Tras su presentación a fines de 2021, Corea del Sur da un nuevo paso en su industria de defensa al concretar el primer vuelo del KF-21 Boramae. Fabricado por Korea Aerospace Industries (KAI), su producción está respaldada por Indonesia, país que participa con un 20% del programa.
El KF-21 es un caza de “4,5ta” generación. Su nombre Boramae significa “halcón” en coreano. Se lo califica como una alternativa más económica y de menores prestaciones respecto al Lockheed F-35 de los Estados Unidos. Por lo tanto, es considerado como “ideal” para países que buscan actualizar su material aéreo, pero no cuentan con un presupuesto conseguir la alternativa norteamericana o bien no reciben el permiso de ese país para su compra.
El primer vuelo del KF-21 se realiza durante 30 minutos en la ciudad Sacheon, según informa la Administración del Programa de Adquisición de Defensa de Corea del Sur. Las pruebas se extenderán hasta 2026, fecha en la cual se iniciaría su producción en serie, siempre y cuando, no existan retrasos. De esta manera, Corea del Sur avanza para convertirse en el octavo país del mundo en desarrollar un caza supersónico con su propia tecnología.
De acuerdo con estadísticas publicadas por KAI, el KF-21 está compuesto por más de 30.000 piezas de las cuales 65% son de fabricación local. Durante la fase de desarrollo, el proyecto tiene asegurados 12.000 empleos repartidos entre 719 empresas nacionales participantes del programa. Sin embargo, una vez comenzada la fase de producción los empleos que se pueden crear pueden alcanzar los 100.000.
El KF-21 debiera convertirse en la columna vertebral de la Fuerza Aérea de Corea del Sur. Reemplazará a las antiguas unidades F-4 Phantom y F-5 Tigre. Sus prestaciones lo ponen a la altura de las versiones más modernas del F-16, con una capacidad de 7,7 toneladas de armamento y una velocidad de MACH 1.8.
Como parte aportante del programa, Indonesia recibirá 50 cazas para modernizar su Fuerza Aérea. Su participación también la asegura la correspondiente transferencia tecnológica.
La llegada de este caza al mercado de defensa acompaña las acciones de Corea del Sur para posicionar su industria aeronáutica. Recientemente, el país comienza con las exportaciones de aviones como el T-50, también fabricado por KAI. Los países asiáticos constituyen el principal mercado objetivo de la industria aérea surcoreana, aunque no el único. En América Latina, por ejemplo, Perú cuenta con aeronaves procedente de ese país lo que podría abrir mercado a otras adquisiciones en el futuro.
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