Con varias restricciones, Isla de Pascua vuelve a admitir a viajeros

Después dos años y cuatro meses de cierre, la Isla de Pascua reabre para todo tipo de viajeros. Se trata del último territorio de Chile en recuperar su conectividad, tanto con el propio país como con el resto del mundo. Si bien la apertura es valorada por la industria aérea y de los viajes, las condiciones en que se efectúa reducen el potencial para impulsar la recuperación del sector en esa localidad.

Como todas las medidas impuestas, Isla de Pascua cierra su acceso a los no residentes por motivos políticos bajo la justificación del COVID-19. A pesar de que la administración de Sebastián Piñera impone un drástico y extenso cierre de fronteras, además de una serie de restricciones sanitarias -algunas de las cuales perduran hasta hoy-, autoridades locales presionan por un cierre completo como parte de una estrategia “cero COVID-19”.

Inicialmente, la apertura de Isla de Pascua se prevé para febrero 2022. Sin embargo, la variante Ómicron del SARS-CoV-2 y las políticas gubernamentales obligan retrasan la decisión hasta agosto, afectando la reactivación del turismo y de la economía del país. Sólo un vuelo semanal operado por LATAM de carácter humanitario queda disponible para el transporte de los habitantes de la isla y el transporte de carga con el continente.

Con la apertura, a partir de hoy, LATAM dispone de dos vuelos semanales abiertos para todas las personas, sean chilenas o extranjeras. Sin embargo, quienes viajen a Isla de Pascua deben someterse a estrictos controles sanitarios independiente de su procedencia. En el caso de los visitantes extranjeros, las medidas son adicionales a las que deben cumplir para ingresar al país.

De acuerdo con las exigencias del Ministerio de Salud, los pasajeros deben presentar un PCR negativa tomando en Chile con un máximo de 24 horas antes de iniciado el viaje (embarque en el aeropuerto de Santiago), independiente si cuentan con su esquema de vacunación y el cuestionado “Pase de Movilidad” que debe estar habilitado. Si se viaja con menores de entre 3 y 6 años se les exigirá un test de antígeno.

Como ingresan primero a Chile a través de Santiago, los turistas extranjeros deberán haber tramitado la homologación de sus vacunas COVID-19 y haber obtenido su “Pase de Movilidad”. Incluso deben someterse al PCR aleatoria en el aeropuerto de la capital antes de continuar su viaje.

Finalmente, todos los viajeros deben presentar una carta de invitación de un habitante de la isla o demostrar un certificado o documento que indique la reserva del lugar de hospedaje. Además, el pasaje aéreo debe ser ida y vuelta con fecha de retorno especificada.

Las condiciones impuestas no entregan una perspectiva favorable para la reactivación turística y económica de la propia isla como del país. Si Chile ya cuenta con múltiples restricciones que espantan al viajero, las medidas adicionales para acceder a Isla de Pascua son aún más. Como ejemplo, una persona que ingresa a Chile puede arriesgar estar en cuarentena y perder su viaje contratado desde el exterior si arroja PCR positiva al aterrizar a Chile. Ante esta realidad, es altamente probable que el viajero no considere al país y a Isla de Pascua como un destino atractivo a visitar.

Como consecuencia de lo anterior, la programación de vuelos se reduce. De los tres vuelos semanales inicialmente contemplados, sólo se operarán dos frecuencias semanales. Desde LATAM, indican que los vuelos Santiago – Isla de Pascua funcionarán los jueves y sábado con equipos Boeing 787-9.

Por la cantidad de frecuencias, la conectividad aérea entre el continente será significativamente reducida en comparación con 2019 y también con menor cantidad de rutas. Ese año, LATAM llega a ofrecer vuelos diarios entre Santiago y Rapa Nui, además de operar la extensión a Papeete una vez por semana. Debido a la reestructuración de la compañía y las medidas gubernamentales, la ruta a Tahití no será retomada lo que se traduce en una pérdida de conectividad para Chile.

Si bien la apertura de la Isla de Pascua representa un avance en comparación con la situación actual, el panorama más inmediato no es auspicioso. La reactivación de este importante polo de atracción de turistas de Chile continuará limitada y su progreso condicionado a la eliminación de las restricciones político-sanitarias, mismas que siguen afectando la recuperación del país.

Fotografía portada – LATAM

Destacados

Noticias Relacionadas