LATAM espera recuperar los niveles de demanda a mediados de 2023

Impulsado por la recuperación rápida de Brasil y Colombia, principalmente, LATAM actualiza sus proyecciones de recuperación demanda para los próximos años. Después de asegurar que los niveles previos a la pandemia se recuperarían hacia 2024, la principal línea aérea latinoamericana asegura que a mediados de 2023 se podría alcanzar los niveles de tráfico de 2019.

Siguiendo el comportamiento de la recuperación del tráfico aéreo de pasajeros a nivel global, la demanda en las operaciones de LATAM está impulsada por los mercados domésticos los cuales alcanzarán los niveles de 2019 a fines del presente año. Por las políticas de apertura impulsadas por Colombia, este país ya se encuentra con los niveles de tráfico recuperados en el primer trimestre de 2022. Se espera que Brasil y Ecuador lo hagan antes de septiembre.

Buscando maximizar el uso de los recursos y un estricto control de costos sujeto a los requerimientos del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos, LATAM viene mostrando una recuperación gradual de su oferta en función de la demanda. Sin embargo, en los últimos meses, la compañía reconoce que un desafiante entorno regional -que se explica por factores económicos y políticos en los países donde opera-, así como un entorno global complejo, principalmente asociado al precio del combustible-, ralentiza el ritmo de colocación de capacidad.

Actualmente, LATAM tiene una operación al 81,0% de capacidad, medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK) con un tráfico de pasajeros por kilómetro (RPK) al 77,8% con un factor de ocupación cercano al 82,0%, aunque se advierte una disminución de dos puntos porcentuales en julio por la colocación de más oferta frente a una demanda más ralentizada.

Por país, la operación en Colombia está con un ASK al 109,0%, distribuida en un 132,0% doméstico y 83,0% internacional. Le sigue Brasil con 89,0% dividido en un 107,0% doméstico y 69,0% internacional, y Perú, con un ASK al 78,0% con un 90,0% doméstico y 73,0% internacional. Más atrás están Ecuador con 51,0% de oferta que si bien es inferior al resto de los mercados cuenta con un significativo 134,0% en rutas domésticas y 29,0% internacional. Por las restricciones y situación país, Chile está al 69,0% distribuido en un 75,0% doméstico y 66,0% internacional.

En las rutas internacionales, LATAM proyecta que la demanda se recuperará a mediados de 2023, pese a las diferencias que existen por país. Estas rutas representan el 45% de los ingresos de la compañía en 2019. Los países que funcionan como hub principales como son Brasil y Perú debieran alcanzar una recuperación más rápida, ya que la compañía está canalizando gran parte del tráfico a través de sus centros de distribución en Sao Paulo (GRU) y Lima. Ambos mercados se benefician porque prácticamente no cuentan con restricciones políticas para los viajes lo que favorece la recuperación de la demanda y las operaciones.

Para el 2024, LATAM proyecta una operación de pasajeros con un ASK similar a la del 2019, es decir, no ve un crecimiento. La estimación se explica por la menor disponibilidad de flota y rutas respecto al periodo previo a la pandemia, además por un entorno incierto. Respecto de los ingresos, la compañía espera que ese año supere los niveles de 2019, llegando a los US$11,5 mil millones.

“Este plan de negocio actualizado refleja cómo el grupo LATAM está mejor preparado para enfrentar los desafíos futuros, con una estructura de costos más competitiva y flexible, con una oferta más completa para los clientes y avanzando hacia una aviación más sostenible”, dijo el CEO de LATAM Airlines Group, Roberto Alvo.

Fotografía – Ricardo J. Delpiano

Más reducción de costos

Ante un escenario más incierto y volátil, con precios del combustible altos y la devaluación de las monedas locales frente al dólar que impactarán las finanzas de la compañía, LATAM intensificará su plan de reducción de costos. En su nueva versión del plan de negocios, considera ahorros de más de US$1.000 millones en comparación con los US$900 millones previstos.

El ahorro de costos puede darse a distintos niveles ya sea de manera interna como de cara al usuario, principalmente en productos y servicios. En ese sentido, es posible que la compañía intensifique acciones ya en marcha como la automatización de servicios, reducción o simplificación de productos.

En ese sentido, LATAM informa que sigue con transformaciones estructurales en la renegociación de su flota, mejoramiento de su posición de costos relativos, fortalecimiento de su red y reducción de su deuda total en aproximadamente un 36% respecto a los niveles previos a la pandemia.

En lo que respecta al fortalecimiento de la red informada, se debe hacer mención de que se trata de una optimización de esta. Por la reducción de rutas, cierre de operaciones y menor flota disponible, especialmente de larga distancia, la compañía no podrá operar al mismo nivel de 2019 en lo que respecta a tramos y destinos, al menos en el corto plazo. Dicho escenario es advertido por los directivos de la empresa al momento de ingresar al Capítulo 11 al señalar que la “nueva LATAM será una compañía más chica, pero más eficiente”.

LATAM tiene confirmado un plan de reorganización y financiamiento, según lo dispuesto por el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur Nueva York para salir del proceso de Capítulo 11. La compañía espera ocurra en el último trimestre de este año.

Fotografía portada – Simón Blaise

Destacados

Noticias Relacionadas