La australiana Qantas planea reemplazar su flota de Airbus A330 en un plazo de 12 a 18 meses. La intención es actualizar toda la flota con aeronaves de última generación en los próximos años para realizar operaciones más eficientes.
De acuerdo con datos de la industria, Qantas cuenta con 28 A330 con una edad promedio de 15,7 años, que ya es superior al promedio del resto de la flota actual. Posee 18 A330-200 (de los cuales 15 están en servicio) y otros 10 A330-300. Las aeronaves operan rutas domésticas de alta densidad, así como rutas medias y de larga distancia internacionales, por lo que la tasa de uso de los equipos es significativa.
“Estas aeronaves se dirigen al final de su vida útil”, señala Vanessa Hudson, CFO de Qantas Group. “Realizaremos una competencia tal como lo hemos hecho para la flota de fuselaje estrecho en los próximos 12 a 18 meses”.
Para renovar a los A330, Qantas considera las opciones de Airbus y Boeing. Ambos fabricantes ofrecen aeronaves adecuadas para el reemplazo por lo que se anticipa una competencia estrecha. En los últimos procesos de renovación de flota, el fabricante europeo resulta vencedor para equipar la flota de fuselaje angosto de Qantas y Jetstar con los A220 y A321XLR, así como para los futuros vuelos de ultra larga distancia con los A350-1000.
Para el reemplazo de los A330-200/-300, Airbus ofrece el A330neo en sus modelos -800 y -900, siendo este último el más adecuado por la combinación de capacidad y alcance. Con capacidad para transportar entre 220 y 300 pasajeros, más un alcance de hasta 8.150 millas náuticas, el A330-900 aparece como una aeronave adecuada para brindar versatilidad operativa en rutas medias domésticas e internacionales, así como vuelos de larga distancia en complemento de la flota futura A350-1000.
Desde Toulouse, también pueden ofrecer el A350-900 como alternativa. Si bien se trata de un equipo que ya está incluido en la flota futura de la línea aérea australiana, la aeronave cuenta con un mayor peso y capacidad que el modelo anterior, por lo que puede ser menos apropiada para operar en las rutas asignadas.
Boeing, por su parte, dispone el B787-9 como única opción ante la falta de un avión intermedio. Al igual que con el A350, el Dreamliner es un avión que ya está introducido en la flota por lo que sumar nuevas unidades puede ser favorable en lo que respecta a ahorros de costos. Sin embargo, la mayor capacidad juega en contra.
Fotografía portada - Qantas