Sólo un “avión iraní” de Conviasa registra vuelos a Santiago con operaciones inmediatas desde Teherán vía Caracas

En medio de las repercusiones en Chile por los vuelos de Conviasa con aviones transferidos desde la iraní Mahan Air y las denuncias en Argentina de supuestas operaciones de ciber inteligencia, los registros de operaciones permiten constatar que sólo uno de los tres aviones de procedencia iraní de la línea aérea estatal venezolana registra vuelos a Chile. Se trata del primer Airbus A340-600 cuyo registro es YV-3533, mientras el segundo ejemplar (registro YV-3535) no reporta vuelos a la capital chilena.

De acuerdo con la aplicación Flightradar, que permite revisar en línea las operaciones de distintas aeronaves, principalmente de líneas aéreas de pasajeros y carga, la aeronave YV-3533 opera por primera vez el 30 de marzo en la ruta Caracas – Santiago con regreso al día siguiente a la capital venezolana. Desde esa fecha, registra otras cinco operaciones completas (ida y vuelta) los días 20 y 21 de abril, 04 y 05, 18 y 19 de mayo, 01 y 02, y 22 y 23 de junio.

Cabe recordar que hasta la suspensión de operaciones a fines de junio, los vuelos Conviasa arriban a Santiago en las últimas horas de la tarde o noche. Los regresos desde la capital chilena a Caracas se realizan al día siguiente. Por consiguiente, una operación completa considera al menos dos días.

El seguimiento de las operaciones del A340-600 YV-3533 muestra que en al menos dos ocasiones los vuelos inmediatamente anteriores a los vuelos a Santiago corresponden a operaciones sin escalas Teherán – Caracas las que ocurren el 30 de mayo y 21 de junio. La situación se repite en los vuelos de la línea aérea hacia Buenos Aires (EZE) y Lima.

Algunas operaciones del Airbus A340-600 registro YV-3533. Fuente - Flightradar

Por su reciente transferencia a la flota de Conviasa, el segundo A340-600 (YV-3535) no reporta vuelos a Chile. Las operaciones de este avión se concentran en las rutas desde Caracas hacia Santa Cruz de la Sierra, Ciudad de México (NLU), La Habana, Moscú (VKO) y Teherán (IKA).

Si bien las operaciones inmediatas desde Teherán a Caracas antes de continuar a Buenos Aires, Santiago y otras ciudades del continente podrían levantar alguna sospecha, es preciso entender que estas se enmarcan como parte de una rotación natural de la flota entre los destinos de media y larga distancia de la red de la compañía estatal. Cabe recordar que a diferencia de otras líneas aéreas, los A340 son los únicos aviones de Conviasa para atender rutas de más de tres horas con más de 90 pasajeros y gran capacidad de carga, lo que incluye a la mayoría de sus destinos internacionales.

La excepción a lo anteriormente mencionado son los vuelos que realiza directamente para el Gobierno de Venezuela. De ahí se entienden que las operaciones de los dos A340-600 a destinos que no forman parte de la red actual de Conviasa como son Argel, Ankara, Bakú, Doha y Kuwait.

El Boeing 747-300C (Combi) también ex Mahan Air de la empresa Emtrasur, filial de Conviasa, no registra operaciones en Chile. El seguimiento de la aeronave hasta su retención en Buenos Aires (EZE) tiene vuelos desde Caracas hacia Belgrado, Ciudad de México, Minsk, Aruba, Moscú (VKO) y Querétaro. Sin embargo, hay varias operaciones desde y hacia “destinos desconocidos”. Consultadas fuentes cercanas al aeropuerto de Santiago y entusiastas de aviación que habitualmente siguen el movimiento de aeronaves indican no haber avistado a esta aeronave en la capital chilena. Tampoco hay registros a la fecha de su operación en territorio chileno.

Presencia iraní en Conviasa

La presencia de aeronaves iraníes en la flota de Conviasa se debe entender como parte de las relaciones políticas estrechas entre Venezuela e Irán. Desde el año pasado, Mahan Air se convierte en su principal proveedor de aeronaves sin que exista un mecanismo de transferencia claro entre la compañía privada iraní y la firma estatal venezolana.

Por las sanciones que rigen sobre Venezuela y los distintos problemas que presenta su aviación producto de la crisis político-económica que enfrenta, las líneas aéreas de ese país tienen dificultad para adquirir material aéreo moderno. En los últimos años, las líneas aéreas venezolanas que logran modernizar su flota lo hacen con equipos de segunda mano con bastante antigüedad o que no son demandados por otros operadores producto de sus menores eficiencias en comparación con otras aeronaves. Tal es el caso de los A340.

