Un reciente informe de Boeing asegura que en los próximos 20 años, las líneas aéreas necesitarán 602 mil nuevos pilotos para respaldar la flota mundial de 47.080 aeronaves para 2041. La perspectiva considera un aumento del 3,4% respecto al año pasado cifra que da muestras de la capacidad de resiliencia de la industria aérea.
En América Latina, Boeing calcula que se necesitarán 35.000 nuevos pilotos para atender la operación de aeronaves de líneas aéreas: El sector espera 2.240 nuevas entregas. La cifra es cercana a la cantidad de pilotos que requiere otras regiones con mayor cantidad de población como el Sudeste Asiático (demanda 37.000 nuevos pilotos).
El pronóstico de Boeing confirma que la falta de pilotos que por años demanda la industria aérea es real y también el positivo potencial de crecimiento que tiene la aviación en la región Latinoamericana. Si bien son buenas noticias, implica que el sector debe invertir en aumentar los centros de instrucción, lo que incluye a los simuladores.
“Los simuladores forman parte fundamental de la instrucción aérea. Hoy, en muchos países existe una falta de centros de instrucción no sólo en lo que respecta a escuelas de vuelo, sino que también a la disponibilidad de simuladores”, dicen en Ferrypilot, empresa que junto Aerolíder han habilitado un nuevo centro de instrucción en Chile. “El informe de Boeing es una buena noticia, pero invita a trabajar en conjunto para permitir el desarrollo y ocupación de más profesionales de la industria”.
La mayor demanda de simuladores no sólo responderá a las perspectivas de la aviación comercial. La aviación privada también será un gran catalizador de los nuevos pilotos, primero porque es el primer paso en su formación aeronáutica, y después, porque es un sector que muestra un amplio dinamismo a medida que las personas valoran más su tiempo y las aeronaves se hacen más asequibles con la llegada de nueva tecnología.
Ferrypilot considera que la demanda de simuladores no será similar. “Si la demanda de pilotos para líneas aéreas es alta, eso implica que más personas tendrán mayor interés en hacer una carrera aeronáutica. Por lo tanto, la demanda de simuladores de instrucción como los de categoría PCATD (Personal Computer Autorized Training Device) será más necesaria que los FFS (Full Flight Simulator) que son utilizados en las últimas etapas de instrucción”.
Como ejemplo, agregan que la reciente habilitación del centro de instrucción en Santiago permite contribuir a solucionar el problema de falta de pilotos que tiene la industria aérea. Si bien la actividad aérea continúa afectada por la pandemia, muchos pilotos están volviendo a la actividad a lo que se suman los futuros profesionales que están iniciando sus estudios, por lo que es necesario contar con mayores ofertas para las prácticas en simulación.
El simulador que dispone Ferrypilot corresponde al Cessna C172 habitualmente utilizados en las primeras etapas de instrucción. También puede convertirse en C182RG/172. Si bien es de base fija, emula todas las características del avión, desde el panel y las pantallas hasta el fuselaje, permitiendo realizar capacitaciones y entrenamientos en práctica de procedimientos, navegación, mantener habilitación o familiarización de la aeronave.
Al disponer de más oferta de simuladores, también hay ventajas para disminuir los costos de la instrucción. En Chile, por ejemplo, la normativa aeronáutica permite convalidar cinco horas en simulador como hora de vuelo visual (VFR, por sus siglas en inglés), al igual que en los cursos de vuelo comercial. Para los vuelos por instrumento (IFR) está autorizada la convalidación de hasta 20 horas.
“La falta de lugares para realizar la instrucción en Chile, actualmente es una limitante. Nuestro simulador es una ayuda importante para los estudiantes desde alumno piloto privado (PPA), vuelo por instrumentos (IFR) y alumno piloto comercial (PCA)”, explican.
Fotografía portada - Simón Blaise O / Aero-Naves
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