La compañía espacial de Jeff Bezos, Blue Origin, sufre su primer revés significativo. El pasado 12 de septiembre, el cohete New Shepard reporta una falla provocando un incendio en la aeronave que termina estrellándose en su retorno a la Tierra. Si bien el accidente no implica la pérdida de vidas, si representa un desafío para su propuesta espacial que deberá ser revisado.
De acuerdo con reportes de prensa, el cohete sólo transporta experimentos. Si bien sufre daños, la cápsula logra aterrizar en un lugar seguro. Para Blue Origin, este hecho entrega un punto a favor más allá de la falla a revisar, ya que la cápsula es la misma que transporta pasajeros en los viajes espaciales.
Para determinar las causas, la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) está investigando los hechos. Hasta el momento, no hay medidas específicas tomadas respecto al futuro de los vuelos las que dependerán del resultado de los informes correspondientes. Sin embargo, anticipan que por ahora no permitirán más vuelos del New Shepard.
El suceso
Apenas un minuto del despegue, el cohete New Shepard muestra llamas de color amarillo salientes del único motor, ubicado en la parte inferior de la aeronave. Las llamas provocan que el aparato no pueda continuar con su trayectoria y activa el sistema de lanzamiento de emergencia de la cápsula la que aterriza de manera segura en el desierto de Texas con su sistema de paracaídas.
Como se indica, la cápsula no transporta pasajeros, pero es la misma que se utiliza para los viajes espaciales privados. El funcionamiento correcto permite a la empresa de Bezos dar garantías anticipadas de que su propuesta es segura para continuar ofreciendo viajes espaciales.
El cohete New Shepard tienen la particularidad de ser reutilizable. Para que esto ocurra, deben posarse y quedar en la misma posición de despegue. La falla ocurre cuando el cohete se encuentra a 28.000 pies de altura volando a 700 millas por hora (1.126 kilómetros por hora). Según precisa Blue Origin, el incendio ocurre a T+65 liberando la cápsula con el sistema de emergencia. También confirman la destrucción del sistema de propulsión del aparato.
Blue Origin pide no sacar conclusiones apresuradas
Blue Origin dice que “el sistema de escape funciona según lo diseñado”. Las primeras especulaciones sobre las causas de la falla están en un posible problema con el motor BE-3. De acuerdo con los análisis de las imágenes, se concluye la presencia de restos que caen del propulsor antes de que se dispare la cápsula.
La empresa señala que es muy prematuro asumir algo relacionado con el motor. Por lo mismo, piden mesura en los comentarios y evitar conclusiones apresuradas hasta que no concluyan las investigaciones en curso. También descartas cualquier implicancia en el cohete orbital New Glenn.
Blue Origin planea usar una variante del motor del New Shepard denominada BE-3U. Expresan que se trata de una versión mejorada resultante de una transferencia de tecnología.
En un intento para disminuir las críticas, enfatizan en el éxito del funcionamiento de la cápsula de escape donde se transportan 30 investigaciones y otras cargas útiles. “Todos los sistemas funcionaron como lo planeamos. Tampoco no hay daños en la perspectiva de la carga transportada”.
Blue Origin señala que los últimos 12 meses han sido críticos para la compañía por los procesos involucrados en el programa New Glenn que tiene una demora. Se espera que este nuevo cohete pueda tener su lanzamiento para 2023, pero señalan que la fecha exacta se comunicará cuando cuenten con la seguridad de que todos los sistemas estén listos para una operación segura.
Sin embargo, el accidente del New Shepard no entrega por ahora un panorama alentador. La FAA tiene prohibida su operación hasta que no se complete la investigación con el fin de evitar cualquier accidente comercial.
Fotografía portada – Blue Origin Video Screenshot