Colombia y Venezuela retoman la conectividad aérea

Tras cinco años de suspensión, los Gobiernos de Colombia y Venezuela anuncian la reanudación de los servicios aéreos comerciales entre ambos países. La medida de carácter político permitirá la reactivación de importantes rutas beneficiando a la población de ambos países, aunque es el tráfico V.F.R. (Visit Friends & Relatives) venezolana el más favorecido.

Los vuelos están previstos a partir del 26 de septiembre en dos rutas: Bogotá – Caracas y Bogotá – Valencia. Por parte de Colombia, líneas aéreas que tienen aprobados los permisos de operación son Avianca, LATAM, Ultra Air y Wingo. Desde Venezuela, se espera la revisión de los permisos de Avior Airlines y Laser.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Aviación Civil de Venezuela (INAC), Colombia se une a Argelia, Bolivia, Brasil, Cuba, España, Irán, México, Panamá, Qatar, República Dominicana, Rusia, San Vicente y las Granadinas, y Turquía, que tienen autorizados los vuelos. Sin embargo, las líneas aéreas colombianas deben todavía esperar la oficialización de los itinerarios para comercializar los pasajes lo que se espera en los próximos días. Para el resto de los países, los vuelos hacia y desde Venezuela continúan suspendidos y sujetos a la relación política del régimen venezolano.

Avianca restaurará los vuelos en la ruta Bogotá – Caracas, que tras 60 años se suspenden el 27 de julio de 2017 por razones de seguridad y limitaciones operativas. La principal línea aérea colombiana, por participación de mercado en ese país, espera contar con al menos siete frecuencias semanales. A diferencia de años anteriores, cuando llega a operar incluso con aviones de fuselaje ancho, los vuelos se asignen a material de la familia Airbus A320.

En el caso de LATAM, la operación se realizaría en la misma ruta que Avianca y operada por la filial colombiana. La operación marcará el regreso de la principal línea aérea latinoamericana a Venezuela, después de que en agosto 2016, se suspenden los servicios Lima – Caracas y Santiago – Guayaquil – Caracas, por el problema de repatriación de los ingresos generados en ventas en territorio venezolano al tipo de cambio correspondiente. LATAM tiene desde el lado colombiano vuelos autorizados en equipos A320 tras una solicitud realizada en 2022.

Wingo probablemente sea la principal línea aérea que conecte Colombia y Venezuela, al menos en una primera etapa. Espera operar las rutas Bogotá – Caracas y Bogotá – Valencia con aeronaves Boeing 737-800. En ambos casos, las frecuencias que posee alcanzan a los siete vuelos semanales.

La nueva compañía colombiana Ultra Air también debe operar en una de las rutas mencionadas, siendo la principal Bogotá – Caracas. Sin embargo, no se conocen mayores detalles de lo que sería su primera operación internacional por lo que se infiere que esta podría darse en una segunda etapa.

Desde Venezuela, Avior Airlines y Laser podrían operar una similar cantidad de frecuencias que sus pares colombianos. El material aéreo que podrían utilizar son B737-200 Adv., B737-400 y McDonnell Douglas MD-81/82/83, respectivamente.

Cabina de un A320 de Avianca. Fotografía – Avianca

Reanudación del tipo Low Cost

La reanudación de los vuelos entre Colombia y Venezuela se realizará a través de políticas de estímulo a la demanda a través del precio, propio de las líneas aéreas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés). Si bien de los cuatro operadores autorizados por parte de Colombia, sólo Wingo y Ultra Air se declaran oficialmente operar con ese modelo de negocios, el cambio de enfoque comercial de Avianca y el modelo híbrido de LATAM, prácticamente hacen que todas funcionen en un mismo esquema.

La operación del tipo LCC debe favorecer a la reactivación de una rápida demanda, especialmente en el tráfico étnico y V.F.R. en los dos países. También se espera la generación de una interesante dinámica competitiva entre todas las líneas aéreas colombianas como internacionales. Copa Airlines es la compañía que tendrá un mayor impacto, ya que perderá la exclusividad de operar a Venezuela después de años de mantener una hegemonía.

Si bien las compañías venezolanas no operan con un modelo LCC, estarán forzadas a competir a través del precio. Como consecuencia, una operación a Colombia le representa un desafío no menor considerando que deberán con precios bajos no favorables para su compleja situación financiera y estructura de costos en comparación con los operadores colombianos. Probablemente, la estrategia comercial de las líneas aéreas venezolanas sea apele al factor nacional.

Respuesta política

La reanudación de las relaciones entre Colombia y Venezuela es un efecto esperado con la llegada de Gustavo Petro al poder a partir de agosto. Dos días después de la elección, el nuevo Presidente colombiano señala por twitter que se ha comunicado con el Gobierno de Venezuela para abrir las fronteras lo que se considera como un anticipo para una posible reanudación de vuelos.

Gustavo Petro, Presidente de Colombia. Fotografía – JC Zapata

Históricamente, Colombia y Venezuela mantienen una buena oferta de vuelos que consideran tramos entre las capitales y a otras ciudades en respuesta a la alta demanda que existe. Con la diáspora de millones de venezolanos, en la industria aérea se señala que el potencial de tráfico de pasajeros entre ambos países es mayor, especialmente del tipo V.F.R. por los lazos que las personas tienen con su país. Cerca de dos millones de venezolanos residen actualmente en Colombia.

Fotografía portada – Aeropuerto Maiquetía

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