La solicitud de integración por parte de Avianca y Viva Air a un día de asumir el nuevo gobierno de Gustavo Petro es vista con sospecha por parte de Ultra Air. Desde su perspectiva, la unión de sus competidoras crearía un escenario adverso para la competencia aérea que vive mostrando el país.
“Presentar la solicitud el primer día hábil del gobierno del presidente Gustavo Petro, bajo el argumento de una posible quiebra de Viva Air en caso de que no se autorice, hace parte de una estrategia de presión para favorecer el monopolio en momentos en que el mercado registra un crecimiento de 30% con relación a 2019”, señala William Shaw, CEO de Ultra Air, palabras que son replicadas por la compañía en una declaración.
Ultra Air es la nueva línea aérea de Colombia. Comienza sus operaciones en febrero de este año y pretende crecer rápidamente tanto en flota como en rutas domésticas y, posteriormente, internacionales. La concentración de Avianca y Viva Air es su amenaza más directa ya que juntas podrían generar sinergias que otros no pueden realizar. Por ello, celebran que la Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil) muestre su posición al indicar que analizarán la propuesta de manera seria y profesional.
La integración de Avianca y Viva Air es un escenario conocido para Ultra Air como para todos los actores aéreos de Colombia. Ambas compañías manifiestan su intención de unirse en abril para después crear el Grupo Abra junto con la brasilera GOL. Lo que sorprende es la transformación radical de la condición de Viva Air de una empresa que viene mostrando crecimiento a una compañía en crisis.
Avianca y Viva Air argumentan que las condiciones económicas actuales no son favorables para sostener la operación de Viva Air considerando las dificultades económicas como la devaluación de monedas locales frente al dólar, la inflación, el alza de precio del combustible, además de factores políticos. La situación es advertida en abril, pero la escalada crea un entorno no esperado que obliga a buscar una solución.
“La solicitud de integración con Viva busca luchar por su supervivencia en el mercado, así como por mantener la competitividad que ha construido durante 10 años de operación”, defiende Adrián Neuhauser, CEO de Avianca.
Según Ultra Air, la integración de sus dos principales competidoras hará que se queden con al menos el 65% del mercado. Sólo esa realidad debiera ser una condición para no autorizar la operación.
“Si llegara a permitir esa integración se amenazaría con perder lo logrado en los últimos 10 años desde que entró en operación el esquema de bajo costo, que pasó de movilizar 14 millones de pasajeros en 2011 a más de 30 millones proyectados para 2022”, sentencian. “Adicionalmente, con la integración se daría vía libre para que ambas aerolíneas se dividan las rutas que cada una opera actualmente, privilegiando algunos destinos y encareciendo tarifas en otros, lo que afecta directamente a las pequeños y medianos competidores, y principalmente, al consumidor”.
Ultra Air argumenta que ya enfrentan una posición dominante y la propuesta de integración la acentúa. Como ejemplo mencionan el uso de los aeropuertos, la concentración de mostradores de check-in, las posiciones de estacionamiento de aeronaves y el uso de los slots, especialmente en el aeropuerto El Dorado de Bogotá.
“Estamos seguros de que la Aeronáutica Civil, la Superintendencia de Industria y Comercio y los Ministerios de Comercio y Transporte no permitirán que se repita un proceso que ya se ha visto varias veces en Colombia y, como resultado del cual, Avianca se ha consolidado en su posición de dominio, en detrimento de los viajeros nacionales, del consumidor y de su anhelo de precios bajos y calidad de servicio, de la competitividad de nuestras industrias de agencias de viajes, turismo y hotelería”, enfatizan.
En efecto, Avianca a lo largo de la historia ha visto mejorada su posición en el mercado aéreo a través de fusiones y compra de líneas aéreas. En 1951, compra acciones de Líneas Aéreas Nacionales (LANSA) la que se integra completamente tres años después. Entre 2004 y 2005 forma con Aerolíneas Centrales de Colombia (ACES) y Sociedad Aeronáutica de Medellín (SAM) para crear la alianza Alianza Summa que tras su fracaso termina todo consolidándose en Avianca. En 2008, Synergy Aerospace compra Transportes Aéreos Mercantiles Panamericanos (TAMPA), compañía que posteriormente se denomina Avianca Cargo. La integración con Viva Air sería el proceso número quinto de la principal línea aérea colombiana.
Pese a los varios procesos de integración que vive Avianca, la posibilidad de generación de competencia con nuevas compañías es posible. El surgimiento de la propia Viva Air (como Viva Colombia) y Ultra Air son los ejemplos más evidentes.
Fotografía portada – Ultra Air