El pasado 01 de octubre, Canadá levanta todas las medidas COVID-19, incluyendo el uso de mascarillas. Después de dos años, las cuestionadas restricciones colocadas por el gobierno de Justin Trudeau se terminan de la misma manera como son colocadas: a través de la política. Para la principal línea aérea de ese país, es la oportunidad para impulsar la reactivación.
“Air Canada da la bienvenida a la eliminación de estas restricciones, reconociendo que los viajes aéreos son seguros y que las medidas no estaban justificadas por la ciencia”, sentencia Craig Landry, COO de Air Canada. Una alusión directa a las -malas- decisiones políticas tomadas por los Gobiernos que por dos años hacen al uso de su potestad para imponer medidas bajo el contexto sanitario.
Desde marzo 2020, Canadá es uno de los países más estrictos en restricciones COVID-19. En materia de tráfico aéreo de pasajeros, las medidas políticas impulsadas por la administración Trudeau reducen al mínimo las operaciones generando una fuerte oposición en el sector. Algunas compañías son forzadas a detener sus servicios ante la inviabilidad de lograr una operación, tal como ocurre con Air Transat. En el caso de Air Canada, las afecciones se limitan prácticamente a vuelos transfronterizos.
Uno de los problemas de las medidas sanitarias de la administración Trudeau son las inconsistencias y diferencias de estas según el medio de transporte. Mientras los pasajeros que viajan por avión son sometidos a estrictas medidas de control en aeropuertos con uso de los cuestionados “hoteles sanitarios” de confinamiento, los ingresos al país por tierra son flexibles como si el virus prefiere viajar exclusivamente viajar en avión.
Con el fin de las restricciones, Air Canada plantea que es la oportunidad para simplificar los procesamientos de pasajeros en los aeropuertos, especialmente en los filtros de seguridad y aduanas. La línea aérea insta a las autoridades a trabajar en conjunto en función del mejoramiento de los viajes por avión.
“Las lecciones aprendidas durante la pandemia ahora deben aplicarse para simplificar el sistema de transporte aéreo en Canadá y promulgar más reformas. Esto incluye mejorar los procesos, como la seguridad y aduanas en los aeropuertos, desarrollando nuevos programas de viajero confiable, implementando nuevas tecnologías y, fundamentalmente, reexaminando el modelo de pago del usuario que financia el transporte aéreo en Canadá, cuyas debilidades e interdependencias quedaron expuestas por COVID”, agrega Craig.
Air Canada espera que el fin de las restricciones represente un impulso para la recuperación. Las preocupaciones más inmediatas están en el mejoramiento de la compleja situación aeroportuaria que continúa afectando la puntualidad de los vuelos y la experiencia de viaje de pasajeros.
La situación aeroportuaria de Canadá durante el verano del hemisferio Norte es comparable a la de muchas terminales aéreas de Europa con varios retrasos, cancelaciones, reducción de la oferta y problemas de equipaje.
Fotografía portada – Air Canada