Liderado por el Ministerio de Ciencia y la Fuerza Aérea de Chile (FACh), el país inicia el proceso de licitación para construir el nuevo Centro Nacional Espacial en Santiago (en el ex aeropuerto Los Cerrillos) y otras dos estaciones en las regiones de Antofagasta y Magallanes y de la Antártida Chilena. El proyecto se enmarca en el Sistema Nacional Espacial, institucionalidad impulsada por la administración de Sebastián Piñera.
Se trata del proyecto más ambicioso en el que se embarca Chile para ampliar su capacidad espacial en los próximos años. La institucionalidad creada permitirá la coordinación e integración de servicios públicos y privados, además de la participación del mundo académico y de emprendedores en el ámbito espacial.
El Sistema Nacional Espacial busca que Chile se convierta en un polo científico, tecnológico y espacial en la región. La política considera también un programa para impulsar y materializar un nuevo Sistema Nacional Satelital (SNS) que reemplazará al actual conocido como Sistema Satelital de Observación Terrestre (SSOT) o “FASat-Charlie”.
Para Loreto Moraga, presidente de la Asociación Chilena del Espacio, la nueva institucionalidad representa un escalamiento al trabajo que Chile viene realizando desde hace décadas, pero que antes se circunscribe sólo en un ámbito ligado de la defensa. Desde su perspectiva, el Sistema Nacional Espacial marca un punto de inflexión que está en curso con el rol protagónico del Ministerio de Ciencia. Asimismo, la licitación lanzada por el Gobierno permitirá la transferencia tecnológica y la construcción de los nuevos satélites chilenos.
“Es una muy buena noticia que hemos tenido de parte esta administración (de Gabriel Boric)”, señala Moraga, en conversación con Ufro Medios. “Poco antes de lanzar la licitación, el Ministerio de Ciencias informó un nuevo modelo de desarrollo tecnológico para Chile. Uno de esos pilares es un programa aeroespacial que contempla la construcción de este Centro (Nacional Espacial), también de dos estaciones y un programa de educación asociado. Eso es un paso fundamental porque va a permitir acceder a un financiamiento permanente para el sector aeroespacial”.
La nueva institucionalidad favorecerá a una nueva gobernanza en temas de espacio. Sus aplicaciones son múltiples tanto en el ámbito público como privado. Para la presidente de la Asociación Chilena del Espacio, lo óptimo es que Chile pueda tener a futuro una agencia espacial.
El uso de la tecnología espacial es múltiple. Ya en lo cotidiano, muchas de las actividades están relacionadas por tecnología aeroespacial como los navegadores, telecomunicaciones, el monitoreo del clima, ámbito forestal, hídrico, por mencionar algunos.
Moraga agrega que la nueva institucionalidad permitirá la inclusión de la academia en una nueva dimensión económica. “Es una tremenda dimensión de negocios, en la cual muchas empresas están teniendo una participación hegemónica muy importante, pero está permitiendo que países pequeños puedan entrar en una cadena de proveedores y de servicios de esta gran industria espacial”. De esta manera, Chile puede beneficiarse de los tratados de la década de 1960 sobre el uso de pacífico del espacio que suscribe y ratifica.
“Se inicia un programa que constituye la construcción de centros de investigación, innovación, para la construcción de satélites y el estudio de datos”, expresa el ministro de Ciencias, Flavio Salazar.
Respecto a los fondos que se consideran para los proyectos, la autoridad ministerial explica que ya hay una inversión para los próximos años de invertir US$150 millones. Los fondos son aportados por el Ministerio de Defensa Nacional. “Salen de Defensa pero van a estar dirigidos al desarrollo científico de las primeras fases de este programa. Pero luego, estaremos incorporando fondos adicionales año a años”, añade Salazar.
La proyección considera terminar el primer laboratorio para 2024 o 2025. Sin embargo, las autoridades destacan que es un desarrollo proyectado a largo plazo.
Fotografía portada - Ministerio de Defensa Chile