el riesgo o amenaza como la vulnerabilidad. La amenaza guarda relación con la actividad humana, mientras la vulnerabilidad se relaciona con las condiciones geográficas, meteorológicas, climáticas, presencia de combustibles, etc. En Chile, el 90% de los incendios forestales son provocados por la acción humana. Además de los recursos aéreos y terrestres, hay un fuerte enfoque en la prevención.
“CONAF llega a esta temporada con énfasis en la prevención. En lo que respecta a la operación, nuestro esquema considera la implementación de recursos terrestres y aéreos, además de los de detección”, dice Pablo Lobos, gerente de Protección contra Incendios Forestales. “Los recursos aéreos están compuestos por helicópteros en categorías livianos, semipesados y pesados, aviones cisterna y tanquero grande, a definir. Además, hay aeronaves de coordinación especialmente destinados”.
De las 63 aeronaves, 37 son helicópteros. Los aparatos predominantes son los del tipo liviano, principalmente el Airbus H125 (AS350 B3), por ser rápido, con buena capacidad de carga y prestaciones, incluso para operar en altura. En los helicópteros medianos está el Bell 212 y 412 que permiten llevar 10 personas, mientras que en los pesados está el AS332 Super Puma. En esta oportunidad, no se considera el uso del Kamov por ser helicóptero ruso con motor ucraniano.
“La estrategia de CONAF es abordar los incendios lo más rápido posible con una distribución especial en las regiones. Esto considera una llegada rápida con un primer ataque”, complementa Fernando Parada, jefe de Recursos Aéreos de CONAF. Para esto, destaca el aporte de aeronaves como el Air Tractor AT-802 y lo helicópteros B3 (H125).
Lobos señala que la estrategia y técnicas de CONAF son altamente eficientes para el combate de incendios forestales. “Alrededor del 85% de los incendios lo apagamos en menos de cinco hectáreas. El problema -de apagar incendios- se genera en el 1% de los siniestros por ser de magnitud o conflictivos, por ejemplo, que esté en una zona urbana", explica.
Para CONAF, los incendios tienen un comportamiento más errático por lo que es correcto diversificar y distribuir la flota. De esta manera, es posible actuar de manera rápida. “Los helicópteros livianos que trabajan en tándem son muy efectivos en lugar de una zona aeronave de gran capacidad”, dice el gerente de Protección contra Incendios Forestales. “Cuando tenemos siniestros mayores tenemos helicópteros pesados”.
CONAF tiene seis aviones operativos. El resto de los aviones se solicitan a través de procesos de licitación en el que participan empresas chilenas y extranjeras.
Fotografía portada - Simón Blaise O.