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Delta y LATAM implementarán su JBA en el corto plazo tras autorización final del DOT

Tras la aprobación final por parte del Departamento de Transporte de los Estados Unidos (DOT, por sus siglas en inglés), Delta Air Lines y LATAM esperan culminar la implementación de acuerdo de negocio conjunto (JBA) en el corto a mediano plazo dando paso a una de las mayores alianzas bilaterales en el continente. La aprobación es esperada, ya que en junio, el organismo otorga la autorización provisional.

Por el momento, tanto en Delta como en LATAM se limitan sólo a indicar que la implementación final, especialmente en lo que se refiere a compartir ingresos en las rutas, ocurrirán en los próximos meses, junto a otros beneficios para los viajeros que esperan comunicar. El JBA tiene un impacto en más de 300 destinos en el continente americano, especialmente en los mercados de los Estados Unidos, Canadá, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay. Asimismo, las empresas señalan que por las sinergias a desarrollar, el JBA es considerado un instrumento para impulsar el crecimiento de los mercados.

“El Joint Venture (JV) -o JBA- entre Delta y LATAM ayudará al crecimiento del mercado entre América del Norte y del Sur, brindando beneficios significativos para los clientes que tanto necesitan. Aplaudimos al DOT por esta aprobación final”, expresa Ed Bastian, CEO de Delta Air Lines. “Ahora nos pondremos a trabajar con LATAM para transformar la experiencia de viaje de todos nuestros clientes y creando nuevas oportunidades para nuestros empleados”.

“La aprobación del DOT dará pie al inicio del trabajo con Delta para entregar más y mejores beneficios a los clientes de LATAM y de Delta, tales como conexiones más expeditas, acumulación conjunta de millas en programas de pasajero frecuente, entre muchos otros. Estoy seguro de que, con el tiempo, podremos ofrecer las mejores conexiones incorporando una mirada sostenible de futuro”, agrega Roberto Alvo, CEO de LATAM Airlines Group.

El JBA entre Delta y LATAM considera a las líneas aéreas y sus filiales. En el caso de LATAM a las de Brasil, Colombia, Paraguay y Perú, además de la red de carga. La asociación espera generar mayores conexiones entre las distintas ciudades, ya sea a través de los hubs como punto a punto, nuevos servicios de código compartido, entre otros.

Lo que está disponible actualmente

A fines de septiembre de 2019, Delta y LATAM anuncian su propuesta de establecer un JBA. La alianza es resultado de la compra del 20% de la firma chilena por parte de la compañía con sede en Atlanta. El JBA considera una serie de sinergias bilaterales orientadas a establecer una nueva relación de largo plazo.

Delta y LATAM enfocan que los principales beneficios en términos de conectividad, siendo este el principal impacto para los pasajeros. En ese sentido, a la fecha están implementados varios servicios de códigos compartidos que comienzan en Brasil en febrero de 2020, que después amplían a más de 20 rutas entre los Estados Unidos y Sudamérica.

También se incluyen anuncios referentes a la acumulación y canje mutuo de millas y beneficios recíprocos para los socios de los respectivos programas de lealtad (Delta SkyMiles y LATAM Pass) y el uso de terminales compartidas en aeropuertos hubs clave como Nueva York (JFK), Sao Paulo (GRU) y Santiago, el uso de mutuo de Salones VIP en los Estados Unidos (53 Delta Sky Club) y cinco en Sudamérica (LATAM Lounge).

Fotografia – Alfredo Vera

Punto de inflexión en la región

El ingreso de Delta en LATAM y la propuesta de JBA sorprende a la industria porque marca un quiebre drástico entre todos los actores de la región y a nivel global. Los movimientos que genera la asociación, ubicada en un nivel previo a las fusiones, todavía están produciéndose debido a los distintos escenarios que impone la crisis del COVID-19 y coyuntura actual.

En una primera aproximación, Delta queda como el “gran ganador” al conseguir una posición relevante en el mercado latinoamericano tanto por operaciones propias como por acuerdos estratégicos. En ese sentido, logra cumplir un anhelo perseguido desde fines de 1990, cuando explorar ingresar al mercado sudamericano a través de una participación en la desaparecida AeroPerú. Además, continúa con un posicionamiento global basado en relaciones bilaterales e inversiones estratégicas con el cual construye un nuevo esquema de crecimiento.

Por el contrario, American Airlines es la más afectada ya que pierde a LATAM como su aliado estratégico -e histórico- en la región. Como consecuencia, se ve en la obligación de buscar otros socios de manera bilateral en la región. Para ello recurre a GOL en Brasil y a JetSMART, por ser las únicas que cuentan con un proyecto compatible geográficamente con el cual puedan rivalizar a sus competidores, independiente de su modelo de negocios.

Una de las causas que gatilla el JBA Delta – LATAM es el revés que la segunda obtiene en Chile, lo que obliga a buscar otras alternativas para generar sinergias operativas y financieras en la región con menos probabilidades de cuestionamientos por parte de instituciones u organismos. En ese sentido, una de las ventajas que tiene la asociación con Delta es la inexistencia de overlaps en rutas al operar la mayoría de los servicios desde Atlanta, lo que no ocurre con American Airlines.

Blindaje en Chile

Para evitar cualquier bloqueo en Chile del JBA, tomando como referencia lo ocurrido con American Airlines, en febrero de 2020, Delta presenta medidas de mitigación ante la Fiscalía Nacional Económica (FNE). Tras los comentarios de LATAM, en mayo de 2020 ambas compañías firman el JBA para integrar las rutas entre Sudamérica y Norteamérica, compartir ingresos, coordinar operaciones de carga y acuerdos de códigos compartidos.

En octubre, las dos líneas aéreas presentan una serie de mitigaciones ante posibles riesgos detectados en el JBA, además del acceso a información financiera. Tras nueve meses, la FNE acepta las modificaciones y son presentadas ante el TDLC en agosto de 2021.

La primera guarda relación con la restricción de la asistencia de los directores de Delta en Aeroméxico (donde participa en un 51%) en los comités que discutan aspectos relacionados con las rutas entre Chile y México. De esta manera, se busca influenciar o acceder a información comercial sensible de Aeroméxico en los tramos afectos. El segundo punto guarda relación con que los directores de Delta en LATAM deben ser independientes a la firma estadounidense que hoy es acreedora de la línea aérea chileno-brasilera. Finalmente, se establece que los equipos de implementación del JBA operen para el caso específico de LATAM, si los funcionarios de Delta estén involucrados en la definición de estrategias de Aeroméxico en el mercado México – Chile.

La FNE considera que las medidas son adecuadas para mitigar los posibles riesgos de la competencia y son factibles de implementar, además de monitorear. Para el organismo antimonopolios, las acciones emprendidas impedirían el traspaso de datos comerciales en algunas rutas competitivas.

Fotografía portada – LATAM

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