Mahan Air es la principal compañía privada de Irán y la segunda por participación del mercado de ese país. Con base en Teherán, destaca por su paradójica situación. Quien ha podido volar con ellos, concuerda con su excelencia en servicio y su interesante red de rutas. Por otro lado, están sus controversias, asociadas principalmente a la asistencia al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica – Fuerza Quds (IGRC-QF, por sus siglas en inglés) en lo que respecta a transporte de personal, armas, equipos y fondos a distintos lugares dentro y fuera de Irán. Según el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, apoya actividades del tipo terrorista patrocinadas por el Gobierno de Irán.
Por estos días, la línea aérea hace noticia en Sudamérica. La transferencia de dos Airbus A340-600 a la estatal venezolana Conviasa y un Boeing 747-300C (Combi) a su filial carguera Emtrasur, avión que está retenido en Buenos Aires (EZE) junto con su tripulación venezolana-iraní detenida y bajo investigación por sospecha de ciber inteligencia, la tienen en la mira en Argentina y por algunos sectores políticos también en Chile.
Los inicios
Mahan Air nace a principios de la década de 1990 por los reclamos de empresarios iraníes ante la falta de vuelos dentro del país de Iran Air (línea aérea estatal), principalmente entre Teherán y Kerman. Su creación ocurre en 1991 por parte de Mol-Al-Movahedin Organization, su propietaria. El inicio de operaciones ocurre a fines de 1992 o dentro del primer semestre de 1993.
La flota inicial la componen dos Tupolev Tu-154, que después complementa con los primeros Airbus A300 y A310, que se convierten en el “caballito de batalla” de sus operaciones. Aprovechando la salida de material aéreo de otras líneas aéreas -y por medio de cuestionados mecanismos compra-, logra aumentar el número de unidades de A300 y A310, para luego sumar A340-300, A340-600, Boeing 747-300C y -400.
Durante el siglo XXI alcanza su mayor expansión con 28 destinos en 12 países. La red de rutas considera las principales ciudades de Irán, así como una vasta red que hasta la crisis del COVID-19 va desde Shanghái (PVG) por el Este hasta Europa. En su momento, llega a operar en el Reino Unido y Alemania, servicios que después suspende por las sanciones políticas y cuestionamientos a su seguridad operacional. Los vuelos internacionales también consideran vuelos chárter al Reino de Arabia Saudia, bajo autorización para viajes religiosos (peregrinación del Hajj).
Controversias y sanciones
Para fuentes políticas en Europa y los Estados Unidos, Mahan Air es la línea aérea oficial de la IGRC-QF por los apoyos que brindaría a las fuerzas militares y otras operaciones encubiertas en Siria y otros países de la región. Se acusa a la empresa de facilitar viajes a este cuerpo armado, transportar a agentes de seguridad y autoridades -incluyendo al ex comandante Qassem Soleimani-, además de ser transportista de armamento y distintas transferencias a tercero fuera de Irán.
Según los Estados Unidos colabora con asistencia para el partido Hezbollah en el Líbano. En Latinoamérica apoya al régimen de Venezuela con equipos técnicos a cambio de pago en oro por parte del Banco Central de ese país.
En los últimos años logra evadir las sanciones internacionales para la compra de aviones. Aprovechando la salida de aeronaves antiguas y menos eficientes de distintas líneas aéreas, Mahan Air aumenta su flota mediante intermediarios en distintos países como Iraq, Sudáfrica y Turquía, entre otros. Estas empresas externas serían las encargadas de comprar los aviones disponibles los que son llevados a países vecinos de Irán hasta que llegado el momento son internados al país.
El medio político estadounidense The Hill publica en 2015 que Mahan Air compra a través de terceras empresas nueve Airbus. La adquisición considera a los A340-300 ex Lufthansa y a los A340-600 ex Virgin Atlantic (incluyendo los dos equipos que hoy están en Conviasa).
