Air New Zealand podría recuperar gran parte de su capacidad para fines de 2022

Después de las drásticas medidas tomadas por el Gobierno de Nueva Zelanda -que incluyen un extenso, pero infructuoso cierre de fronteras-, Air New Zealand avanza en la recuperación de sus operaciones. Para julio, la compañía espera contar con un 60% de capacidad promedio, medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK), en comparación con 2019.

El término de la estrategia cero COVID-19 del país y la apertura de fronteras son claves para la reactivación de la línea aérea, seriamente afectada en 2020 y 2021. Como resultado, la compañía observa un rápido regreso de los pasajeros lo que impulsa la colocación de más asientos en distintas rutas.

Uno de los símbolos de la nueva realidad está en la reactivación de los Boeing 777-300ER, las aeronaves de mayor capacidad de la flota. Como consecuencia de la drástica caída del tráfico de pasajeros por las medidas políticas adoptadas por los Gobiernos en 2020, son las primeras en ser retiradas del servicio y las perspectivas de una lenta recuperación con la búsqueda de operaciones más eficientes hacen suponer que no volverían al servicio.

De acuerdo con datos de la industria, Air New Zealand cuenta con siete B777-300ER en su flota. A fecha de hoy, dos ya están de regreso en las operaciones regulares, principalmente, en rutas hacia Melbourne y Los Ángeles. Si la demanda aumenta, se infiere una reactivación del resto de las aeronaves considerando la distancia de muchos rutas internacionales. Por ejemplo, cualquier vuelo diario entre Nueva Zelanda y los Estados Unidos demanda dos aviones para asegurar un correcto cumplimiento del itinerario. Todo el proceso de reactivación de un B777 demora aproximadamente entre seis a ocho semanas.

En cuanto a rutas internacionales, la compañía neozelandesa reanuda sus servicios en 14 rutas, incluyendo tramos como Auckland – Houston (IAH), Auckland – Honolulu, Auckland – Noumea o Auckland – Papeete, entre otros. La cuenca del Pacífico sigue siendo el foco principal de las operaciones internacionales.

Las proyecciones son auspiciosas por el rápido regreso de la demanda. Para 2022, la intención es terminar con un ASK cercano al 100% en rutas domésticas y un 75% en vuelos internacionales, ambos en comparación con 2019.

No obstante, ejecutivos de la compañía advierten de un alza de precios en los pasajes como consecuencia del aumento de los costos, principalmente asociados al combustible. Si bien todavía no observan un impacto en la demanda, no descartan un efecto para meses posteriores. En conversación con Bloomberg, Greg Foran, CEO de Air New Zealand, anticipa que los precios altos continuarán por un tiempo.

Son varios factores los que permiten entender la rápida recuperación de las operaciones de Air New Zealand. El primero, es la condición geográfica de la isla que obliga a su población a utilizar el avión como medio de transporte. En segundo lugar, la demanda postergada de viajes por los continuos confinamientos de los dos años anteriores y el cierre de fronteras. Además, hay un tercer factor asociado a una menor competencia producto de la salida o lento de retorno de operadores en la región del Asia-Pacífico.

Fotografía portada - Air New Zealand

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