Para atender sus vuelos internacionales, Conviasa recurre distintos aviones de fuselaje ancho antiguos y menos eficientes. Inicialmente, opera un A340-200 -que después transfiere a Irán- y también dos B747-400 arrendados a la española Wamos Air.

La flota actual de fuselaje ancho de la estatal venezolana está conformada por un A340-200 ex Air France, Air Tahiti Nui y Air Europa, un A340-300 ex Air China y Avior. En 2021, se anuncia un plan para ampliar la flota de larga distancia para expandir las operaciones internacionales de carácter regular sumando destinos en América (incluyendo Lima y Santiago, por ejemplo), Europa (Moscú y Madrid) y Asia (Irán), además de operaciones posibles a África y Medio Oriente (Argelia y Qatar). Para tal propósito, se recurre a la transferencia de aviones desde Mahan Air con dos A340-600, además de un B747-300C de esa compañía para el transporte de carga que realizaría la filial Emtrasur.

El cuestionamiento del uso de aviones iraníes responde a que Mahan Air está acusada por los Estados Unidos de apoyar a organizaciones o actividades de carácter terrorista. Junto con Conviasa, la línea aérea privada iraní está incluida en la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), a través de la cual el Gobierno de los Estados Unidos administra y hace cumplir las sanciones basadas en la política exterior de ese país contra otros Estados o naciones y objetivos calificados como amenazas a la seguridad, lo que incluye al crimen organizado, el terrorismo o la proliferación/comercio de armas de destrucción masiva.

Boeing 747-300C de Emtrasur. Fotografía - Sebastián Borsero

Denuncias de posible ciber inteligencia y desmarque del gobierno chileno

La vinculación política con las operaciones de Conviasa en Chile guarda relación con las denuncias de los diputados argentinos Gerardo Milman y Cristián Retondo al solicitar al Ejecutivo de su país la aclaración si la vicepresidente Cristina Fernández de Kircnher había solicitado a principios de 2022 al gobierno de Nicolás Maduro la instalación de una base en territorio argentino para tareas de ciber inteligencia en la región. La finalidad sería recopilar y organizar datos e información política para la generación y/o manipulación de noticias o generar contra información. Algunas de las misiones incluirían operaciones en Chile a favor del actual Mandatario Gabriel Boric y se da en medio de fechas claves del proceso constituyente chileno con el plebiscito de salida del 04 de septiembre.

De acuerdo con reportes de prensa, al menos dos ciudadanos venezolanos han sido vinculados con esta supuesta petición. Las personas están detenidas en Argentina tras la retención de la aeronave de Emtrasur en Buenos Aires (EZE) junto con otros 12 venezolanos y cinco iraníes. La denuncia no está del todo comprobada y todavía está bajo investigación.

En Chile, el diputado Andrés Jounnet (Democracia Cristina), presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara, solicita oficiar a la ministra del Interior Izkia Siches por la operación de uno de los A340-600 en Santiago. En su oficio incluye al subsecretario del Interior, al comandante en jefe de las Fuerza Aérea de Chile (FACh), al director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), directores de Aduanas y Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para investigar las operaciones por motivos de seguridad nacional para prevenir actividades de tipo terrorista. Pide a Aduanas investigar la carga, mercadería y eventuales valores transportadas. Algunos miembros del Partido Republicano chileno también piden investigaciones y oficios al Ministerio del Interior.

Tras la presión política, desde el Gobierno de Chile, la ministra del Interior y Seguridad Pública, Izkia Siches afirma que “no hay antecedentes que llamen la atención” sobre los vuelos de Conviasa. En declaraciones a la prensa, asegura que en primera instancia que tanto el Ministerio del Interior como las policías han estado atentos a esos vuelos “desde el primer momento”. Asegura que entregará toda la información disponible a los parlamentarios entendiendo su preocupación, pero es enfática en señalar que no se han detectado actividades ilícitas.

Conviasa inicia operaciones en Santiago en diciembre de 2021, bajo la administración de Sebastián Piñera. Por no disponer de Certificado de Operador Aéreo (AOC) en Chile, los vuelos los realiza bajo la modalidad de chárter. En años anteriores, la línea aérea estatal venezolana realiza también chárter esporádicos por requerimiento de su gobierno, ya sea para las misiones “Milagro” como para la repatriación de ciudadanos. En abril de este año, Venezuela asegura que tiene intenciones de aumentar los vuelos de Conviasa a Santiago, tras la firma de un Memorándum de Entendimiento entre el Instituto Nacional de Aviación Civil (INAC) y la Junta Aeronáutica Civil (JAC) del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones de Chile.

Fotografía portada - Conviasa (Twitter).

Destacados

Noticias Relacionadas