Durante la crisis provocada por los cierres de las fronteras y restricciones unilaterales impuestas por los Gobiernos bajo justificación del COVID-19, la carga aérea se convierte en la alternativa de salvación para muchos operadores. La paralización de las flotas y necesidad mayor de transporte que viaja habitualmente en avión crea una demanda suficiente para impulsar al sector.
Sin embargo, lo anterior parece ser algo del pasado. El regreso de las flotas de pasajeros está normalizando la capacidad de carga, medida en toneladas disponibles por kilómetro (ATK, por sus siglas en inglés). Si bien el comercio electrónico continuará impulsando los envíos a futuro, la demanda de aviones de carga parece ser menos necesaria que hace dos años. Un escenario previsible para quienes confiaron siempre en un retorno a la normalidad y no en una “nueva normalidad”.
FedEx está alertando al sector de la carga aérea. Hace unos días, toma la decisión de reducir frecuencias de vuelos y estacionar temporalmente varios de sus aviones. La razón el debilitamiento macroeconómico en Asia y en Europa que están generando déficit por US$500 millones para el servicio de entregas por avión. Los ingresos por entregas en servicios terrestres también se reducen en US$300 millones.
“Los volúmenes globales disminuyeron debido a que las tendencias macroeconómicas empeoraron significativamente más adelante en el trimestre, tanto a nivel internacional como en los Estados Unidos”, comenta Raj Subramaniam, presidente y CEO de FedEx. La compañía está viendo resultados bajo las expectativas.
“Si bien este desempeño es decepcionante, estamos acelerando agresivamente los esfuerzos de reducción de costos y evaluando medidas adicionales para mejorar la productividad, reducir los costos variables e implementar iniciativas de reducción de costos estructurales”, agrega.
Oficialmente, FedEx no indica cuantos aviones paralizará ni por cuánto tiempo. De sus 696 aviones, sólo están detenidos 10. Sin embargo, no hay precisión si ese número corresponde a detención por otros motivos o son todos o parte de la flota que se paralizará indefinidamente.
La flota de FedEx está conformada por 18 ATR42, 25 ATR 72-600F, 67 Airbus A300-600F, 119 Boeing 757-200F, 114 B767-300F, 51 B777F, 235 Cessna C208 Caravan, un C408 SkyCourier, nueve McDonnell Douglas MD-10F y 57 MD-11F.
FedEx alerta que las condiciones comerciales globales se debilitarán más durante el segundo semestre 2022. Para el próximo año, las expectativas son volátiles por la coyuntura económica local e internacional, el precio del petróleo y los escenarios geopolíticos.
DHL también alerta un deterioro de la actividad de carga aérea. Sin embargo, su pronóstico es más favorable que el gigante estadounidense y asegura que el transporte de mercancías seguirá teniendo un rol importante. No obstante, ve una reducción de la demanda (RTK) de 9% en comparación con septiembre 2019. La compañía informa que hay menores ventas y un alto inventario en todos los sectores lo que reduce la cantidad de envíos.
Otro gigante del transporte de carga es UPS. Todavía se desconoce si adoptará medidas similares a FedEx considerando su alta capacidad de carga.
Para los próximos meses, las líneas aéreas continuarán reactivando su flota. Ese escenario implica la normalización del ATK en bellies (o el uso de las bodegas de los aviones de pasajeros), sector en el cual se transporta la mayor parte de la carga aérea global.
Otro factor que el sector analiza son las condiciones más favorables del transporte marítimo que suelen tener precios más asequibles que la carga aérea, aunque los tiempos de envío son mayores. En años anteriores, el auge del sector marítimo lleva a que muchas líneas aéreas reduzcan la capacidad de ATK con la salida de aviones. Algunos ejemplos son la reducción de la flota carguera en Air France – KLM o la salida de los B777F en LATAM Cargo, por mencionar algunos ejemplos.
Datos de IATA
Los últimos datos entregados por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) muestran que la carga aérea cae en julio un 9,7% respecto al mismo mes de 2021. La demanda (RTK) también disminuye en 3,5% en la misma comparación. El ATK, por su parte, está en un 3,6% (6,8% en vuelos internacionales), pero en un 7,8% inferior en comparación con julio 2019.
Los datos no consideran los últimos deterioros económicos globales. Sin embargo, están determinados por la disminución de las exportaciones, la guerra en Ucrania que afecta a varias líneas aéreas en Rusia y Ucrania que tienen un rol importante en la carga de gran capacidad.
Si bien señala que el comercio seguirá recuperándose, impulsado por China, el transporte marítimo será el gran beneficiado. Sin embargo, la carga aérea también puede verse en algo favorecida.
“Los datos de julio nos muestran que la carga aérea sigue manteniéndose firme, pero como es el caso de casi todas las industrias, tendremos que observar cuidadosamente los desarrollos económicos y políticos en los próximos meses”, dice al respecto Willie Walsh, director general de IATA.
Fotografía portada – FEDEX