Según el sitio Iran Watch, Mahan Air firma en 2016 un memorándum de entendimiento (MOU) con la firma estadounidense Aero Sky Aircraft Maintenance Inc, -hoy cerrada-, trabaja con el iraní Peyman Amiri Larijani, la estadounidense Joyce Marie Eliabachus y su firma Edsun Equipament LLC, para obtener partes de aeronaves Boeing cuya transferencia se realiza a través de los Emiratos Árabes Unidos y Turquía. También se mencionan acuerdos con otras empresas en los Emiratos Árabes Unidos, Tailandia y Turquía para realizar pagos y recibir servicios de tecnología, incluyendo con la destaca empresa SITA.
En marzo de 2008, los controladores y funcionarios de Mahan Air se incluyen en la Lista de Personas Denegadas (DPL) del Departamento de Comercio de los Estados Unidos para prohibir cualquier tipo transacciones por estar bajo sospecha. La prohibición se renueva cada 180 días y se mantiene vigente.
Desde 2011, está en la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC). A través de este mecanismo, el Gobierno de los Estados Unidos administra y hace cumplir las sanciones basadas en la política exterior de ese país contra otros Estados o naciones y objetivos calificados como amenazas a la seguridad, lo que incluye al crimen organizado, el terrorismo o la proliferación/comercio de armas de destrucción masiva.
En 2013, Canadá sanciona a Mahan Air por participar en actividades de promoción o proliferación de armas de Irán, además de su afiliación a la IGRC-QF. La prohibición considera el acceso a bienes, fondos y servicios que tengan relación con Canadá.
The Hill señala que según fuentes del Mossad (agencia de inteligencia israelí) de informes de que un A300-600 de Mahan Air vuela desde la ciudad fronteriza (con Iraq) de Abadan, sede de la marina de la IGRC-QF, a Damasco para enviar suministros al gobierno del Presidente sirio Bashar Al-Assad y Hezbollah. Ese año, Israel denuncia que tiene informes precisos que cerca del aeropuerto de Damasco existe un escondite de armas.
Años anteriores a estas sanciones, el Reino Unido banea a la línea aérea por razones a la falta de seguridad operacional por dos investigaciones de aproximaciones a bajo nivel al aeropuerto de Birmingham. Posteriormente, en septiembre de ese la Unión Europea la incluye en su lista negra por sus deficiencias en seguridad aérea que después deroga en 2008. Sin embargo, desde 2019, Alemania y Francia, niegan los derechos de aterrizaje, al igual que Italia y España.
Pese a las sanciones político-económicas impuestas sobre Irán y denuncias que pesan sobre la compañía, los Gobiernos de Occidente no consiguen en evitar que Mahan Air continúe con sus actividades o sumando aviones. La modernización de la flota en los últimos cinco años y las últimas transferencias de aeronaves realizadas a Conviasa y Emtrasur, serían prueba de ello. Lo anterior, puede ser interpretado como una muestra de la pérdida de influencia de los Estados Unidos (por encabezar las acciones contra Irán) y de los mecanismos existentes para funcionar en un sistema internacional cada vez multipolar con múltiples amenazas.
Mahan Air en la actualidad
Afectada por las sanciones de los países de Occidente, la red de Mahan Air está reducida en comparación con años anteriores. De acuerdo con sus itinerarios, opera vuelos desde Teherán (IKA) hacia Belgrado, Ankara, Estambul (IST), Moscú, San Petersburgo, Erbil, Baghdad, Sulaymaniyah, Dubái, Lahore, Nueva Delhi, Bangkok (BKK), Kuala Lumpur y Guangzhou. La red doméstica atiende 22 destinos servidos desde Teherán (THR) y Kerman, principalmente.
La flota de Mahan Air está compuesta por tres A300-600, 10 A310-300, cinco A340-300, cinco A340-600, un B747-300C, un B747-400 y 12 BAe146. Por estar incluida en las listas de empresas sancionadas, la línea aérea no puede acceder a los pedidos directos por nuevas aeronaves que si consiguen Iran Air o Iran Aseman con Airbus y Boeing, tras la firma del Plan de Acción Conjunta para temas nucleares (JCPOA) en 2016 entre los Estados Unidos e Irán (hoy suspendido).
Fotografía portada – Papa Dos