La nitidez y detalles que se observan en las primeras fotografías dada a conocer durante esta semana, muestran el futuro aporte del nuevo telescopio especial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés). Se trata de una muestra de nacimiento estelar en el borde de una región cercana denominada NGC 3324 en la nebulosa Carina que hasta ahora se encontraban “invisibles” por la falta de una tecnología adecuada.
Precisamente, es esta la contribución del JWST. La aparente imagen tridimensional abre una nueva era para la investigación especial. El nuevo telescopio pone al descubierto nuevas estrellas, el nacimiento de otras que están completamente ocultas en las fotografías en luz visible. Por operar con luz infrarroja el JWST puede mirar a través del polvo cósmico permitiendo que nuevos objetos estelares salgan a la luz.
Las primeras observaciones de la región NGC 3324, ubicada a 7.600 años luz de distancia de la Tierra, ofrecerán más información para estudiar el proceso de formación de estrellas. De acuerdo con la información espacial entregada, el nacimiento de las estrellas se propaga con el tiempo hacia la nebulosa, empujada hacia el gas y el polvo. A medida que se encuentra material inestable, la presión desencadenará un colapso del material formando nuevas estrellas.
El JWST busca abordar incógnitas de las astrofísica contemporánea. Entre las principales interrogantes están los factores que determinan que un número de estrellas se formen en una región específica, la formación de estrellas con una masa determinada, el impacto de la formación de estrellas en la evolución de nubes espaciales de gas y polvo, entre otras. Los científicos podrán ahora obtener un censo completo de las estrellas jóvenes y su impacto en toda la nebulosa.
El JWST es un observatorio espacial desarrollado por la colaboración de veinte países entre los que están Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia, entre otros. Su operación estará a cargo de la Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia Espacial Canadiense (CSA), y la NASA.
Con una capacidad significativamente superior, el JWST servirá para sustituir a los telescopios Hubble y Spitzer. El nuevo observatorio espacial ofrece una resolución y sensibilidad sin precedentes para facilitar una amplia gama de investigaciones en áreas de astrofísica, astronomía y cosmología. El objetivo principal es la observación de eventos y objetos más distantes del universo que están fuera de alcance de los actuales aparatos como la formación de nuevas estrellas, planetas y la obtención de imágenes directas de exoplanetas y novas.
Entre las principales características técnicas del JWST es su espejo primario compuestos por 18 segmentos hexagonales que crean un instrumento de 6,5 metros de diámetro con un gran aumento en comparación con los 2,4 metros que posee el Hubble. El sistema infrarrojo está compuesto por una cámara cercana (NIRCam) construida por un equipo de la Universidad de Arizona y el Centro de Tecnología Avanzada de Lockheed Martin, y un instrumento infrarrojo medio (MIRI).
La NIRCam revela cientos de estrellas que previamente habían estado ocultas, e incluso un gran número de galaxias en el fondo. El MIRI logra imágenes de estrellas jóvenes y discos donde se forman los planetas, además de descubrir polvo y fuentes estelares de chorros y flujos masivos, polvo caliente, hidrocarbonos y otros compuestos químicos.
Fotografía portada - NASA