Siguiendo con las repercusiones políticas tras la retención de un Boeing 747-300C (Combi) de Emtrasur en Buenos Aires (EZE), la Cámara de Diputados de Chile investigará los vuelos de Conviasa en Chile. Para ello, se formará una Comisión Especial Investigadora cuyo objetivo será reunir antecedentes que permitan vincular actos de gobierno con las operaciones de la línea aérea estatal venezolana.
La creación de una Comisión Investigadora nace por iniciativa de los diputados Andrés Jouannet (independiente pro Democracia Cristiana) y Francisco Undurraga (Evopoli), aunque también cuenta con el apoyo de sector de centro y derecha en Chile. A su juicio de los parlamentarios, las operaciones de la línea aérea estatal venezolana son objeto de investigación por estar utilizando en territorio chileno aeronaves de procedencia iraní, especialmente de una compañía que está sancionada internacionalmente por operar supuestamente en delitos de índole terrorista. La Comisión Investigadora es aprobada de manera transversal con 90 votos a favor y 26 en contra.
Hasta la fecha, el Ministerio del Interior de Chile descarta cualquier irregularidad en las operaciones de Conviasa a Santiago. Sin embargo, las respuestas no satisfacen a ciertos sectores políticos, especialmente tras conocerse posibles vínculos venezolanos (con apoyo de Irán) de ciber inteligencia en territorio argentino hacia Chile. Por lo mismo, buscan establecer algún tipo de vínculo que relaciona la situación que afecta a la empresa Emtrasur, filial carguera de Conviasa, y las sospechas que se levantan.
En Argentina, los diputados Gerardo Milman y Cristián Retondo piden al poder Ejecutivo aclarar si la vicepresidente Cristina Fernández de Kircnher había solicitado a principios de 2022 al gobierno de Nicolás Maduro la instalación de una base en territorio argentino para tareas de ciber inteligencia en la región. Su denuncia sugiere que la finalidad de esa base sería recopilar y organizar datos e información política para la generación y/o manipulación de noticias o generar contra información.
Algunas de las misiones que se denuncian incluirían operaciones en Chile a favor del actual Presidente Gabriel Boric. La aparición de estos cuestionamientos se da en un periodo de alta tensión política determinada por el plebiscito fijado para el 04 de septiembre para aprobar o rechazar la nueva Carta Magna que propone la convención constituyente creada en 2021.
Hasta la fecha, Emtrasur no registra vuelos en Chile. En ese sentido, la búsqueda de supuestos vínculos pasa por las operaciones que Conviasa realiza con uno de los dos Airbus A340-600 ex Mahan Air que posee. De acuerdo con los registros operacionales, entre el 30 de marzo y el 23 de junio, la aeronave registrada como YV-3533 realiza seis operaciones completas (ida y vuelta) en la ruta Caracas – Santiago.
El seguimiento de dicha aeronave muestra que, en al menos dos ocasiones, las operaciones inmediatamente anteriores a los vuelos a Santiago corresponden a servicios sin escalas Teherán – Caracas los que ocurren entre el 30 de mayo y 21 de junio. La situación se repite en los vuelos de la línea aérea hacia Buenos Aires (EZE) y Lima. El segundo A340-600 (registro YV-3535) no registra operaciones en Chile.
La problemática con el uso de aviones iraníes responde a que Mahan Air está acusada por los Estados Unidos de apoyar a organizaciones o actividades de carácter terrorista. Junto con Conviasa, la línea aérea privada iraní está incluida en la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), a través de la cual el Gobierno de los Estados Unidos administra y hace cumplir las sanciones basadas en la política exterior de ese país contra otros Estados o naciones y objetivos calificados como amenazas a la seguridad, lo que incluye al crimen organizado, el terrorismo o la proliferación/comercio de armas de destrucción masiva.
Conviasa inicia operaciones en Santiago en diciembre de 2021, bajo la administración de Sebastián Piñera. Por no disponer de Certificado de Operador Aéreo (AOC) en Chile, los vuelos los realiza bajo la modalidad de chárter con máximo de 18 operaciones según permite la normativa aeronáutica chilena.
En años anteriores, la compañía realiza también chárter esporádicos por requerimiento de su gobierno, ya sea para las misiones “Milagro” como para la repatriación de ciudadanos. En abril de este año, Venezuela asegura que tiene intenciones de aumentar los vuelos de Conviasa a Santiago, tras la firma de un Memorándum de Entendimiento entre el Instituto Nacional de Aviación Civil (INAC) y la Junta Aeronáutica Civil (JAC) del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones de Chile.
Desde la retención del B747-300C de su filial carguera, Conviasa tiene suspendidos sus vuelos a Buenos Aires (EZE), Lima y Santiago. Es altamente probable que dicha decisión busca evitar que los dos A340-600 también sufran el mismo destino. Hasta antes de la utilización de las llamadas “aeronaves iraníes”, los vuelos de la estatal venezolana no son objeto de investigación.
Fotografía portada - Ricardo Zapata