Si bien una de las apuestas es tener al B737 MAX 10 certificado antes de diciembre 2022, la demora del proceso por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) parece llevar a Boeing a aceptar la realidad. En ese sentido, estaría asumiendo que la aeronave, junto con el MAX 7, recién podrían tener su autorización antes del verano del hemisferio Norte de 2023.
Boeing enfrenta la fecha límite de diciembre para obtener la certificación tipo para el MAX 10 y MAX 7. Para ello, debe cumplir con nuevos requisitos de alerta en cabina, exigidos como parte de las medidas preventivas tras los accidentes del MAX 8 de Lion Air y Ethiopian en octubre de 2018 y marzo de 2019.
Una de las preocupaciones de Boeing guarda relación con que una certificación diferente para el MAX 7 y 10, podría poner en riesgo las ventas ya que los operadores aéreos debieran tener dos tipos de habilitaciones para volar estos aviones. Otra inquietud es un posible retraso en la producción y en las entregas. El fabricante defiende que no es necesario tener un nuevo sistema de alerta considerando que el B737 MAX 8 y MAX 9 ya están en servicio tras las correcciones realizadas.
La única opción que tiene Boeing es que el Congreso de los Estados Unidos otorgue una extensión al plazo. Intercambio de opinión y algunas sugerencias podrían anticipar que esa prórroga se materialice antes de que termine el año.
Boeing estaría asumiendo que el B737 MAX se entregaría más hacia el verano de 2023. Según publica Reuters, “el cronograma del plan actual de Boeing tiene al B737-10 recibiendo un certificado de tipo modificado no antes del verano de 2023”. La agencia de prensa menciona dos fuentes citando al administrador interino de la FAA, Billy Nolen, en una carta al senador Roger Wicker, senador republicano miembro del Comité de Comercio.
El senador Wicker propone extender el plazo para que Boeing obtenga la aprobación de los dos modelos de aviones hasta septiembre de 2024. Espera adjuntar la propuesta a un proyecto de ley de defensa anual, pero no está claro si el Congreso la apoye.
Boeing viene expresando su preocupación a la FAA por la demora del proceso de verificación de la documentación de los nuevos aviones. Para que el B737 MAX 10 esté aprobado debe contar con el visado del MAX 7 ya que la certificación del primero requiere documentación del segundo.
Hasta ahora, las demoras en el proceso de certificación no han impedido a Boeing conseguir nuevos pedidos. En julio, Delta compra 100 B737 MAX 10 y recientemente, WestJet firma una orden por 42 aviones de ese modelo más otras 22 opciones.
Pilotos se oponen a cualquier excepción
Los sindicatos de pilotos de American Airlines y la Asociación de Pilotos Aliados (APA) se oponen a cualquier extensión de los plazos a Boeing por parte del Congreso para las certificaciones del MAX 7 y MAX 10. Argumentan que el fabricante debe cumplir con los sistemas adicionales de alerta en cabina en función de la seguridad de vuelo, a pesar de que estos no se exigen en los modelos actualmente en servicio (MAX 8 y MAX 9).
“Boeing debe continuar con la instalación de sistemas modernos de alerta a la tripulación en estos aviones para mitigar efectos de sobresalto del piloto y la confusión durante fallas complejas del sistema”, señala el capitán Edward Sicher, presidente de APA.
Fotografía portada – Boeing